X Butifarrada popular Randy Moto Club

Esta vez ha vuelto el evento a realizarse en la explanada del famoso y restaura­do castillo de Pallejá (Barcelona), cas­tillo-palacio que data del siglo XVI y XVII, de estilo renacentista y que fue mandado cons­truir por Ramón Martí de Torrelles en 1959.

En la segunda mitad del siglo XVIII, en tiempos de Carlos III, cuando se constru­yó la nueva carretera general, el castillo fue convertido en hostal. En 1809, durante la Guerra del Francés, fue cuartel del general José Manso y Solá y de su Batallón de Caza­dores de Cataluña. Posteriormente el casti­llo fue ocupado alternativamente por los dos ejércitos. Finalmente, las tropas del general Suchet ocuparon nuevamente el castillo y el pueblo de Pallejá. Durante la década de 1990 fue cuidado­samente restaurado y actualmente acoge diferentes servicios municipales del Ayun­tamiento de Pallejá, así como la Biblioteca Municipal.

Bueno, volviendo a la matinal, nuestros an­fitriones tenían la parrilla preparada con las sabrosas butifarras asándose. Conforme lle­gábamos nos íbamos apoderando de una de ellas entre un panecillo más la bebida (por 6 €). También aproveché la oferta de comprar un par de camisetas del club por tan solo 1 €. Me senté junto a otros asistentes hasta ter­minarme el desayuno y saludé a varios ami­gos y conocidos.

También quise acercarme al museo que está a un tiro de piedra de allí y así hice. Ha­bía un grupo de pallejanenses, entre ellos va­rios amigos a los que saludé, besos para las chicas, apretones de manos y abrazos para los chicos. Justo en la entrada del museo se podían apreciar las reliquias arqueológicas de los tiempos iberos (layetanos), romanos y más, dentro de una vitrina. En otras salas se pueden ver además muchos aparejos de labranza, herramientas para el campo, mue­bles, las primeras máquinas de escribir, una exposición de sillas, etc.

Volviendo a la concentración, en la pla­za del castillo tuve la ocasión de saludar y hablar con J. Mingorance e intercambiar impresiones de la matinal. El club este año ha organizado juegos moteros, carrera de lentos, prueba de agilidad, etc. También hubo baile country a cargo de la Escuela de Ángels Pintó.

A media mañana se anunció la salida para la ruta. Subidos en nuestras monturas nos fuimos colocando en hilera preparados para salir. Al minuto ya estábamos listos y circu­lando por las calles de la población. Al regresar, junto a unos amigos, tomamos unas cervezas (la mía sin alcohol) y anuncia­ron por megafonía que aún tenían la opor­tunidad de comprar más números para los sorteos.

Entre los regalos vimos libros, mochilas, bolsas porta casco, gafas, reloj, camisetas made in USA, botella de brandy Gran Duque de Alba (valorada en 29 €), un jamón, etc. Finalmente, los chicos del Moto Club Ran­dy dieron las gracias por la asistencia y nos despedimos.

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