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Un viaje por el Himalaya con unas Royal Enfield, una experiencia de otro mundo

Parece que si vas a la India a descubrir el país en moto, sí o sí debes ir sobre una Royal Enfield, así que hicimos un viaje por el Himalaya con unas Royal Enfield, como debe ser, y fue realmente único, maravilloso, lleno de experiencias.

«La morada de las nieves perpetuas» es el significado de la palabra Himalaya en sánscrito, y este sería nuestro territorio a recorrer, una cordillera mítica.

Era un viaje deseado, aplazado en 2020 por la pandemia, a unas carreteras que abren de mayo a octubre por las nevadas y que se embarran desde junio por las lluvias monzónicas. Raj buen amigo y dueño de la agencia que montó la ruta, nos aconsejó la primera quincena de junio. Acierto total, todos los días con sol excepto el último.

 

Fuimos ocho los componentes de la expedición: Fernando, Gregor, Joan, Mar, Marina, Montse, Pepito y Pilar. Cande y Cristóbal, dos amigos también habituales, esta vez abandonaron el proyecto por motivos laborales.

Foto de un viaje por el Himalaya
El grupo dispuesto a todo. A medio camino cambiamos las Bullet por las Himalayan, y fue un cambio a mucho mejor.

Así transcurrió nuestro día a día

Día 1. De Barcelona a Delhi vía Abu Dhabi.

Día 2. De Delhi a Chandigarh, 280 km. Llegamos a las 4 de la madrugada, pero se hacen las 6 entre controles y equipaje. El minibús ya esperaba y salimos. Resulta imposible describir la “especial” forma de conducir en India: vacas y cabras por la autovía, adelantamientos rozando y pitando todos, coches en contra dirección hasta un metro antes de chocar, etc. Un espectáculo que nos mantiene despiertos a pesar del cansancio.
Chandigarh tiene la renta per capita y alfabetización más alta del país y es Patrimonio de la Humanidad por la cantidad de obras de Le Corbusier que tiene. Visitamos alguna por la tarde y cenamos súper picante. Total: un excitante primer día.

Foto de un viaje por el Himalaya

Día 3. De Chandigarh a Manali 332 Km. Iniciamos el día en un taller con una avería en los frenos del minibús. A nuestro alrededor un mundo variopinto: un limpiador de oídos, un vendedor de cocos, sikhs con grandes turbantes y navajas, un mendigo…Después templamos los nervios para un largo recorrido hasta Manali. Llegamos a la 1 de la madrugada tras horas de parón por un bus caído en la carretera. Al otro lado del incidente, los coches han ocupado los 2 carriles y el minibús pasa obligándoles a retirarse como pueden. Cena en camino y a dormir.

Resulta imposible describir la “especial” forma de conducir en India: vacas y cabras por la autovía, adelantamientos rozando y pitando todos

Día 4. Manali (2.050 m de altitud). Hoy visitamos los baños sagrados de Vashisht de 4.000 años de antigüedad y el Templo de Hadimba de 1.500 años en medio de un bosque de cedros impresionante. Esta diosa con su leyenda, aparecen en las epopeyas del Mahabharata. Por la tarde llevan las motos al hotel, 5 Royal Enfield Bullet Standard de 500 c.c. Tras probarlas damos un paseo por el bazar. Por la noche, Raj nos invita a ver como Bharni y Ram, los conductores, elaboran Naan en un fogón, con gran habilidad. Luego lo comen con verduras.
A partir de mañana, las etapas irán marcadas por los escasos (y precarios) alojamientos en el recorrido.

Día 5. De Manali (2.050 m) a Jispa (3.200 m), 147 Km. Antes de iniciar la ruta, un santón realiza una ceremonia de buena suerte. Nos bendice uno a uno así como a las motos y nos coloca una pulsera, a las mujeres en la izquierda y a los hombres en la derecha. La altura se nota, Fernando tiene dolor de cabeza y su moto se ahoga. En 30 km se llega al nuevo túnel de ocho km que atraviesa las entrañas de la gran cordillera. Antes de él, el valle de Kullu y al otro lado el árido valle de Lahaul donde los monasterios budistas sustituyen a los templos hindúes.

Las motos son duras pero las condiciones de la ruta provocan algunas averías

Joan pincha antes de salir del túnel y la moto de Gregor se para. La carretera, en muy mal estado, sube y baja por el Keylong cruzando puentes sobre el río Chandra entre paisajes impresionantes. Hay un intenso tráfico de camiones con peligrosos adelantamientos, donde la moto es la más débil. Desde Jispa hay bellas vistas a los valles y picos nevados.
Por el día hemos llegado a 15 grados, pero por la noche el frío es intenso. El alojamiento de hoy es simple pero entre paredes.

Foto de un viaje por el Himalaya
La conducción es realmente peligrosa en algunos tramos…

Día 6. De Jispa (3200 m) a Sarchu (4.253 m), 75 Km. Soy la única chica que sube hoy a la moto. Marina tiene mal de altura, Mar se recupera aún de una fractura y Montse no se anima en estas carreteras, así que irán en el minibús. En 30 km empieza una empinada subida que asciende 1000 m en 18 km, entre cascadas heladas. Adelantamos un largo convoy de camiones militares que van a un campamento cercano a Sarchu, construido con tiendas y uralitas. Imaginamos el frio que deben pasar.
Arriba está el Paso de Baralacha La (4.891 m) con paredes de hielo y nieve de varios metros, el paisaje te hace olvidar la dureza de la maltratada carretera. Allí nos paramos a comer unas galletas y beber agua ya que vamos bastante más rápidos que el minibús.

Realizamos la primera parte del viaje sobre cinco Royal Enfield Bullet Standard de 500 c.c.

Bajando hacia Sarchu, hay que registrarse por ser zona militarizada e inicio del estado de Ladakh, parte de Cachemira ahora independizada.
Nos alojamos en un campamento con luz solo 3 horas desde el anochecer (19 h) y agua caliente que traerán en un cubo a las 6 de la mañana. No hay ducha, el WC va con un cubo debajo del grifo y la cama parece una madera pero…no hay elección. Está contratada la cena y tienen los víveres justos para ello, así que para la comida sacamos unos panecillos y embutidos envasados que traemos e improvisamos unos bocatas. En la cena tomamos cosas muy calientes porque estamos bajo cero y hace mucho frío. Marina está resfriada y todos tenemos sensación de agotamiento por la altura.

Foto de un viaje por el Himalaya
Vista al valle del río Chandra.

Día 7. De Sarchu (4.253 m) a Leh (3.500 m), 240 Km. La noche ha sido muy mala por la cama y el frío. A las 6 de la mañana llega el cubo de agua caliente; la de los grifos está congelada, no sale. Nos abrigamos bien, estaremos casi siempre a 4.000m. Seguimos el río, y a una altura de 4180 m empiezan las 22 curvas de 180ª (Gata loops) que acaban en al Paso Nakee La (4739 m) y el Paso Lachulung La (5.065 m). Este tramo es uno de los peores del viaje, muy estrecho al borde del precipicio, con derrumbes y poco asfalto, además de docenas de camiones militares que ocupan todo el ancho de la carretera. En un frenazo de un adelantamiento, Pepito cae y se da un fuerte golpe costal y en otro Joan ha tenido que salirse a la cuneta inexistente. Son 80 km que nos llevan 5 horas y una prueba de resistencia. Arriba paramos a reponer fuerzas.

La naturaleza que nos rodea en el viaje por el Himalaya es salvaje e imponente con enormes paredes de roca y mucha nieve

La naturaleza que nos rodea es salvaje e imponente con enormes paredes de roca y mucha nieve. A continuación sigue el espléndido altiplano del valle de Skyangchu Tang de 42 km con grandes rectas que permiten correr. Está lleno de tiendas de nómadas y rebaños de animales como los yaks que cruzan libremente. Allí, la moto de Fernando se para por la altura y habrá que esperar al mecánico. El guía se queda y el resto seguimos con su moto. En 70 km bajamos y luego subimos al Tanglang La (5320 m) con vistas insuperables a las montañas nevadas y al lago Tso Kar. Bajamos de nuevo y volvemos a subir a 5350 m con nieve sin retirar en el piso y mucha agua de deshielo. Abajo, en Upshi, paramos a esperar al guía y al minibus. Pepito decide dejar la moto, el costado le duele en cada bache y la moto de Gregor no quiere arrancar. Pasamos 2 controles, cruzamos el río Indo y seguimos hacia Leh. Han sido 10 horas encima de la moto y estamos agotados.

Foto de un viaje por el Himalaya
Las carreteras en algunos tramos están fatal…

Las condiciones son duras de este viaje por el Himalaya, por la noche el agua de los grifos se congela, y el cansancio se acumula

Día 8. De Leh al Valle de Nubra, 120 Km. Para seguir más allá de Leh se necesita un permiso especial que ayer no pudimos obtener por llegar tarde y hoy es domingo. Raj va a casa del comisario a pedírselo y lo consigue. Hemos cambiado las motos por unas Himalayan de 411 c.c. más trail y ligeras. Son casi nuevas, como un juguete. El viaje por el Himalaya afronta una nueva etapa con estas motos.
Para llegar al Paso de Khardungla, que según el letrero es la carretera transitable más alta del mundo (17.982 pies ó 5.602 m) hay 39 km en los que la carretera sube 2.000 m. Hay 4 controles antes de la cima y 1 en la bajada. En el primero se agolpan más un centenar de motos que simplemente suben para hacerse la foto y hay cola para ello. Seguimos subiendo hacia el Karakorum donde la carretera está llena de nieve. Paramos justo después en una cabaña, para probar comida tibetana: thenthuk (sopa de fideos con vegetales).

En este viaje por el Himalaya pasamos por el Paso de Khardungla, que es la carretera transitable más alta del mundo a 5.602 m

La fisionomía de la gente ya es tibetana. La bajada del puerto es muy motera y preciosa, llena de glaciares pero al llegar al valle se complica, hay mucha arena resbaladiza y ríos que atraviesan la carretera. Son las dunas entre Diskit y Hunder Village donde viven los camellos bactrianos. Estamos contentos, hemos conseguido unas cabañas para esta noche. Descansamos un rato en su jardín tomando un té de jengibre con miel y decidimos cambiar la ruta de mañana y no ir a Turtuk (último pueblo antes de Pakistán) que serían unos 250 km pesados y visitar cosas más cercanas. Cenamos comida tibetana: sopka manchurii (tomate y pan), Thenthuk, Balep korkun (pan plano), una especie de frijoles y varios tipo de arroz. Todo muy bueno.

Foto de un viaje por el Himalaya
De Manali a Jispa, un tramo complicado.

Probamos la comida tibetana, diferente pero muy buena, Thenthuk, Sopka Manchurii y Balep korkun

Día 9. Valle de Nubra, 140 km. Salimos a las 6 para visitar el antiguo monasterio de Samastanling con pinturas centenarias que representan la noria de la vida y los 7 niveles. Después vamos al monasterio de Diskit, que alberga una escuela para niños tibetanos. Está colgado en la pared de la montaña con maravillosas vistas al valle de Nubra y rodeado por las cimas nevadas del Himalaya. Subiendo más de 250 escalones se llega al gompa con su Buda Maitreya y un gran tambor. No nos permiten ver los objetos rituales pero sí una reliquia con leyenda. Dicen que el monasterio fue saqueado varias veces por los mongoles y mataron a uno de ellos que era un demonio. Cada día regresaba al lugar hasta que le cortaron la cabeza y las manos y en una sala nos enseñan la espada, la calavera y las manos momificadas. Fernando ha seguido subiendo escaleras hasta unos pequeños pasillos que llevan a las celdas. Uno de los monjes le permite seguir subiendo hasta la gran sala de oraciones decorada con pinturas tibetanas. Enfrente del monasterio visitamos al gran “Buda coronado” de 32 m inaugurado por el Dalai Lama en 2006 y desde el que se divisa Pakistan, el valle, el río y el monasterio. Una visita muy interesante.
Después de comer vamos por un camino perdido entre las dunas al pequeño y bello lago sagrado de Yarab Tso, escondido entre montañas. Surgió en el lugar donde dicen cayó uno de los 7 pies de la creación de Buda. De vuelta, descansamos de nuevo en el jardín antes de una barbacoa. En este viaje por el Himalaya se disfruta de absolutamente todo, aunque también se sufre.

Foto de un viaje por el Himalaya.
Las Gata Loops subiendo al Nakee La.

A partir del octavo día de viaje cambiamos nuestras monturas por unas nuevas Royal Enfield Himalayan, que son mucho más ligeras, fáciles y divertidas de conducir

Día 10. De Nubra a Pangong, 185 km. Salimos atravesando vaguadas llenas de agua y cruzando varios puentes sobre el río Indo que hace frontera con China. Descendemos curveando por un espectacular desfiladero y unas gargantas. El paisaje parece un sueño que acaba en el valle de Shayok, lleno de lagunas y animales y al final buen asfalto y rectas que invitan a correr. Sin embargo, la zona es un continuo campamento militar y nos paran para recordarnos que nada de fotos. Por allí son frecuentes las escaramuzas con los chinos, que la invaden para intentar conseguir el lago Pangong, del que ahora tienen el 70%. La última fue hace solo 15 meses. Joan dice que ha visto armamento pesado.
El campamento de hoy del viaje por el Himalaya está en lo alto de una colina con vistas superbas al precioso lago azul de 144 x 5 km. Aún con sol hace mucho frío y tanto viento que levanta las telas. Hay luz de 7 a 10 de la noche y agua caliente a las 6 de la mañana. Improvisamos unos bocatas como comida y vamos a descansar un rato, bien tapados. A las 18 horas alguien chilla en la puerta de la tienda, sin pedir permiso abre la cremallera y aparece un nativo con un termo en la mano diciendo: Coffee or tea? Lo hizo en todas las tiendas. Cenamos y apuramos las horas de luz artificial hablando. El frío es muy intenso.

Foto de un viaje por el Himalaya
Paso de Tanglang La a 5.328 m.

Visitamos al gran “Buda coronado” de 32 m inaugurado por el Dalai Lama en 2006 y desde el que se divisa Pakistán, el valle, el río y el monasterio

Día 11. De lago Pangong a Thiksey, 115 km. A las 6 de la mañana se repite la escena del termo. Ha amanecido nublado. Retrocedemos unos kilómetros para coger otro puerto con una carretera que empeora a medida que subimos. Es angosta con piedras y agujeros hasta llegar arriba, a 5.391 m, donde baja de golpe la temperatura y nieva débilmente. En el descenso hay un gran derrumbe y cortan la carretera al llegar Fernando y Pilar, que quedan solos y se retrasan casi dos horas. Hasta el valle la ruta sigue en muy mal estado, algo habitual en este viaje por el Himalaya.
En el campamento de hoy hay luz y agua pero la ducha es un cubo para echarte el agua por encima. Nos entretenemos en el salón-bar practicando yoga con Raj que adopta posturas imposibles. El camarero enciende la luz metiendo los cables directamente en el enchufe. La cena es muy picante y acompañamos un buen postre con ratafía que traen Marina y Joan.

Foto de un viaje por el Himalaya
Paso Khardung La a 5.602 m.

En Leh, nuestro final del viaje por el Himalaya, nos despedimos de las Royal Enfield Himalayan, no sin pena; nos han dado buenos e intensos momentos

Día 12. De Thiksey a Leh, 30 km. A las 3 de la madrugada nos despierta la llamada desde un minarete y a las 6 la del monasterio de Thiksey, ambas con altavoces.
Tras el desayuno visitamos el precioso monasterio de Thiksey, al que llaman “el pequeño Potala” por su parecido con el de Lhasa. Al llegar, los monjes están entonando mantras en la sala de oraciones, los de más edad delante y los niños jugueteando al final. Estando en una sala anexa llena de pequeños budas, oímos el sonido de las trompetas tibetanas y volvemos corriendo. Asistimos a una ceremonia en la que los monjes hacen sonar las enormes trompetas (dungchen), las caracolas (shankha), los tambores y las campanillas (rin gong), alternan rítmicamente los sones y los mantras. Es un momento mágico que contemplamos hipnotizados.
En Leh nos despedimos de las Himalayan, no sin pena, nos han dado buenos e intensos momentos en este viaje por el Himalaya. Acabamos el día visitando el Palacio Real y haciendo algunas compras en el bazar.
Antes de regresar a casa el grupo seguirá 10 días en India visitando diversos monumentos.

Foto de un viaje por el Himalaya
Al fondo monasterio de Thiksey. Las Himalayan se portaron muy bien.

A destacar del Viaje por el Himalaya

Kilómetros totales: 1.050
Recorrido: por la cordillera del Himalaya empezando a 2.050 m en Manali y no bajando de los 3.200 m. Atravesamos 7 puertos por encima de 4.500 m. El más alto Khardungla a 5.602 m.
Nivel de dificultad: es un viaje duro por las carreteras, la conducción y el clima. Los alojamientos son muy básicos. Hay que ir mentalizado. Iniciamos el viaje en moto 4 parejas y acabamos Fernando con Pilar, Gregor y Joan.
Averías: hubo 6 averías esperables por la altura y 1 pinchazo. Ninguno con las Himalayan.
Papeleo: pasamos trece controles policiales. Importante tener toda la documentación en el móvil y en papel.
Gente: los indios piden repetidamente hacerse fotos contigo, aún resultamos extraños.
Comida: si os gusta la comida picante, disfrutarás. En general es muy barata.
Logística: dispusimos de un minibús para llegar a las montañas y transportar equipajes y equipos, de un guía, un mecánico, dos conductores y dos asistentes para cualquier problema, controles y permisos. Nuestro agradecimiento a Incredible Rural India, a Raj y su equipo que tuvieron un trato impecable e hicieron lo imposible para que todo fuera rodado.

Texto: Pilar Piloto: Nando  Fotos: de todo el grupo

Foto de un viaje por el Himalaya
Ceremonia budista en Thiksey.

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