En nuestro país ponerse el casco forma parte de la rutina de la inmensa mayoría de moteros. Por convicción y por obligación. Sin embargo en otras latitudes ese hábito queda lejos de estar tan asimilado. Quizás por eso aquí no ha surgido un semáforo inteligente.
Es el caso de Argentina. Allí una buena parte de los usuarios de dos ruedas motorizadas prescinden alegremente de tan indispensable elemento de seguridad. Una situación que ha llevado a filial de Honda en Argentina a idear un ingenioso dispositivo para tratar de revertir esa situación.
Se trata de un semáforo inteligente que cuenta con una cámara dotada de un sistema de reconocimiento facial. Esta cámara detecta automáticamente si el conductor de una moto que se detiene con el semáforo en rojo no tiene colocado casco.
En caso de ir descubierto, la cámara proyecta su imagen sobreuna pantalla para que el resto de los conductores lo puedan ver. Y por supuesto, hasta que no se coloque el casco de manera correcta, el semáforo seguirá en rojo y no se pondrá en verde.
Pero el semáforo inteligente no termina aquí, va un paso más allá. El reconocimiento facial que utilizan las cámaras de este semáforo es capaz de funcionar, incluso, cuando hay dos personas sobre la moto y una de ellas no lleva casco. También en ese caso, hasta que los dos pasajeros no luzcan el obligatorio casco sobre sus molleras , el semáforo no cambiará a luz verde.
Reducir la sniestralidad
La iniciativa de tan ilustrativo elemento aleccionador ha surgido en el departamento de Honda Motor de Argentina dedicado a la seguridad vial.
El fabricante japonés tiene una planta en la ciudad de Campana, situada a una hora al norte de Buenos Aires, lugar escogido para instalar este semáforo inteligente, disuasorio y pedagógico.
De este modo Honda se propone reducir la siniestralidad de los motoristas ayudando a tomar conciencia sobre la importancia de la prevención, el cumplimiento de las normas de tráfico y el uso de los elementos de protección adecuados.
Un semáforo inteligente… o al menos bastante más que los que se han de quedar detenidos ante sus luz roja. Cuestión de cabeza.