En la convocatoria decía que habían diseñado varios escenarios “en los que podréis poneros en la piel de un deportista de élite”. Para ello, decía en el mismo comunicado, se habían recreado tres situaciones diferentes. La primera, un escenario en que experimentaríamos cómo un piloto del Mundial entrena diferentes habilidades como reflejos y equilibrio, y cómo se familiariza con los trazados. El segundo espacio consistía en dos simuladores de MotoGP con los que, advertían, se podían alcanzar hasta 58º de inclinación. “En el tercer y último escenario, hemos recreado un box del equipo Repsol Honda, incluida la moto de 2015, para que puedas intercambiar impresiones con Marc Márquez y Dani Pedrosa”.
Con esta perspectiva tan atrayente nos presentamos en la majestuosa sede de Repsol en la calle Méndez Álvaro, y lo que nos encontramos superé todas nuestras expectativas. Básicamente, lo que el equipo de comunicación de Repsol había puesto en pie fue una especie de “parque de atracciones” en el que fuimos pasando por al diferentes fases mencionadas… ¡Y nos lo pasamos como se ve en las fotos!
Lo más “duro” fue los simuladores, dónde con Pedrosa y Márquez de profesores de lujo sudamos tinta. Dani y Marc tuvieron su momento de “venganza”: los habitualmente criticados –léase pilotos- pasaron a ser los críticos. Mientras se partían de risa y se guardaban para ellos lo que pensaban –¡¡¡en esto se les vio claramente faltos de entrenamientos!!!-, nosotros luchamos con todas nuestras fuerzas con los efectos de la gravedad.
“Vamos, vamos, busca el suelo con el codo” insistía Marc no sin rintitín, mientras, reconozco, estaba luchando a brazo partido con mi amor propio. Las fuerzas me pedían tirarme de la moto, pero pudo más la vergüenza que el dolor. Eso sí, mientras escribo esto, las agujetas me taladran todo el cuerpo…