Sbay Omega: Rompiendo esquemas

Las motos de Sbay se caracterizan por la combinación de una estética personal muy cuidada, que no puede dejar indiferente a nadie, y por la búsqueda de un impecable funcionamiento dinámico.

Sergio Bayarri, propietario y fundador de Sbay, tiene muy claro que cada creación que sale de su taller ha de ser única: “La gente quiere diferenciarse, ser únicos, y eso con­lleva tener una moto que sobresalga sobre las demás. A nadie le gusta llegar a un semáforo y encontrarse con una moto exactamente igual a la tuya. La gente quiere destacar y no hay mejor forma que mejorar tu moto con componentes de la mejor calidad”.

Con esta premisa nació la Omega, una preparación que rom­pe esquemas la mires por donde la mires. Desde su sistema de dirección Hub center steering producido por ISR Sweden, que usa un sistema de cables tipo push-pull, con una llamativa suspensión delantera por basculante de doble brazo diseñado y fabricado por Sbay en aluminio 7075 mecanizado, hasta un amortiguador Öhlins montado en el lateral, que permite 120 mm de recorrido.

O su chasis artesanal de aluminio mecanizado, de fabricación propia, formado por dos piezas principales con elementos de unión realizados a partir de un solo bloque de aluminio de alta resistencia mediante mecanizado CNC. El subchasis es de fibra de carbono. Monta un motor Revolution V-twin de 76” pulgadas cúbicas, 1.247 cc, de Harley-Davidson con refrigeración líquida, que otorga 125 CV de potencia máxima. Para los que puedan pensar que este tipo de motores lastran en exceso el peso de la moto, comentar que gracias al empleo de una carrocería de fibra de carbono, entre otros componentes de alta calidad, logran que la Sbay declare un peso de tan solo 190 kilos.

Incorporando unas soluciones técnicas tan sofisticadas, está claro que la Sbay Omega no iba a descuidar el resto de los componentes. Como podemos comprobar en el sistema de frenado compuesto por un doble disco flotante delantero ISR de 320 mm activado por pinzas hidráulicas ISR de 6 pistones, apoyado por un disco trasero Galfer de 220 mm con pinza hidráulica Brembo de 2 pistones, que aseguran una frena­da impecable, o las llantas BST realizadas en ligera fibra de carbono que acogen un neumático 120/70/R17 delante y un 240/55/R17 detrás.

La suspensión trasera recae en un basculante monobrazo Sbay con un amortiguador flotante Öhlins, accionado por bieletas con 110 mm de recorrido. La carrocería de fibra de carbono está realizada en una sola pieza que integra el depósito de aluminio de 14 litros. De su parte trasera asoman dos escapes HIV perfectamente integra­dos en el conjunto. Su peculiar frontal equipa un faro halógeno, coronado por unos semimanillares Sbay regulables con manetas ISR, puños, estriberas e intermitentes Rizoma, e instrumentación Motogadget.

Todo esto hace de la Sbay Omega una moto única con un diseño y unas soluciones técnicas fuera de lo común que des­piertan la admiración mundial y además realizada en nuestro país. Lo dicho, rompiendo esquemas…

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