La multinacional japonesa Yamaha anunciará este jueves el cierre de la fábrica de motos de Palau-solità i Plegamans, en la provincia de Barcelona. La compañía justifica esta decisión, que ha pillado por sorpresa a trabajadores, sindicados y Generalitat, por una fuerte caída de las ventas de motocicletas en Europa. El cierre afectará a unos 430 trabajadores y Yamaha se queda con una única fábrica en Europa, la que tiene en Francia.
El lanzamiento de la nueva moto X-Max en el 2010 permitió a Yamaha superar los expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales e incrementar la cifra media de trabajadores de 409 en el 2009 a 430 en el ejercicio pasado. A final del 2010, la factoría contaba con una plantilla de 550 empleados incluyendo los temporales contratados de refuerzo.
El pasado mes de diciembre, el presidente y directivo histórico de Yamaha en España, Jorge Lasheras, abandonó la compañía después de 22 años y fue relevado por Hajime Yamaji, máximo responsable de Yamaha en Europa, que asumió su cargo con el objetivo de cerrar la factoría.