Por esta sección ya han pasado varias motos creadas para el proyecto Yard Built de Yamaha, mediante el cual la marca nipona pone en manos de afamados talleres de preparaciones sus motos de serie para que realicen su propia versión. De hecho, los hermanos Bender ya habían participado anteriormente con la Homage, una SR400 a la que se le dio un look de XT500.
La base de la Boltage es la Yamaha XV950, que ya en los inicios de su comercialización hace dos años mostraba un gran potencial para ser modificada. Prueba de ello es que desde su lanzamiento ha sido la base de muchas preparaciones de diferentes estilos, café racer, custom, scrambler… La posterior comercialización de los modelos XV950 Bolt y Bolt R aumentaban aún más el potencial de customización de estos modelos. Por lo que el siguiente paso lógico era su inclusión en el proyecto Yard Built, y ha tenido tan buena acogida que es uno de los modelos que más preparaciones ha obtenido, en la línea de motos míticas de la marca de los diapasones como la V-Max o la reciente XJR 1300.
En esta ocasión y siguiendo la línea marcada por su penúltima creación, la Jericho, una Yamaha TR1 de 1983 con la esencia de la mítica TZ750, los hermanos Bender han querido rendir un tributo a las deportivas de los años setenta acentuando su aspecto café racer.
A diferencia de otros trabajos, para la Boltage no se ha modificado el motor, chasis, ni suspensiones, por lo que se han centrado en sustituir piezas originales por accesorios exclusivos y piezas hechas a mano, como el depósito de combustible, el guardabarros delantero, o el exclusivo sistema de escape con silencioso Hattech que desprende un sonido cautivador.
También se han modificado piezas como los manillares y estriberas para adoptar una postura de posición más acorde con su nuevo diseño, un precioso colín que la convierte en monoplaza, tija, llantas de 18 pulgadas… Quedando todo en perfecta armonía, como demuestran su líneas puras, en las que no se ven excesos.
Con todos estos retoques, se ha conseguido modificar totalmente la estética de la XV950 y darle un nuevo diseño setentero al que el buen trabajo realizado en la pintura, usando los antiguos colores de guerra de Yamaha, le sienta de maravilla.