Última etapa del PuntApunta 2019: Zaragoza - Castellón (456km)

Última etapa del PuntApunta 2019: Zaragoza - Castellón (456km)

El sábado 25 de Mayo arrancaba la última etapa del PuntApunta 2019. Una vez cargamos las motos, pasamos por el recinto ferial para marcar nuestro pasaporte con el primer sello del día -donde la organización nos deseó una buena ruta- arrancó el tercer y último día del PuntApunta.

Me gustaría hacer una mención especial a este grupo de amabilísimas personas que forman el equipo de la organización.

Entregados a la causa, haciendo su trabajo de manera impecable, su amabilidad y calidez reconfortaba en cada parada, donde te daban la bienvenida, te indicaban dónde estaba todo lo que necesitabas, y te deseaban un buen final de ruta. Un placer compartir la experiencia con este grupo tan especial de personas.

Salimos de Zaragoza virando nuestro rumbo hacia el sur por sinuosas carreteras hasta pueblos como Belchite o Cortes de Aragón.

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Incluso en algunos puntos nos adentramos hacia el centro de la península para disfrutar algunos cerradísimos puertos de montaña con asfalto impecable, como uno en el que alcancé y adelanté a un nutrido grupo de GS's para disfrutar de terreno despejado y aprovechar la estabilidad y agilidad de mi BMW K100GTL cuando hay buen asfalto.

Hora de disfrutar con mi BMW K1600GTL

Tuve ocasión de compartir un memorable trozo a un ritmo elevado con un compañero a lomos de su GS Adventure, que previamente había adelantado, pero que decidió dejar atrás a sus compañeros y seguirme.

Lo pasamos como niños, vigilando de no arrastrar las estriberas de mi K1600GTL por el rugoso asfalto y disfrutando de las vistas que por el retrovisor tenia de su GS tumbando y enlazando curvas como si de una coreografía ensayada se tratase.

En el siguiente cruce, el compañero se paró, supuse que a esperar a sus amigos, y caí en que es lo que debería hacer yo también. Así que di media vuelta y aproveché a charlar con él mientras nuestros compañeros nos alcanzaban.

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Se trataba del dueño de la tienda Touratech Galicia, situada en A Coruña, donde recogimos nuestras botellas para llenarlas de agua del Atlántico. Le mando un saludo desde aquí y le felicito por las instalaciones de la tienda, repleta de caprichos allá donde pongas la vista.

Me vinieron muy bien esos minutos de descanso, para relajar el cuerpo, y adoptar una actitud mas tranquila desde ese momento hasta el fin de la ruta.

Al poco tiempo llegamos al punto de avituallamiento, del que no hemos hablado antes, pero en donde la organización se encargaba de darnos bien de comer a media mañana.

Una espectacular empanada gallega el primer día, un bocadillo de jamón el segundo y una riquísima sopa castellana el tercero.

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Tuvimos que cruzar un pequeño rio sobre una estable plataforma de hormigón para ganarnos la sopa, y fue un momento muy emocionante.

Que la emoción no se acabe

Ya por la tarde abordamos la mayor dificultad del día, que fue una carretera con grava.

Estaba perfectamente anunciada en el roadbook, lo que nos permitió no sufrir ningún susto por despiste. Separé los dedos de la leva del freno delantero y me dediqué a pisar enérgicamente el freno trasero y que el ABS se las arreglase para mantenernos en la trazada.

En una parada para comentar la jugada, saqué una bonita foto de la carretera ascendiendo por la montaña en forma de ese con varios grupos de motos reagrupándose.

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Poco después llegó el final de la ruta, sellamos en el último punto de control, al pie de la playa, lo que nos permitió soltar el agua que habíamos recogido en A Coruña y dejarla fluir por el Mediterráneo.

Fue un momento muy especial, y estábamos todos felices de haber llegado hasta ese punto habiendo disfrutado tanto de la moto y de una forma tan sana. Se notaba en las caras de felicidad que todos teníamos.

El último sello en el pasaporte nos lo pusieron en el Gran Casino de Castellón. Donde un gran arco nos esperaba junto con una gran peana en la que todos los participantes subíamos a hacernos la foto final, como así daba fe la placa metálica que nos acreditaba como finishers de la sexta edición del PuntApunta.  

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Después de la ducha reglamentaría, llegó uno de los mejores momentos del PuntApunta, el cóctel final al que nos invita la organización.

¡Adiós PuntApunta 2019!

Nos sacaron toda clase de picoteo y arroces para cenar, también pudimos mojar la garganta e hidratarnos para seguir contando a nuestros compañeros todas las aventuras vividas, hablar con los nuevos amigos que han surgido a lo largo del camino, a los que nos costó reconocer una vez desprendidos de su traje de cordura, casco y moto.

Durante el cóctel la organización repartió numerosos premios entre los participantes: Viajes, Cascos, experiencias, de todo.

También nos informaron de la aventura que están preparando para sacar provecho de las cualidades Trail de las GS sobre la geografía marroquí. Una señora aventura sin duda.

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Nos fuimos a la cama con una sonrisa, y nos levantamos poniendo rumbo a casa, la de algunos en la otra punta de la península, pensando en lo bien que lo habíamos pasado y en por qué no hacíamos eso más a menudo.

El lunes entendimos por qué. Superada la última etapa del PuntApunta 2019, y ya en casa, estamos deseando saber lo que nos deparará la séptima edición del PuntApunta, pero eso será en 2020

Texto y fotos de: Darío López

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