Sbarro Monotrace, con un motor de R1 dentro de la rueda

Sbarro Monotrace, con un motor de R1 dentro de la rueda

En el salón de Ginebra de 2003 Sbarro presentó su última locura, la Sbarro Monotrace, una moto muy especial que tenía el motor colocado en el interior de la rueda trasera...

Ya conocemos la rueda Orbital del diseñador suizo Franco Sbarro, una idea espectacular que nunca llegó a cuajar, un resultado que también se puede aplicar a su moto futurista Sbarro Monotrace.

Esta "moto" es un vehículo monoplaza semejante a una Quasar o a una Monotracer, en la que el piloto se sienta en un baquet con los pies hacia adelante, como si fuera en un fórmula de competición.

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Pues bien, esta moto además de ser ya curiosa, tiene otra rareza más, obra de Sbarro. Se trata de colocar el motor de la moto en el interior de la rueda posterior, para aprovechar al máximo el espacio.

Concretando un poco más, el invento del suizo Sbarro consiste en meter un motor de Yamaha YZF 1000 R1 de 150 CV dentro de la rueda trasera. Gracias a ello, el espacio puede ser aprovechado al máximo.

Esta curiosa Sbarro Monotrace es una mezcla de moto y coche

La rueda-motor fue posible gracias a la colaboración de la marca veneciana fabricante de llantas OZ. Gracias a ella la Sbarro Monotrace cobró vida, un invento futurista de 2 ruedas y de 200 kilos.

Su chasis es una estructura plana, con un basculante monobrazo trasero y otro delantero. El conductor va sentado muy bajo, a un palmo del suelo, con las piernas estiradas y bajo un techo plástico transparente abierto por sus laterales.

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Tras la espalda del piloto está la rueda trasera de 28 pulgadas, con el motor de Yamaha R1 en su interior. La moto se dirige por un manillar de moto y la rueda delantera está montada en un monobrazo con un sistema de suspensión-dirección alternativo.

La tercera curiosidad de este vehículo viene de la mano de unas ruedas pequeñas laterales o estabiciclos, que se despliegan cuando la moto está a punto de detenerse, como en la Ecomobile.

Lo más espectacular, por lo complicado de su realización, es la nueva llanta trasera de 28 pulgadas de OZ que incluye en su interior un motor.

Aunque parezca increíble, allí se ha metido un tetracilíndrico en línea transversal -4T, LC, 16V, DOHC- con todo lo que ello conlleva: carburadores, escape, radiador, batería, transmisión...

En el pasado hubo inventos semejantes con motos que dentro de su rueda incluían el motor, como la curiosa Megola, que cumple 100 años nada menos, aunque en ésta estaba colocado en la rueda delantera.

Todo el conjunto va cubierto por una tapa plástica, con lo que el motor queda escondido. Evidentemente no se fabricó en serie aunque, sinceramente, tiene mucho más sentido que una Dodge Tomahawk, un invento carísimo nada funcional. Una lástima.

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