El objetivo es que reciban la multa correspondiente y la paguen. Así lo aseguró la directora de la DGT, María Seguí, en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados.
“Tenemos serias dificultades para localizar el domicilio del conductor infractor en el extranjero, por lo que en la mayoría de las ocasiones su conducción temeraria se queda sin sanción”.
El problema es de una enorme gravedad en ciertas provincias, puesto que “en algunas las infracciones cometidas por conductores sin residencia en nuestro país supera el 50 % del total”, según Seguí.
El trabajo de la DGT se centra ahora en sellar acuerdos de colaboración con entidades especializadas en la gestión de cobros de multas a personas extranjeras, en la transposición de una directiva europea para facilitar el intercambio de información y en la firma de varios acuerdos bilaterales con Francia y Portugal.