Triumph Scrambler Italo Motor: Cuestión de caracter

Con muchos años de experiencia al frente de Italo Motor, un afamado concesionario en la Ciudad Condal, queda claro que Eric Cirera es un gran conocedor del mundo de la moto, y con tan sólo cruzar unas palabras, enseguida se descubre como un gran apasionado.

Inspirado en la época de los 60, en la que los grupos de rockers transformaban sus motos para darles una imagen más radical y diferente, Eric cree que esto no ha cambiado tanto, en el sentido de que la gente sigue transformando sus motos para ser únicos. No queremos tener en nuestro garaje la misma moto que el vecino, se podrán parecer, pero no hablaremos nunca de la misma moto.

Como él mismo comenta: “Se ha elegido una Scrambler porque ya es por sí misma un concepto atrevido, una moto bonita y con grandes acabados, pero queríamos hacer algo nuevo, distinto a lo que nos tienen acostumbrados, y creo que el resultado ha sido muy bueno. Deja a todos nuestros clien­tes asombrados cuando entran en nuestra tienda. Seguramente la moto reciba más cambios, pero éstos se deciden poco a poco, a medida que pasan los días se nos ocurren nuevas ideas para ir montando sobre alguna de las motocicletas que tenemos actualmente en proceso de customización”.

Para la vida real

Esta Scrambler, además de bonita, es efectiva, como tuve el placer de conocer en primera persona, ya que Eric no tuvo ningún reparo en prestármela para acudir al pasado evento del The Distinguished Gentleman’s Ride. Tras con­templar su acertada estética con una pintura del depósito negro mate con detalles en metal al aire, lo primero que me sorprendió fue la manera de ponerla en marcha, no hay llave de contacto, el sistema de encendido Motogadget M-lock se enciende al acercar un mando a una parte de la moto, y lo mismo para apagarla.

La instrumentación original se ha sustituido por un velo­címetro digital Motogadget Motoscope Mini, que propor­ciona multitud de información; se navega a través de un micropulsador escondido en la goma del puño izquierdo.

Ya en marcha nos encanta el rugido del escape Arrow dos en uno con un perfecto ajuste de su mapa de potencia y auxiliado por un filtro de aire K&N. Pero lo que más me sor­prendió fue la enorme agilidad que se consigue gracias a sus nuevas llantas Kineo negras con anclajes rojos de alu­minio, que junto con adherentes ContiTrail 2 y el ahorro de peso del sistema de escape, hacen muchísimo más liviana y ágil la Scrambler de lo imaginado antes de arrancar.

Si además de lucir una estética atractiva y personalizada se han optimizado sus prestaciones, queda claro que Eric ha realizado una gran preparación, como no podía ser de otra forma cuando pones pasión y carácter en lo que haces.