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Foto de la Yamaha GTS1000 cumple 30 años

La atrevida Yamaha GTS1000 cumple 30 años, el futuro que nunca fue

La Yamaha GTS1000 fue toda una declaración de intenciones, un atrevimiento, con soluciones técnicas novedosas nunca vistas en una moto de serie, un sueño de futuro que este año cumple treinta.

Corría el principio de los años noventa cuando Yamaha proyectó arriesgarse de nuevo tras poner a la venta la especial TDM 850, y así puso a la venta en 1993 la espectacular e innovadora GTS1000 -Gran Turismo Sport-, que se presentó a la prensa en septiembre de 1992.

Esta sport turismo podría ser el equivalente de la Niken actual, una moto extravagante, diferente, con suspensión alternativa delantera, muy cómoda, ideal para viajar, pesada y para nada asequible, dirigida a un nicho de público muy especial. La Yamaha GTS 1000 era una nueva sport turismo carenada, dotada del propulsor tetracilíndrico en línea transversal de la FZR 1000 Exup -4T, LC, 20V, DOHC, 1.002 c.c., 102 CV- con inyección electrónica y con la novedad del catalizador (la GTS fue la primera Yamaha en montar uno), que estrenaba un nuevo tipo de chasis, denominado Omega, con suspensión delantera alternativa monobrazo.

La Yamaha GTS1000 fue una moto muy adelantada a su tiempo

Este chasis era ciertamente diferente. Estaba formado por dos piezas en forma de omega (de ahí su nombre), entre las que se encajaba el motor. La suspensión delantera alternativa monobrazo tenía el brazo horizontal y anclado a este chasis con forma de U invertida. La dirección se hallaba en el cubo de la rueda delantera, gracias a una rótula -como en la Bimota Tesi/Bimota Tesi H2, salvando las distancias-, y la suspensión se encargaba a un amortiguador anclado entre el monobrazo y el chasis omega.

Foto de la Yamaha GTS1000
Este es el motor de FZR1000 Exup de 20 válvulas anclado al chasis Omega, con laterales desmontables.

Se buscaba separar las reacciones de la suspensión de la dirección, y así conseguir una moto más estable en cualquier condición, acelerando o frenando. Esta suspensión fue obra de James Parker, un ingeniero americano que era presidente de la Rationally Advanced Design Development, RADD. Comenzó a diseñar sistemas de suspensión delanteros alternativos a mediados de los setenta, inspirado en la Elf-X, el brutal prototipo de competición con monobrazo delantero y trasero, cuyas patentes compró Honda para utilizar su diseño de basculante trasero en la NR750.

Foto de la Yamaha GTS1000
El monobrazo delantero de la suspensión Parker, símbolo de identidad.

Su diseño de suspensión delantera conocido como sistema RADD P1 o suspensión Parker, atrajo el interés de muchas marcas, pero fue finalmente Yamaha quién logró hacerse con él. De hecho, colaboraron con anterioridad ya que desarrollaron conjuntamente el prototipo RADD MC2 en 1987, la antesala de la suspensión delantera de la GTS 1000. La solución era ingeniosa y diferente, pero al final resultó ser un sistema demasiado pesado, caro de fabricar y poco práctico.

La suspensión Parker delantera fue lo más atrevido que ha lanzado Yamaha en una moto de serie

Pero esta revolucionaria suspensión delantera monobrazo, que fue objeto de siete patentes, trajo consigo un “problema” añadido, ya que la llanta delantera solo se anclaba en un lado, así que hubo que desarrollar una llanta especial para esta GTS. Y debido al peso y esfuerzos que debía de soportar, tampoco podía ser demasiado ligera…

Foto de la Yamaha GTS1000
Esquema de la suspensión delantera Parker.

Y aún hay un detalle más: debido a esta llanta no se podía utilizar un sistema de frenado delantero con doble disco. Por ello se decidió utilizar un único disco -enorme para la época- de 330 mm, pero autoventilado -con mucho espesor, pero hueco, como en la Yamaha FJ1100 o la Honda CB1100R-, con una pinza de freno de seis pistones. Nunca antes una marca japonesa había equipado algo semejante. Se ofreció en dos versiones, una estándar y otra con ABS -la GTS1000A-, más cara por supuesto, sin ningún otro cambio añadido.

Con este volumen y este peso no podía ser una sport touring, sino más bien una touring, aunque su carenado integral -en realidad era un semicarenado con quilla- no ofrecía demasiada protección, sí que era muy cómoda y fácil de llevar, con un motor lleno de par. La instrumentación de corte automovilístico, con tres esferas analógicas -velocímetro, tacómetro y nivel de combustible- y una minúscula pantalla LCD para el reloj horario, estaba integrada en el carenado y tenía un aire elegante.

Pese a lo avanzado de su diseño la Yamaha GTS1000 fue un fracaso comercial

El asiento era de generosas dimensiones para ambas plazas y el colín no era menos, muy ancho y con el piloto trasero y los intermitentes en una sola pieza. Toda la moto era realmente muy masiva y maciza.

Foto de la Yamaha GTS1000
La moto era simplemente imponente, en todos los sentidos.

En marcha la prensa alabó su gran estabilidad circulando a alta velocidad o en fuertes frenadas, sin pérdidas de geometrías ni acuñamientos, y con un gran confort de marcha -exceptuando la aerodinámica-. Para mejorar este punto, el cliente en el momento de la compra podía escoger entre cúpula alta o baja, siendo recomendable la primera por la escasa protección aerodinámica general.

A pesar de ser una moto muy futurista e innovadora estuvo lastrada por un peso elevado -270 kg-, un carenado estrecho y que generaba turbulencias, un consumo de combustible excesivo -de unos 7,5 l- unido a un depósito de poca capacidad -que ofrecía una autonomía de solo 250 km-, todo ello a un precio realmente desorbitado.

En nuestro país a principios de 1993 costaba 1.758.000 pesetas la base, y 1.936.000 con ABS, al cambio, unos 10.600 y casi 12.000 euros. La GTS1000 -que ya es una moto histórica– estuvo a la venta hasta el año 1998 pero, por desgracia, no se vendió nada bien -en Estados Unidos solo 500 unidades- y desapareció de la faz de la Tierra sin descendencia.

Foto de la Yamaha GTS1000
Fue la única Yamaha con suspensión delantera monobrazo alternativa.

Aquí tenéis un video para escuchar su motor.

Ficha Técnica

Motor: 4 cilindros en línea, 4T, LC, 20V, DOHC
Cilindrada: 1.002 c.c.
Diámetro x Carrera: 75,5 x 56 mm
Potencia: 102 CV a 9.000 rpm
Par Motor: 10,6 kgm a 6.500 rpm
Embrague: Multidisco en aceite
Caja Cambios:  5 velocidades
Chasis: Omega en fundición de aluminio
Susp. Delantera: Monobrazo RADD P1
Susp. Trasera:  Monoamortiguador con bieletas
Freno Delantero:  Disco central autoventilado 330 mm con pinza de 6 pistones / ABS
Freno Trasero:  Disco autoventilado 282 mm
Neumáticos: 130/60 x 17” y 170/60 x 17”
Distancia entre ejes:  1.496 mm
Altura asiento:  788 mm
Capacidad depósito:  20 litros
Peso en seco:  270 Kg -llenos-

 

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