No hay duda de que la Triumph Thruxton R es una moto diferente, con una marcada personalidad, a la que le ha venido muy bien la última renovación, en la que se le ha proporcionado 100 CV de potencia y una parte ciclo espectacular.
Un modelo que combina perfectamente elementos clásicos como las llantas de radios, el aleteo de los cilindros y los falsos carburadores, tapón tipo Monza con bisagra, asiento monoplaza y colín, tija pulida, o la tira de acero que recorre la parte superior del depósito de combustible, con un alarde de sofisticación técnica; horquilla invertida Showa BPF de 43/120 mm, amortiguadores Öhlins multiajustables de 120 mm, discos de freno de 310 mm con pinza de anclaje radial Brembo de cuatro pistones y bomba radial, embrague antirrebote, acelerador electrónico, tres modos de conducción y control de tracción desconectable…
Y por si todo esto fuera poco, Triumph dispone de una larga lista de accesorios para que cada usuario la personalice a su gusto, desde un sinfín de pequeños detalles hasta la instalación de kits como el Track Racer que equipa nuestra protagonista de hoy, que enfatiza su vertiente deportiva y nos transporta a la época en que las café racer rugían por los alrededores del Ace Café mientras sonaba una canción en el Jukebox…
Y qué mejor lugar para retratar esta Triumph que el Ace Café Barcelona, un sitio ideado y construido por y para aficionados del mundo del motor, que da la bienvenida a todos los que comparten su pasión por las motocicletas, los coches y el rock n’roll.
Componentes
El kit Track Racer está compuesto por un carenado Café Racer de cuatro piezas en plástico inyectado, que incluye una pantalla de revestimiento duro y un subchasis de aluminio. Con su instalación, además de conseguir un cambio estético total, se gana protección aerodinámica, algo que no está de más si tenemos en cuenta las prestaciones que se esconden bajo el motor bicilíndrico.
El juego de silenciosos de acero inoxidable con acabado cepillado, fabricados por los especialistas californianos en escapes Vance&Hines, han sido diseñados para ser más cortos y ligeros que el escape original. Proporcionan un sonido más deportivo y cuentan con homologación para uso en vías públicas.
Un conjunto de intermitentes led en forma de bala que incluye un aro de aluminio torneado, cuerpo negro brillante y lente led transparente. Están disponibles en diversas longitudes para adaptarse mejor a la moto, con homologación EU.
Y un kit de supresión del guardabarros trasero, diseñado para alterar drásticamente la parte trasera de la moto. Incluye un soporte de montaje moldeado, soporte de placa de matrícula, luz trasera compacta con led y luces de la placa de matrícula.
Con todos estos accesorios sumados al ya de por sí acertado diseño de la Thruxton R son la guinda final para aquellos que buscan una estética más café racer, ya sea en Londres o en Barcelona…
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