La electrónica está cada vez más presente en las motocicletas de la tercera década del siglo. Utilizada para gestionar consumos, modular el carácter del motor y controlar elementos de seguridad, esa tecnología marca claramente diferencias en función de su grado de aplicación. La nueva Tracer 9 GT+ es un buen ejemplo. Dotada de una generosa dosis de electrónica, esta Yamaha permite tenerlo todo bajo control. O casi…
Esa tecnología llega multiplicada a la última versión de la Tracer 9, la interpretación 2023 del concepto sport-turismo en su máxima expresión. Estamos ante la que seguramente es la mejor GT de la historia de la marca japonesa, una GT+ que redondea su exhaustiva equipación y que se muestra espléndida en su madurez conceptual.
El modelo de radar actual fue creado en 1935 y desarrollado principalmente en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial por el físico Robert Watson-Watt. Supuso una notable ventaja táctica para la RAF en la Batalla de Inglaterra, cuando aún era denominado RDF (Radio Direction Finding). Ahora, más de ochenta años después, esa tecnología se ha refinado hasta extremos insospechados y se ha incorporado a muy diferentes ámbitos. En el caso que nos ocupa, ya no se trata de localizar aviones enemigos sino de revelar obstáculos en el camino y prevenir accidentes.
Porque ahí radica la gran primicia de esta versión GT+, en el empleo de un radar asociado al sistema de control de crucero y, lo que resulta más novedoso, a la actuación de este elemento en la frenada.
Yamaha aumenta exponencialmente la capacidad de su sport-turismo hasta límites insospechados y logra dotarla de una seguridad extra que, a la postre, permite alcanzar el santo grial de la conducción sobre dos ruedas. Disfrutar del pilotaje con toda tranquilidad. La nueva Tracer te deja deleitarse mientras ella vela por ti.
Aquel viejo eslogan que rezaba, la potencia sin control no sirve de nada, adquiere en este modelo todo su sentido. Ahora veremos porqué.
Sin embargo, recordemos antes que más hay de nuevo en la Tracer 2023.
Incorporaciones
De entrada, estrena una nueva pantalla TFT de 7”, todo un panel informativo de clara lectura y fácil navegación, muy intuitiva. Ofrece tres diferentes presentaciones de visualización y evidentemente, todas las posibilidades de conectividades, incluido un sistema de navegación Garmin, que, esos sí, ha de contratarse.
Toda esa información se controla fácilmente desde las nuevas piñas de mandos.
Ajustar parámetros o sencillamente cambiar el aspecto o la información que aparece en la pantalla es muy sencillo gracias al joystick de la piña izquierda. Lo mismo ocurre con el control de crucero o los modos de conducción, fácilmente seleccionables mediante un pulsador. Por cierto, que estos mandos están retroiluminados y ofrecen un aspecto más moderno que las antiguas piñas.
También de nueva factura es el asiento. Dividido en dos, el espacio reservado al piloto es ajustable en dos alturas, detalle que será bienvenido por los usuarios de talla más breve ya que además el asiento es ancho y tiende a abrir las piernas. Aun así, y pese a mi 1’70, no tuve problemas en hacer pie cómodamente con una extremidad, mientras que de puntillas alcanzaba con ambos pies. Si viajamos en compañía, el espacio reservado al segundo de a bordo, es igualmente generoso, amplio y mullido, con estriberas sin goma, pero colocadas a una cómoda distancia y dispondrá de unas generosas asas a las que sujetarse.
Suspensiones "inteligentes"
Otros puntos que merecen atención por su novedad son las suspensiones electrónicas KYB. Su funcionamiento responde a la inclusión en este modelo de una IMU de seis ejes, encargada de recoger información de diversos sensores y procesarla para adaptar la respuesta de horquilla y amortiguador a diferentes circunstancias.
El sistema puede configurarse en dos modos, Sport y Comfort y trabaja en comunión con el resto de dispositivos electrónicos de la GT+. Sobre la marcha, el conjunto se muestra muy eficaz, adaptándose rápidamente al estilo de conducción y tanto la horquilla como el amortiguador copian perfectamente el terreno. Incluso cuando hay transiciones de pavimento o irregularidades, su reacción es inmediata y sólo se acusa una ligera tendencia al rebote en el tren trasero cuando el ritmo es muy alto.
Más actualizaciones. La Tracer 9 GT+ monta el cambio rápido de tercera generación que permite subir y bajar marchas sin accionar la leva de embrague, algo que ya estaba presente en anteriores versiones pero que ahora añade mejoras importantes. En concreto esta tercera generación permite reducir de marcha al acelerar y subir cuando se corta gas. Además el sistema se ajusta de tal manera que si detecta que el rango de revoluciones no es el adecuado – por defecto o por exceso – deja de actuar y sólo vuelve a hacerlo cuando el régimen de giro es el correcto.
En la práctica, el sistema funciona de fábula y eso es decir mucho, ya que no soy un gran partidario de estos cambios rápidos, salvo en modelos deportivos. Quizás es que la Tracer es capaz de rendir a gran nivel en esa vertiente más dinámica. Sea como sea, el cambio resulta preciso y rápido si lo accionamos de forma natural, tal y como haríamos con uno manual.
Y siguiendo con esa tónica de ayudas electrónicas, llegamos a los modos de conducción. Mejorados para esta versión 2023, los cuatro modos disponibles (Sport, Street, Rain y Custom), cuentan ahora con la función que permite seleccionar el carácter del motor mucho más intuitiva. En este caso, ambos funcionan de forma conjunta de manera que todas las ayudas electrónicas se ajustan al unísono.
Cada modo lleva predeterminados unos niveles de intervención que también son susceptibles de personalizar y evidentemente el modo Custom que ofrece la posibilidad de acomodar todas las funciones al gusto particular de cada piloto.
Jugando con los modos Sport y Street, el primero es mucho más excitante y divertido, te permite reducir la intervención de las ayudas al mínimo para experimentar una conducción más natural y plena, mientras que el segundo se nos antoja ideal para rutear tranquilamente, confiando más en la electrónica y relajar la marcha. El Rain no llegamos a probarlo ya que por suerte gozamos de un tiempo espléndido durante la presentación por carreteras de Cerdeña.
No cambia el corazón de la Tracer. Ni falta que le hace. El tricilíndrico CP3 de 890 c.c. de Yamaha es una auténtica delicia. Potente, con mucho par, solvente a cualquier régimen, con buenos bajos, medios contundentes y una capacidad para estirar en la zona alta que lo convierten en unos de las mejores mecánicas de la actualidad. Su 119 CV son más que suficientes para que los 223 kg de la Tracer se muevan con una soltura y velocidad más que sorprendente.
En cuanto a su parte ciclo, nada cambia, mantiene el bastidor de doble viga de aluminio, una pieza de fundición que aúna una equilibrada rigidez con ese punto de flexibilidad que siempre requiere una moto de calle. Y lo mismo ocurre con el basculante de doble brazo, otro elemento de aleación ligera y sobre todo con las ruedas, componentes que se benefician en este caso de la tecnología SpinForged para reducir su masa y minimizar las inercias.
Los frenos son otro apartado que recibe algunos cambios en esta versión GT+. Para 2023 la Tracer tope de gama opta por renovar todo su equipo en el tren trasero y lo hace en función de la incorporación del nuevo sistema de radar, un elemento que ahora interviene directamente en la frenada como veremos. El nuevo sistema de frenado unificado de Yamaha ajusta la distribución de la fuerza de frenado entre los dos trenes y es por eso que ahora se observa un disco trasero de mayor diámetro (267 mm) y una pinza y un pedal de nuevo diseño. Delante seguimos contando con un doble disco de 298 mm. mordido por pinzas de 4 pistones que ofrecen potencia y dosificación a la carta. Perfecto.
El conjunto ofrece unas sensaciones fantásticas, la Tracer es muy estable en vías rápidas, incluso con las maletas de serie montadas, mantiene la línea sin inmutarse incluso a velocidades de escándalo. Y en carretera de curvas es intuitiva y precisa, con gran aplomo en curvas rápidas y muy ágil en los giros más cerrados, en tanto que los cambios de apoyo fluyen con toda naturalidad, no hay que hacer apenas esfuerzo.
Un motor y una parte ciclo que siguen resultando más que notables, lo que nos lleva a la gran novedad para esta temporada, el conjunto high-tech de la GT+.
Electronic power
Y llegamos por fin al meollo del asunto. El concepto en sí no es nuevo, ya lo hemos visto en otros modelos y marcas, un radar delantero que controla lo que sucede delante de la moto y ayuda a prevenir inconvenientes.
La gran novedad radica en que, en este caso, el sistema también actúa directamente en la frenada. Veamos.
Todo comienza con la instalación en la parte frontal de la Tracer del Milimiter Wave Radar, como dice Yamaha, los auténticos ojos del sistema. Este radar se encarga de leer el terreno y proporcionar información tanto al control de crucero (ACC) como sistema unificado de frenada (UBS).
De forma resumida el conjunto funciona así. El ACC permite escoger una velocidad (entre 30 y 160 km/h) y mantenerla con el vehículo que nos precede, acelerando o decelerando en función de la situación. También podemos escoger diferentes distancias de actuación. Por otra parte, el sistema cuenta con el asistente de adelantamiento, para hacer más suaves estas maniobras y un asistente de curva que funciona de modo parecido. El ACC primero utiliza el freno motor y después activa los frenos para justar la velocidad.
Y por lo que respecta UBS, se trata de una tecnología que aplica una pequeña fuerza de frenado extra cuando el radar detecta un obstáculo y el sistema determina que la frenada del piloto no es suficiente. Si el ACC está activado, aparece una imagen de aviso en la pantalla. Pero cuidado, la Tracer no frenará por ti, sencillamente te echará un cable cuando detecte que tu frenada se queda algo corta.
En la práctica, el sistema se revela muy cómodo y de forma suave, sin brusquedades que podrían comprometer la estabilidad, notas como además de mantener la distancia, la Tracer imprime esa pequeña diferencia de fuerza en la frenada que te permite relajar la conducción consciente de que no habrá sorpresas.
En definitiva, la nueva Tracer 9 GT+ cumple lo que promete con creces. Es una sport-turismo en toda regla, puedes apretarle las clavijas en conducción deportiva y responderá sin rechistar y de forma brillante, mientras que un segundo después es capaz de obsequiarte con un placentero y cómodo disfrute de la ruta a ritmo más sosegado. Y por supuesto, siempre todo bajo control.
Lo que más nos ha gustado y lo que menos...
Solo+
Un motor que es toda una garantía de potencia y versatilidad, una parte ciclo eficaz y equlibrada y un paquete electrónico que aporta nuevas dosis de seguridad y confort.
Solo-
Una pantalla regulable manualmente que no termina de reducir las turbulencias cuando el ritmo de marcha se aviva.
Ficha técnica Yamaha Tracer 9 GT+
| Motor tipo: | Tricilíndrico 4T, DOHC, LC, 12V |
| Diámetro x carrera: | 78 x 62,1 mm |
| Cilindrada: | 890 c.c. |
| Potencia máxima: | 119 CV a 10.000 rpm |
| Par motor máximo: | 93 Nm a 7.000 rpm |
| Alimentación: | Inyección electrónica |
| Emisiones de CO2: | 116 g/km |
| Cambio: | 6 velocidades |
| Embrague: | Multidisco en baño de aceite |
| Transmisión secundaria: | Cadena |
| Tipo chasis: | Doble viga aluminio |
| Geometría de dirección: | 25º y 108 mm |
| Suspensión delantera: | Horquilla KYB semiactiva, con 130 mm de recorrido |
| Suspensión posterior: | Monoamortiguador KYB, semiactivo, con 137 mm de recorrido |
| Freno delantero: | 2 discos de 298 mm con pinzas de 4 pistones, ABS en curva |
| Freno trasero: | Disco de 267 mm con pinza de simple pistón, ABS en curva |
| Neumáticos: | 120/70-17 y 180/55-17 |
| Distancia ejes: | 1.500 mm |
| Altura asiento: | 820 mm - 825 mm |
| Peso -llenos-: | 223 kg |
| Depósito: | 19 l |
| Consumo medio: | 5 l/100 km |
| Autonomía teórica: | 380 km |
| Garantía oficial: | 3 años |
| Importador: | Yamaha Motor Europe España |
| Contacto: | 930173458 |
| Web: | yamaha-motor.eu/es/es/ |