Yamaha MT-09 ABS: La bestia bajo control

Ningún otro modelo representa mejor esta nueva etapa de Yamaha que la MT-09, un período en el que la firma de los diapasones cruzados parece haberse reinventado; eso sí, sin olvidar en ningún momento lo aprendido en sus ya más de 60 años de historia. Como siempre, la marca japonesa aboga por un producto con alma deportiva y desenfada, y es precisamente en esos dos aspectos donde nuestra invitada de hoy, la MT-09, en su versión 2016, destaca de forma impresionante.

A decir verdad, goza de un estilo que incluso se atreve a ir un poco más allá de los márgenes establecidos, ya que como reza el lema de la familia MT, sus integrantes han nacido para mostrarnos el lado más oscuro de la habitualmente estricta mentalidad japonesa. Por ello la MT-09 es una de las motos más radicales y agresivas fabricadas en los últimos tiempos. Su filosofía transgresora, junto con un motor tricilíndrico con una entrega de par brutal y una parte ciclo que nos invita a buscar su límites, son solo algunas de las características que mejor la definen.

En líneas generales es un modelo joven que vio la luz el mes de septiembre de 2013 y, ya desde entonces, ha logrado consolidar su estilo y dar nueva vida a una familia que hasta su lanzamiento tenía en la grande y pesada MT-01 de 1.700 cc y la anterior MT-03, monocilíndrica de 660 cc, unas representantes muy poco convincentes de este concepto. Pero la MT-09 cambió todo esto, en apenas un par de años se ha situado como una de las naked de referencia en toda Europa, con más de 20.000 unidades vendidas que dan la razón a la, en su momento, atrevida apuesta del fabricante nipón.

El primer contacto con la nueva MT-09 fue en la rueda de prensa anterior a la jornada de pruebas. Ya habíamos visto alguna que otra foto de ella con la nueva coloración Night Fluo, la misma que podéis ver en las fotos y sin duda alguna la que mejor representa esta versión 2016 con su llamativo amarillo fluorescente. Hay que decir que en apariencia no hay cambios más allá de las nuevas coloraciones o decoraciones, pues la verdadera chica de la fiesta era su nueva hermana menor, la nueva MT-03.

Pero esta temporada, la 09 sí que recibe una novedad importante que no solo la hace funcionar o comportarse de forma mucho mejor que a sus antecesoras, sino también, por sí solo, puede cam­biar el carácter de esta bestia y acercarla, aunque parezca imposible, un poco más a un público más generalista. Muchos ya habréis imaginado que nos estamos refiriendo al nuevo sistema de control de tracción, un dispositivo de seguridad activa ya visto en la XSR 900 y que, al menos por el momento, solamente estará disponible en el modelo ABS de la MT-09. 

Lógicamente, esta fue la versión que tuvimos la suerte de probar por las carreteras aledañas a la turística localidad de Altea, en Alicante; la organi­zación de Yamaha confeccionó un recorrido ideal para que rememoráramos las numerosas bondades de su radical naked y, sobre todo, lo bien que le ha sentado la incorporación del control de tracción.

No hace mucho que pude probar la XSR 900, en muchos sentidos, el alma gemela de esta MT. Esto me sirvió para darme cuenta de lo diferentes que son ambos modelos a pesar de compartir algo más del 90 % de sus piezas. El principal punto de des­encuentro se sitúa en su posición de conducción; la MT-09 es una moto diseñada para sacar nuestro lado más oscuro motorísticamente hablando, por ello se ha ideado una posición que favorezca el control total de la moto y que la gran mayoría define como un punto intermedio entre una naked y una su­permotard.

Como siempre, sobre ella, adoptaremos una postura bastante erguida y muy cercana al ma­nillar; esto, aunque hace que nuestra espalda quede recta, mantiene los brazos bastante flexionados, el asiento se ha colocado a unos buenos 815 mm –es un poco duro– y las estriberas se han elevado para que las piernas quedan flexionadas. Todo ello viene de maravilla para incrementar la manejabilidad y go­bernabilidad de la moto en cualquier circunstancia. Gracias a ello, a su ligereza y agilidad, la MT-09 es una de las motos más ratoneras y divertidas que he­mos probado. Nos gustaría añadir el adjetivo fácil a la descripción, pero todo dependerá del nivel de intrusión que permitamos de las distintas ayudas electrónicas que Yamaha nos aporta.

La 09 es una moto interactiva, gracias a su elec­trónica podemos interactuar con ella y cambiar su carácter dependiendo de lo que deseemos en ese momento. Todo ello lo conseguiremos a través de sus diferentes mapas motor que, como ya sabréis, son B, Standard y A, ordenados del más dócil al más agresivo. Sobre ellos, debemos decir que su configuración o curva de potencia es exclusiva de la MT-09; de hecho, aunque muchos puedan pensar que debe ser la misma que, por ejemplo, en la Tracer 900 o la XSR 900, van muy desencaminados. Yamaha ha reservado para nuestra invitada unos parámetros mucho más contundentes que ofrecen una respuesta más rotunda que en sus compañeras de gama.

Esta temporada la situación mejora más si cabe, puesto que en las unidades de 2016 dotadas de ABS también dispondremos de la inestimable ayuda del control de trac­ción con tres niveles; 1 con mínima intrusión, 2 máxima intrusión y una tercera opción para los más atrevidos con la posibilidad de desconectarlo por completo.

Realmente la llegada del control del tracción es un gran aliciente para la MT-09, porque los más inexper­tos tendrán una ayuda excelente, ya que por muy bruscos o descuidados que seamos acelerando, este siempre actúa de forma rápida y casi imper­ceptible en la mayoría de las ocasiones. Durante las pruebas tuvimos tiempo de probar todas las configuraciones posibles entre control de trac­ción y mapas de motor para darnos cuenta de lo absolutamente adaptable que es la 09.

La entrega del motor, incluso en la opción B, nos aporta muy buenas sensaciones; lógicamen­te los que busquen más emociones en mo­mentos puntuales tendrán en la posición A su predilecta, aunque siempre os aconsejaremos, como mínimo, la posición 1 del control en el TC por si nos encontramos con un imprevisto que no tuvié­ramos controlados.

Realmente, el TC es una extraordinaria medida de seguridad y una ayuda más para mantener bajo control al poderoso tricilíndrico de la MT. De hecho, esto nos puede llevar incluso a confiarnos, lo que no es muy aconsejable. Las cosas pasan muy rápido sobre una 09, por suerte, en cuanto a frenos va­mos absolutamente sobrados, ya que con solo dos dedos ejerceremos la fuerza suficiente para que el par de discos delanteros de 298 mm y sus pinzas radiales Advics de cuatro pistones actúen de forma tan contundente como precisa.

Por si fuera poco, el disco trasero de 245 mm y su pinza de dos pistones también gozan de unas prestaciones muy buenas que nos dan la opción tanto de timonear en las cur­vas –en la versión sin ABS– como en los conduc­tores de nivel Pro, de incluso llegar a clavar la rueda posterior para iniciar ciertos derrapes.

En lo referente al chasis, tampoco hay queja posible como tampoco en lo referente al basculante; entre ambos llevan a cabo una magnífica labor que es so­bradamente conocida por los actuales propietarios de 09. Aunque toda gran moto siempre tiene un pero, y pa­rece que, aun siendo una de las mejoras demandadas por los usuarios de las primeras unidades, en las ver­siones 2016 el amortiguador posterior sigue sin cam­bios.

Y es que con una moto con la poderosa entrega de esta MT, nos sigue pareciendo que el conjunto amortiguador de 130 mm y mecanismo progresivo de anclaje continúan desarrollando un pack poco consis­tente para la MT-09, la hace ser demasiado sensible a los asfaltos muy bacheados y provoca ciertos mo­vimientos indeseables en conducción deportiva. Por suerte, los interesantes 8.599 euros que cuesta la versión ABS+TC –solo 7.899 euros en la estándar– pueden dar mucho de sí de cara a futuras mejoras.

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