Un motociclista va tranquilamente por la autopista, cuando de forma inesperada se desprende un rollo de espuma. Lo intenta esquivar, pero el rollo toma la misma dirección y lo acaba embistiendo.
Afortundamente, el motorista apenas sufrió unas rascadas y en ese momento no tenía otros vehículos circulando cerca como para atropellaro. Pero menudo susto se debió llevar…
Te recomendamos