SYM Maxsym 400i

Ser el maxiscooter más económico de la categoría de los cuatrocientos centímetros cúbicos es una responsabilidad muy grande. En cuestiones económicas, tienes ganada una buena parte de la clientela del sector, está claro, si bien también hay que contentarla con un producto adecuado y solvente. Y es ése precisamente uno de los puntos fuertes del Maxsym 400i: la excelente relación entre la calidad del conjunto y su precio. Confort y acabados El Sym Maxsym 400i sigue fiel a los patrones establecidos por el resto de los fabricantes de maxiscooters. Y diríamos más: el parecido con el Burgman 400 es notable. Más que por el diseño en sí, por la fisonomía del modelo. El Maxsym es un scooter bajo, con el asiento a sólo 770 milímetros de altura, con una amplia plataforma con túnel central, que permite no obstante adelantar las piernas y poder estirarlas más de lo previsto. La protección aerodinámica es muy buena, aunque la pantalla no sea de dimensiones exageradas como la de otros maxiscooters, sino que es más bien estrecha. El detalle del manillar tapizado con un plástico del color de la carrocería es una muestra más de que en Taiwán se han esmerado por hacer un producto de calidad y atractivo. Llamó la atención, entre otras cosas, la ergonomía en general, con una posición de conducción muy cómoda y relajada, y en particular gustó mucho la del asiento. El conductor dispone de un respaldo lumbar, de modo que va perfectamente encajado y muy bien reposado cuando conduce este scooter, y ni el trasero ni la parte baja de la espalda llegan a sufrir el paso de los kilómetros. Es, a grandes rasgos, un maxiscooter muy confortable y acogedor. El pasajero, situado un poco más elevado respecto al conductor, cuenta a su vez con un respaldo para que viaje tan o más cómodo que el que está al manillar. Fiabilidad garantizada Según nos informó la gente de Sym, el motor de este modelo es fabricado en Taiwán por la propia marca, sin terceros. Antes de ponerlo en circulación, los responsables del desarrollo de esta mecánica decidieron asegurarse de que no daría problemas, y por eso lo rodaron durante más de 350.000 kilómetros, las 24 horas del día, sin descanso. El resultado es un propulsor, cómo no, garantizado prácticamente de por vida. La marca declara 34,09 caballos a 7.000 rpm. Este monocilíndrico de 399,3 cc destaca por una velocidad punta que ronda los 160 km/h, algo que no está nada mal, y eso que las unidades que probamos no estaban demasiado rodadas. Que no estuviesen rodadas sí que influyó negativamente en el reprís de este motor a bajo y medio régimen, ya que, comparado con algunos modelos de la competencia, al Maxsym 400i le costaba algo acelerar, por ejemplo, al salir de las curvas. También es una mecánica que gira con una aceptable suavidad, y sólo a bajas vueltas emite ciertas vibraciones. A alto régimen la finura es encomiable. Hasta que no dispongamos de una unidad de pruebas no podremos anunciar datos de consumo, pero visto lo poco que bajó el nivel de combustible el día de la presentación (en el que hicimos más de doscientos kilómetros), todo apunta que sus consumos serán bastante bajos. Y la autonomía, con un depósito de combustible de 15 litros, será asimismo elevada. Pinzas de freno radiales Decimos que el Maxsym ha sido concebido en origen para albergar un motor de 600 centímetros cúbicos, y por eso su parte ciclo había de adaptarse a ese tipo de motor. Así, la distancia entre ejes es de 1.575 milímetros, para hacerlo estable a alta velocidad. Siendo tan largo resulta, de esta manera, muy aplomado cuando se sobrepasan velocidades legales, si bien luego el dinamismo en curva se ve en parte mermado por estas dimensiones. No deja de ser un maxiscooter ágil y fácil de conducir en curvas, pero al que hay que dedicarle un pequeño esfuerzo extra para guiarlo en curvas cerradas. Una vez acostumbrados, hechos a él, la manejabilidad es bastante buena. Y la estabilidad en los pasos por curva, gracias a un centro de gravedad bajo, y a un peso en seco declarado de 210 kilogramos, aporta una gran sensación de seguridad. Algo de lo que puede presumir el Maxsym en exclusiva es de su equipo de frenos del tren delantero: dos discos de 275 mm de diámetro con pinzas radiales de doble pistón paralelo. Y a esto hemos de sumar un sistema de frenada combinada del freno trasero con el delantero. El mordiente del freno delantero es espectacular, y cuando entra en acción el CBS, el scooter se aploma y se pega al asfalto -a lo que ayudan las suspensiones, que son más bien duras-, pero, mientras el tacto del freno delantero es correcto, el del sistema de frenada combinada requiere un período de adaptación, ya que entra de golpe y es necesario dosificarlo con la leva izquierda. Al cabo de unas decenas de kilómetros por carretera de curvas, no nos costó demasiado habituarse a su peculiar funcionamiento. Pronto el 600 En el próximo Eicma de Milán, que se celebrará del 8 al 13 de noviembre, veremos otro Maxsym más, en este caso en versión de seiscientos centímetros cúbicos. De hecho, la base de este maxiscooter se diseñó pensando en esta motorización, la que está por venir, pero ha sido aprovechada también para crear una versión de cuatrocientos centímetros cúbicos y 34 caballos. Y el motor de uno y otro será el mismo, con tan sólo pequeñas variaciones en el apartado termodinámico (cámara de combustión y pistón). El que acabamos de probar, el 400i, está a la venta hasta el 31 de diciembre a una precio de escándalo, a unos ajustados 5.199 euros. A partir de enero, si no se agotan antes las existencias de esta promoción, este Sym contará con un precio de 5.999 euros. A pesar de los ochocientos euros de más, no deja de ser un maxiscooter con una relación calidad-precio excepcional, de las mejores de la categoría, algo a lo que Sym nos tiene bastante acostumbrados con sus scooters. Prueba publicada en la revista Solo Moto Actual 1847

 

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