Suzuki Intruder M800: Cruiser a medida

Con esa estampa de cruiser todoterreno que desprende la M800, para ilustrar la prueba de esta motocicleta nos encargaron hacer unas cuantas fotos de ambiente urbano. “Bueno, a ver qué tal…”, fue lo primero que pensé –algo desconfiado ante el reto, lo reconozco- cuando me encontré delante de ella, dispuesto a subirme para partir.

Al principio no las tenía todas conmigo: estaba convencido de que sudaría tinta bregando con una custom de tal envergadura entre coches, buscando localizaciones para realizar las dichosas fotos y parando cada dos por tres. Y más en estas fechas en las que ya empieza a hacer un poco de calor.

Se trataba de imprimir un toque ciudadano a una cruiser que, después de todo, no lo hizo tan mal en este terreno. Pesa, es cierto, y cuesta moverla en parado, pero su asiento es muy bajo, el manillar no es del todo ancho y el radio de giro es agradablemente corto, con lo que las maniobras no son tan engorrosas, porque se reducen a las mínimas imprescindibles. Así que resultó ser una moto bastante manejable, para mi sorpresa, la benjamina de las Intruder.

Apariencias que engañan

Con esa voluminosa máscara para el faro, con esa pantalla derivabrisas opcional que ofrece la marca, con ese ángulo de dirección tan elevado, con ese neumático trasero de 170 mm de sección, con ese par de colas de escape tan alargadas… A simple vista, todo indicaba que sería una motocicleta tocho -si sirve la expresión-, torpe y difícil de manejar. Pero no, la M800 no es de ésas; esta custom resultó ser muy diferente a todo lo que yo me había imaginado. 

En ciudad ya hemos visto que no lo hace nada mal, y que a lo manejable que es se suma una suavidad de funcionamiento destacable, propia de la mayoría de las motocicletas niponas. El motor de 805 cc, 57,3 CV y casi 8 kgm de par gira con dulzura, sin vibraciones, y el cambio de velocidades tampoco nos estará recordando cada dos por tres los cómodos que son los scooters, en los que sólo hay que utilizar las manos. Es decir, que sobre la M800 no nos dejaremos el empeine del pie izquierdo contra la palanca del cambio. En la urbe, a la hora de girar, sólo queda penalizada por la sección del neumático delantero: de 130 mm, que la hace algo lenta de reacciones a baja velocidad.

Bien en ciudad, decíamos, y bien también en carretera. Relativamente larga entre ejes como es (1.655mm), no la encontramos, por el contrario, ni mucho menos perezosa a la hora de acometer las curvas, donde resulta aceptablemente decidida. Cambiarla de un lado a otro, gracias a su centro de gravedad bajo, tampoco es tarea complicada. El único pero, quizá, unas suspensiones más bien blandas y los flaneos que provocan al ir un poco más rápidos de la cuenta; además, como en buena parte de las customs, las estriberas rozan con facilidad en tales circunstancias.

Pero esto, siendo francos, es así yendo algo más deprisa de lo normal, cuando en realidad este tipo de motocicletas solicitan una conducción un poco más sosegada, disfrutando del paisaje que pasa a una velocidad moderada a nuestro alrededor.

Cuando de lo que se trata es de cubrir largas distancias, pudimos comprobar que tampoco desentona. La pantalla opcional con la que venía la Intruder M800 de pruebas de la que dispusimos realiza bastante bien su función, aunque existen ciertos matices. Es de generosas dimensiones y cubre correctamente el tronco del conductor, pero su colocación, más horizontal que vertical, hace que la cabeza de éste quede al descubierto y reciba buena parte del aire frontal.

Por otra parte, el asiento es de gran tamaño, ergonómico y muy confortable, con lo que el trasero no se fatiga a las primeras de cambio con el paso de los kilómetros. La posición de conducción resulta muy natural, con las piernas algo adelantadas, sí, pero con las estriberas colocadas a la altura adecuada, y los brazos también los llevamos bastante relajados. Muy bien estudiada, y elaborada, la ergonomía de la Intruder M800 por parte de la firma de Hamamatsu.

Cardán y tambor trasero

El motor de esta cruiser de media cilindrada es otro de sus puntos a favor. Como hemos señalado con anterioridad, cubica 805 cc, una cilindrada que para este tipo de motos nos parece muy acertada. Y sin ser excesivamente potente (57,3 CV), cuenta en cambio con una buena dosis de par: 7,9 kgm.

No es nada complicado conducir esta motocicleta porque su motor, a tenor de sus prestaciones, no nos pareció en ningún momento exigente. La entrega de potencia es muy plana, constante y sin contratiempos desde muy bajas revoluciones, y responde con solvencia en las tres primeras de sus cinco velocidades. Esto la hace agradable de conducir tanto en ciudad como en carretera, terreno este último donde podemos pasar con ella un rato agradable y, por qué no, también divertido. En la zona media del tacómetro, además, ofrece un extra de potencia: goza en esa franja del cuentarrevoluciones de un brío que nos será de gran provecho en conducción más o menos deportiva.

Para que todo resulte más agradable y sencillo aún, para la transmisión final se ha optado por un eficiente sistema de cardán. Funciona de maravilla en tanto que es muy suave, a la vez que absorbe las reducciones bruscas sin inmutarse, manteniendo la rueda posterior siempre pegada al asfalto y sin bloqueos de ningún tipo. Una buena opción, la del cardán, porque a todo esto hemos de sumar el hecho de que queda libre de mantenimiento y es más limpio que una cadena de retenes.

Como contrapartida (algo negativo tenía que tener…), en el tren posterior también encontramos un freno de tambor monoleva de 130 mm, algo que en los tiempos que corren ya no se estila tanto. Un disco, aunque hubiese sido de pequeño diámetro, habría sido de mayor utilidad, porque el tambor de la M800 apenas hace nada, y no nos sirve ni siquiera como freno de apoyo de la frenada delantera.

Y siguiendo con el tema de los frenos, el tren anterior viene equipado con un disco de 300 mm de diámetro, mordido por una pinza de dos pistones paralelos. El tacto de la frenada delantera es correcto, pero el mordiente, en cambio, sin llegar a ser tan pobre como el de la trasera, es mejorable: se hace preciso apretar con fuerza la maneta derecha para detener con solvencia los cerca de 250 kg de la Intruder M800.

Asequible

La M800 es la más económica de las Intruder. Se comercializa a unos ajustados 8.399 euros, una cifra que podemos considerar bastante asequible para el grueso de los aficionados al mundo de las motos, y que está en la línea de lo que otras marcas están pidiendo por modelos similares: Harley-Davidson 883 Iron, 8.200 euros; Kawasaki VN900 Classic, 8.299 euros; Yamaha XVS 950 A, la más cara, 9.599 euros, etc.

La firma japonesa ha conseguido ajustarse el cinturón con este modelo gracias a detalles que logran rebajar su precio, como por ejemplo el freno de tambor trasero del que hemos hablado antes o un cuadro de instrumentos más bien espartano, sin elementos como, por ejemplo, el chivato de reserva o el nivel de temperatura del refrigerante. Por otro lado, también cuenta con detalles de calidad, como la cantidad de cromados que la decoran o el sistema de transmisión final por medio de cardán, suave, limpio, silencioso y libre de mantenimiento.

Lo que no podemos poner en duda es que Suzuki ha logrado diseñar una custom a la medida del usuario medio, siendo como es tan manejable, fácil de conducir y, por qué no, también potente y divertida.

Solo+

-Par motor suficiente

-Suavidad de funcionamiento

-Calidad de marcha

-Manejabilidad

-Cardán

-Cilindrada acertada 

Solo-

-Tambor trasero

-Peso en parado

-Tablier justo 

Cómo va en…

Ciudad

El radio de giro tan corto y el asiento bajo hacen que sea muy manejable, y su volumen frontal tampoco resulta exagerado para circular entre coches. El motor empuja de forma correcta a bajo régimen, donde encontramos una buena dosis de par.

Carretera

Con una frenada algo justa –sobre todo en el tren posterior- y unas suspensiones más bien blandas, la M800 solicita una conducción relajada entre curvas, sin prisas. En cualquier caso, el dinamismo, para el tipo de moto que es, resulta muy bueno.

Autopista

La pantalla opcional que aparece en las fotos protege el tronco pero hace que el aire vaya directo a la cara (aunque, eso sí, sin ella la protección sería nula). Las vibraciones son más bien escasas y la posición de conducción es bastante cómoda.

Ficha técnica de la Suzuki Intruder M800

Motor

Tipo de motor

2 cil. V a 45° 4T LC SOHC 8 V

Cilindrada

805 cc

Diám. X carrera

83 x 74,4 mm x 2

Compresión

9,4:1

Potencia máx.

53 CV a 6.000 rpm

Par máximo

N.d.

Alimentación

Inyección electrónica SDTV Mikuni, 34 mm

Encendido

Electrónico digital CDI

Arranque

Motor eléctrico

Embrague

Multidisco en baño de aceite

Cambio

De 5 relaciones

Transmisión

Por árbol cardánico

Parte ciclo

Tipo chasis

Doble cuna en acero redondo

Basculante

Tubular en acero incluye árbol cardánico

Geometrías

33,15° y 141 mm de avance

Susp. Delantera

Horquilla telescópica invertida con barras de 41/140 mm, sin regulación

Susp. Trasera

1 monoamortiguador Link-Type de 105 mm, ajustable en precarga

Freno delantero

1 discos de 300 mm, pinzas de 2 pistones

Freno trasero

1 tambor monleva de 130 mm

Neumáticos

130/90 ZR 16" y 170/80 ZR 15"

Banco de potencia

Potencia declarada

53 CV a 6.000 rpm

Potencia en rueda

48 CV a 5.900 rpm

Potencia máx. Motor

57 CV a 6.000 rpm

Par declarado

N.d.

Par máximo motor

7,9 kgm a 3.600 rpm

Prestaciones

Vel. Máx real

169,9 km/h

Vel. Marcador

185 km/h

Pesos y dimensiones

Peso declarado

245 kg

Peso real seco

250 kg

Reparto de pesos

43,4/56,6 %

Relación peso-pot.

4.35 kg/CV

Largo x alto x ancho

2.420 x 1.105 x 890 mm

Distancia entre ejes

1.655 mm

Altura asiento

700 mm

Cap. Depósito

15,5 l

Consumo medio

5,7 l/100 km

Autonomía

272 km

Guía del comprador

Precio

8.399 euros

Garantía

2 años

Importador

Suzuki Motor España, S.A.U.

Tel.

98 530 73 73

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...