Suzuki Intruder C1500T, una cruiser con ramalazos de rutera

Partiendo de la base de un modelo ya descatalogado como es la Intruder 1500CL, la marca de Hamamatsu ha creado una cruiser nueva y perfeccionada, a la que además le ha montado una generosa pantalla y unas maletas no menos grandes (de 24,5 y 26 litros, respectivamente) que potencian su vertiente rutera. Si el ABS también hubiese sido de serie, o si hubiese existido la posibilidad de montarlo, la Intruder C1500T habría resultado una de las custom viajeras más a tener en cuenta del mercado. Porque es que además, como viene siendo habitual en la marca, su precio ha terminado siendo bastante ajustado, fijado en 13.499 euros.

El motor de esta Intruder es el conocido milquinientos que monta otra cruiser de la marca, la Intruder M, una custom trufada de cromados y de aspecto mucho más deportivo.

La C1500T mejora en consideraciones de motor. Tiene refrigeración líquida, inyección de doble mariposa SDTV y embrague asistido con sistema antibloqueo SCAS.

El funcionamiento de este motor en V a 54º y de 1.462 centímetros cúbicos es muy dulce, muy suave. Como también es verdad que el tacto del cambio y la maneta del embrague es todo finura. El cambio de velocidades es silencioso y a la vez preciso; no cuesta encontrar el punto muerto, por poner sólo un ejemplo. Y como esta Intruder monta plataformas en lugar de estriberas convencionales, la marca ha incorporado en ella un cambio de tipo punta-tacón, para ir alternando cuando queramos el accionamiento del mismo.

Este propulsor tiene cinco velocidades. Decir, asimismo, que la relación del cambio es muy larga: podemos estirar las marchas hasta el infinito, sobre todo las tres primeras. Esto viene perfecto para olvidarnos del cambio, si bien repercute a posteriori en aspectos como la aceleración o las recuperaciones en velocidades largas, donde la Intruder C1500T, fruto también de su escasa potencia, va un poco limitada.

Ergonomía

El manillar de esta cruiser es ancho, es algo que no pasa desapercibido. Para una talla media como la mía no supuso ningún problema agarrarse a él y girar en parado a la hora de maniobrar, aunque si se mide menos de metro setenta, tal vez parezca que queda un poco lejos y obliga a abrir en demasía los brazos.

Hablando de maniobras, sin embargo, el radio de giro de esta moto es correcto, es decir que no es amplio y la Intruder C1500T se deja llevar bastante bien. En los giros a baja velocidad es cuando los más bajitos, como decimos, notarán que esta Suzuki es una motocicleta algo alargada.

Esta cruiser ofrece una calidad de marcha envidiable, casi sin vibraciones, y con un consumo de sólo 5 litros a los 100 km

Subidos a ella, consideraciones de manejo al margen, y ya a una velocidad fluida, la conducción es muy natural y muy tranquila. Ayuda la relación del cambio tan larga que hemos apuntado antes, de manera que se pueden estirar las marchas sin necesidad de jugar tanto con el cambio.

Contribuye al confort asimismo el asiento, dividido en dos plazas para conductor y acompañante. El del primero es aún más cómodo si cabe, de una anchura considerable y con un mullido más que suficiente. Por no hablar de la pantalla, que cubre por completo a los dos ocupantes. Es verdad que, dependiendo de la talla del conductor, como con el tema del manillar, la parte superior queda a la altura de los ojos del mismo (como fue mi caso), aunque esto no es ningún inconveniente porque uno no tarda en acostumbrarse.

Negro y algún cromado

Como viene siendo habitual en las Intruder, el color que predomina en todas ellas es el negro, tendencia que ahora se ve potenciada por la filosofía adoptada por la referencia del sector, Harley-Davidson, que imprimió a buena parte de sus modelos la característica que los entendidos llaman dark custom.

Todo es negro. Desde las aletas del motor hasta las colas y los colectores de escape, por no hablar de, por supuesto, las maletas rígidas. Horquilla, chasis, puños, manetas, pedales, palancas… Todo negro.

Algún detalle cromado se deja ver, sin embargo, en la última de las Intruder. Tal es el caso del faro, las culatas, los intermitentes y los embellecedores del depósito y de las maletas. Pequeños detalles que se combinan con ese toque dark custom que hemos citado y que resultan en una cruiser con una estampa tan intimidadora como atractiva.

En cuanto al diseño, Suzuki se mantiene fiel al estilo clásico. Vista de perfil, la Intruder desprende unas líneas suaves y armoniosas; y la verdad es que con las nuevas maletas laterales todo esto se potencia, al quedar perfectamente encajadas (visualmente hablando) en el conjunto y aportando aire fresco a esta gama de la marca de Hamamatsu.

Bieletas

El comportamiento en carretera de la Intruder C1500T, redundando en el título de esta prueba, es fluido. Y eso que cuenta con una serie de hándicaps que a priori podrían hacernos pensar que no es así.

Uno de ellos es el peso en orden de marcha que declara la marca. Son 363 kilogramos lo que ha de mover un bicilíndrico en V relativamente potente en origen, pero con una relación del cambio bastante larga, lo que hace que resulte algo perezoso en las recuperaciones.

También la longitud total del modelo, de 2.570 milímetros, junto con un neumático trasero de 200 mm de sección, podría volverse en nuestra contra a la hora de manejarla en curvas más o menos cerradas.

Esto en principio, ya que una vez metidos en faena, y hechos a ella, nos damos cuenta enseguida de que la Suzuki Intruder C1500T no lo hace nada mal. No es un portento en cuanto a chasis, las cosas como son, pero sus suspensiones trabajan con solvencia: la horquilla nos pareció un poco blanda en según qué frenadas, mientras que por otra parte el amortiguador trasero, con sistema de bieletas que aportan progresividad a su recorrido, no lo hace nada mal; en un primer momento puede parecer seco, pero en ningún caso es así.

La frenada delantera no es uno de sus puntos fuertes, de la misma manera que tampoco salió de fábrica con el objetivo de hacernos hervir la sangre apurando. La Intruder no va por ese camino; lo suyo es rutear a ritmo tranquilo, disfrutando al máximo, sobre todo, de su calidad de marcha, con una ausencia casi total de vibraciones (sólo se aprecian algunas en el depósito, entre las piernas, cuando la llevamos alta de revoluciones). Y con un consumo de sólo cinco litros a los cien kilómetros, ofrece una autonomía de 360 kilómetros gracias a su depósito de combustible de 18 litros de capacidad, de manera que los pasos por la gasolinera se producirán a intervalos muy largos.

La frenada anterior, decíamos, es un único disco de freno, que si bien es de un diámetro a tener en cuenta, queda mordido por una pinza de dos pistones paralelos. Algo escaso de potencia, que no de tacto, para detener sus más de 360 kilogramos de peso sin conductor ni pasajero.

Lo que queda fuera de toda duda es que Suzuki tiene en sus Intruder una buena gama para navegantes. Conscientes como son las marcas de que las motocicletas deportivas no pasan por su mejor momento, qué mejor ocasión que ésta para reivindicar (léase potenciar) sus modelos custom.

SOLO +

  • Su pantalla y sus maletas laterales de serie (desmontables) acentúan la vertiente rutera de este conocido modelo
  • Tablier sobre el depósito de combustible. Con la información justa, no le falta en cambio el indicador de velocidad insertada
  • El motor es un bicilíndrico en V a 54º de 1.462 centímetros cúbicos. De cinco velocidades, la relación del cambio es más bien larga
  • Es una cruiser muy poco usual, con cardán para la transmisión final (en lugar de una más habitual correa dentada)
  • Me ha gustado mucho el tacto general de esta cruiser rutera, que las tres primeras velocidades ofrezcan un amplio rango de utilización, la calidad de marcha, el consumo y la autonomía
  • El par de maletas laterales de 24,5 y 26 litros, de fácil apertura, son rígidas y quedan perfectamente integradas en las líneas de la moto
  • En lugar de estriberas, la C1500T monta plataformas. La palanca del cambio de velocidades, además, es de tipo punta-tacón

SOLO –

  • No me han gustado demasiado las dimensiones en cuanto a longitud y anchura (con maletas), ni el peso en parado
  • En el tren delantero lleva un disco de gran diámetro mordido por una pinza de dos pistones paralelos. De potencia justa pero buen tacto 
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