Te presentamos la Honda CB1100, un homenaje a un modelo emblemático

Te presentamos la Honda CB1100, un homenaje a un modelo emblemático

A lo largo de la historia de Honda podemos encontrar modelos que supusieron un denodado paso adelante dentro de la industria de las dos ruedas. Pero de todos hay uno realmente relevante por el vuelco que supuso en su momento, en 1969. Y no es otro que la CB750 Four, la primera moto de serie en montar freno de disco y que nació de la voluntad de Soichiro Honda de demostrar al mundo con su novedoso motor tetracilíndrico (el primero fabricado para la producción en masa) que había otras maneras de concebir una moto que no fueran las bicilíndricas de cilindrada media que dominaban el mercado. Fue la primera superbike. Con la voluntad de rendir homenaje a este emblemático modelo, Honda presentó un prototipo inspirado en la Four en el Salón de Tokyo en 1999 para conmemorar su 30 aniversario y en 2007 exhibió el concept del que ha acabado naciendo la CB1100, “una expresión moderna de los ideales tradicionales del motociclismo”, en palabras de Hirofumi Fukunaga, project líder de los motores de cuatro cilindros en línea de Honda.

Su diseño se basa en tres premisas: un motor refrigerado por aire,

un tamaño manejable y la atención al detalle

Suave, suave

En esta ocasión, el equipo de desarrollo trabajo en el proyecto siguiendo tres premisas, como fueron la necesidad de utilizar un motor refrigerado por aire, lograr un tamaño manejable y prestar una especial atención al detalle. Así es como nos encontramos delante de una moto elegante y que destila una imagen retro nítida apoyada en elementos como el diseño del depósito de gasolina, el chasis de acero, los guardabarros cromados, el piloto trasero… Pero también cuenta con detalles modernos, como la presencia del C-ABS, o la inyección electrónica…

undefined

Todo el proyecto, y la moto en sí, gira alrededor del motor de cuatro cilindros refrigerado por aire y aceite. Se trata de un propulsor de nuevo cuño, aunque han aprovechado los cárteres de la CB1300. La suavidad de funcionamiento y la respuesta a bajo y medio régimen marcaron su desarrollo sin que las prestaciones fueran una prioridad. El resultado, como veremos un poco más adelante, ha sido brillante, y este motor transmite unas sensaciones que no encontrarás en otro refrigerado por líquido.

Su aspecto clásico esconde tecnología moderna como el

C-ABS o la inyección electrónica PGM-FI

Respecto al chasis, Honda ha seguido fiel al modelo que la inspira, vertebrando la CB1100 con un bastidor tubular de acero de doble cuna. Y siguiendo la premisa de dar vida a un modelo con un tamaño manejable, tiene una distancia entre ejes de 1.490 milímetros y una altura del asiento de 795 milímetros. Además de la horquilla convencional firmada por Showa y los dos amortiguadores traseros, regulable todo en precarga, destaca la adopción de llantas de 18 pulgadas en lugar de 17; otra mirada al pasado. Y también un regreso al pasado supone las medidas de los neumáticos, ya que calza detrás una goma de 140 milímetros. En cuanto a la frenada, la CB1100 cuenta con dos discos delante de 296 milímetros y otro trasero de 256 milímetros que intentan rememorar con su diseño un look clásico, aunque están dotados de frenada combinada con ABS. Y antes de ir a explicaros nuestra primera toma de contacto, sólo añadir que bajo el asiento encontraremos espacio para guardar un antirrobo en forma de U y que esta naked cuenta con unos ganchos para anclar el equipaje, además de un cierre para dejar el casco.

Si la CB1100 hace de su estética su gran razón de ser, su comportamiento dinámico no la desmerece, todo lo contrario. A pesar de tratarse de una 1100, la altura de su asiento pone las cosas más fáciles desde buen principio porque se puede maniobrar en parado con sólo remar con los pies. La posición de conducción es natural gracias a su alto manillar, y que no queda lejos, y la ubicación de las estriberas, que no obliga a ir con las piernas demasiado encogidas. Tanto la botonera como los puños son otro guiño al pasado. De hecho, los puños son los mismos que montaba la SH80 de mi hermano en la década de los 80. El cuadro de instrumentos, con el fondo de los relojes en verde, es todo un viaje al pasado, aunque una pequeña pantalla de LCD que nos informa del nivel de combustible, de la hora y de los kilómetros recorridos, nos mantiene en el presente. En cuanto al asiento, su mullido resultó algo duro para nuestro gusto.

undefined

La suavidad con la que el motor cobra vida es el prólogo de lo que está por llegar. Porque todo es suavidad de funcionamiento en la CB1100, desde el accionamiento de la maneta de embrague hasta el cambio, pasando por la respuesta del motor. Y es que este propulsor parece que tiene vida propia, y no en el sentido que estamos acostumbrados sino porque transmite unas sensaciones que hace tiempo que no vivíamos. Va tan fino, que alguien lo podría tachar de soso o insulso. Pero en la suavidad de funcionamiento y en la excelente respuesta a bajo y medio régimen está su razón de ser. El motor empuja con fuerza desde abajo y en ningún momento flaquea, además ofrece una curva de potencia siempre llena. Sobre el asfalto se traduce en una facilidad de conducción, y por ende diversión, inmediata. Y entregando los casi 90 CV a 7.500 rpm y los 93 Nm de par a 5.000 rpm no hace falta apretarla demasiado para disfrutar con ella. Además, Honda anuncia un consumo de 5,49 litros cada 100 kilómetros, dato que corroboraremos cuando tenemos la oportunidad de realizar una prueba más a fondo.

Si en ciudad la CB1100 se mueve con facilidad a pesar de sus 248 kilos, gracias en parte a los bajos del motor, a la relativa altura del asiento y a su cómoda posición de conducción, en carretera brindará gratos momentos. Jamás se tiene que olvidar para qué ha sido creada esta moto, no es una naked deportiva.

Prueba publicada en la revista Solo Moto nº1908.

Si quieres el número puedes pedirlo a nuestro departamento de suscripciones.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...