Las trail que disfrutamos hoy en día son corderitos comparadas con la Yamaha TDR 250, una bestia de 2T superdivertida y rabiosa a morir.
Si sabes lo que es una Yamaha RD 350 o, mejor aún, una Yamaha TZR 250, entonces comprenderás lo que es una Yamaha TDR 250...
La TZR 250 era una superdeportiva con motor bicilíndrico 2T, con semimanillares y carenado integral, una moto que, aunque era matriculable, donde mejor se movía era en circuito, una purasangre.
Pues la Yamaha TDR 250 también es una superdeportiva, pero no como imaginas, nada de carenado integral ni semimanillares, pero es infinitamente más divertida y rabiosa, y fuera de los circuitos, que es donde nos interesa.
La TDR 250 es una deportiva, pero de manillar alto, una curiosa supermotard con neumáticos mixtos que nunca llegó a nuestro país, y que fue mítica en Europa. Hoy en día se la denominaría trail asfáltica por su semicarenado, pero es una supermotard, sin duda.
La Yamaha TDR 250 es una supermotard deportiva de altos vuelos
Dotada con el mismo motor bicilíndrico twin de 2T refrigerado por líquido de la Yamaha TZR 250 con 249 c.c. y 50 CV -y con válvula parcializadora de escape YPVS-, prometía brutales sensaciones pero con control total gracias a su ancho manillar y suspensiones de mayor recorrido -150 y 160 mm.
Tenía una estética brutal con sus llantas de radios de 18 y 17”, faro cuadrado encajado en el pequeño semicarenado, su color azul y amarillo y asiento largo corrido que montaba sobre el depósito. Las barras de la horquilla estaban protegidas por unos fuelles de goma, el único punto que estéticamente no cuadra, pero...
A sus mandos podías ver una instrumentación "desestructurada". Y es que el tacómetro estaba sobre el depósito, el velocímetro estaba montado en el manillar y los chivatos y reloj de temperatura del refrigerante estaban montados en el semicarenado. Extrema y diferente en todo.
Un alto manillar de tubo, un enorme freno de disco delantero de 320 mm con pinza de cuatro pistones, y dos agresivos silenciosos de escape asomando por el colín, desataron la locura entre los dieciocho añeros europeos, sobre todo franceses, afortunados ellos.
Con solo 132 kg era una fiera súper divertida que se fabricó entre 1988 y 1993, cinco gloriosos años. Hoy en día es una moto cotizada por su escasez, nada de extrañar... ¡Seguro que te gustaría probarla!
