Tito Rabat: "No me voy para abajo, soy un tío duro"

La primera mitad de la primera temporada de Tito Rabat en MotoGP ha sido complicada. No han faltado lesiones, pero así con todo probablemente ha sido más dura mental que físicamente. Nos sentamos con el piloto catalán para intentar meternos en su piel. La larga charla que mantuvimos con Rabat le hemos publicado al completo en nuestra revista de papel que está en los quioscos esta semana, pero aquí recogemos algunos fragmentos de nuestra conversación. Como verás resulta muy interesante, como por ejemplo cuando Tito nos explicó cuál es la diferencia entre pilotar una Moto2 y una MotoGP...

“Sobre todo el estilo de conducción. Esta moto hay que pararla al máximo tirando de freno, muy agresivo, sobre todo los primeros metros; tienes que tirarle de delante a tope. Esto es algo a lo que nadie se acostumbra hasta que no lleva esta moto. Después en mitad de la curva, hay que dejar los frenos suaves y hacer ángulo de inclinación. Todo lo contrario que la Moto2 que había que mantener la moto derecha para que no tuviera “chattering” y porque tenías mucho espacio para girar. Esta moto es grande, corre mucho, el neumático es muy grande y te permite hacer ángulo de inclinación, que tienes que hacerlo para poder girar en pocos metros; luego toca acelerar. En Moto2 tenías que levantar la moto muy poco a poco para aprovechar toda la potencia del motor, en cambio aquí la has de levantar de golpe y dar el gas muy suave,. En Moto2 la levantabas muy lento dando gas a tope. La teoría ya es difícil, pero aprenderlo por ti mismo lo es mucho más. Porque la gente te puede contar lo que quiera, pero hasta que no lo compruebas por ti mismo… Esto de ver que puedes acelerar a tope, pero no lo puedes hacer porque la rueda empieza a patinar y no avanzas, es complicado; sobre todo, asimilarlo”.

Contundente, sin dejar ninguna puerta abierta, así respondió Rabat ante la insinuación de un posible paso atrás -léase vuelta a Moto2- en función de lo mal que lo está pasando en MotoGP. No, no, no, ni hablar”,  rechaza con contundencia la pregunta. “No, no, no, ni hablar. De aquí no me sacan ni con agua caliente: llevo luchando mucho tiempo para llegar a donde he llegado. No estoy pasando por un bache sino por un proceso de adaptación; es lo que hay. Tengo que seguir adelante, tengo este año y seguro que para el año que viene el equipo confía en mí”.

“En Qatar me caí mucho en los test, mucho. Me calmé durante un tiempo, pero cuando me vi a un segundo o segundo y medio, como pasó en Mugello, me dije “venga va, a por ellos”…y ¡pumba! Aquí hay que mantener la calma. Da igual lo que te metan los demás, tienes que hacer tu trabajo, es la única manera de ir avanzando”. Como podéis ver, aprender que en MotoGP no existen atajos ha sido duro, pero como dice el titular de este artículo, no hay montaña suficientemente alta que haga desistir a Tito Rabat. “No me voy para abajo, soy un tío duro”.

Y recordad: la entrevista completa en nuestro Solo Moto de papel que está en los quioscos...vale mucho la pena.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...