'Sport by Harley-Davidson'

Algo está cambiando en Harley-Davidson. De unos años atrás, la firma de Milwaukee ha dejado de limitarse a crear para el mercado norteamericano para abrir sus miras hacia Europa. La influencia del Viejo Continente cada vez es más patente, cada vez hacen más caso de las observaciones de Harley-Davidson Europa. Y así es como nacieron algunos modelos como la Night Train, la XL883R, la Night Rod Special y la Fat Bob. El súmmum ha sido la XR 1200. Por primera vez en su historia, la Motor Company dejó ver un prototipo, y no fue en EE.UU., sino en el Salón de Colonia de 2006. Y para colmo, también la han presentado en Europa, donde se empezará a comercializar antes que en EE.UU.

La XR 1200 supone la creación de una nueva familia en el catálogo de Harley-Davidson con un parentesco directo con las Sportster. Pero la verdad es que poco tiene que ver con su prima (os lo dice uno que guarda una 883 en su garaje). Algo tan sencillo, o complicado, como montar una horquilla invertida Showa, dos discos delanteros mordidos por pinzas Nissin, un basculante de aluminio y subir el subchasis ha bastado para abrir un abismo entre la XR y la Sportster.

DE MADRE SPORTSTER

Bonita es un rato. El depósito, de 12,5 litros de capacidad y con tapón sin llave, es una pieza clave del diseño, así como el colín, el motor y las llantas. El equipamiento es el justo. El cuadro de instrumentos está compuesto por un cuentarrevoluciones analógico que incluye una pequeña pantalla digital con cuentakilómetros (total y parcial doble) y reloj horario, además de los avisadores luminosos de reserva, alerta de temperatura del propulsor, inyección, batería y antirrobo. El velocímetro se encuentra en un pequeño reloj digital.

Un buen detalle inesperado es el hueco bajo el asiento del pasajero, donde podremos guardar un antirrobo tipo U, aunque se abre sin llave. ¡Ah!, y dispone de alarma con autoarmado de serie. Puede dar la falsa impresión de que Harley-Davidson se ha limitado a aportar unas vitaminas deportivas a la Sportster, pero detrás hay un arduo trabajo. Las motos norteamericanas y las europeas no ofrecen las mismas expectativas en estabilidad y frenada, por ejemplo. Aquí es donde han entrado en escena la horquilla Showa, los frenos Nissin y los Dunlop Sportmax Qualifier. En el mismo sentido gira todo lo que tiene que ver con la ergonomía. La XR 1200 presenta una posición de conducción a medio camino entre una custom y una deportiva radical. Los estribos quedan más retrasados y elevados que en la XL1200R.

El motor es el conocido 1.200 cc de la Motor Company y constituye el alma de la XR 1200, con transmisión final por correa dentada, pero trae además un par de novedades técnicas interesantes como son la refrigeración de las culatas por aceite y las tomas de aire situadas bajo el depósito que van directas al sistema de alimentación. En total se ha ganado un 30 % de potencia respecto a la motorización original, por lo que ahora disponemos de unos buenos 90 CV (la XL1200 rinde 68 CV y la Buell XB12 100 CV).

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