Hasta Jerez con la Honda Africa Twin: Trail en versión GT

Hasta Jerez con la Honda Africa Twin: Trail en versión GT

La moto para todo no existe pero casi. Nos hemos marcado una ruta hasta Jerez con la legendaria Honda Africa Twin, una moto que tiene alma aventurera y un pasado en el Paris Dakar de los años 90, aunque también se muestra amable para viajar, como una auténtica GT. Con sus primeras versiones se escribieron páginas inolvidables cuando el Dakar se disputaba en África.

En su vuelta al escenario en el 2016 Honda ha seguido trabajando y evolucionando un modelo que parece que inevitablemente seguimos identificando con una de las trail más polivalentes de la historia. En cierto modo es de las más aventureras entendiéndola como tal por su versatilidad y capacidad para adaptarse a todo tipo de terrenos incluyendo el off road.

En más de ocasión hemos hablado de las Africa Twin en todo tipo de escenarios, pero después de la comercialización de esta nueva Sports Adventure de 1100 c.c., quisimos descubrir sus posibilidades de Gran Turismo en un viaje desde Barcelona en dirección al sur.

Tenía muy claro que en este caso prefería la versión con DCT. Un sistema de doble embrague con cambio automático o manual con dos levas en el manillar que cumple diez años y que a día de hoy supone todo un “plus” después de un largo trabajo de desarrollo y optimización. El DCT se adaptaría a mis necesidades que no eran otras que viajar, simultanear todo tipo de carreteras, acumular kilómetros, disfrutar del turismo en toda su dimensión. Y así ha sido.

¿Qué se le puede exigir una GT? Pues lógicamente al margen de un propulsor con buenas prestaciones, una GT tiene que ofrecer confort en orden de marcha lo que incluye suavidad y ausencia de vibraciones. Una buena ergonomía. Toda la seguridad que pueda aportar la electrónica. Un tablero de instrumentos con información clara, precisa y completa. Por supuesto una buena capacidad de carga lo que se traduce en maletas bien diseñadas, aerodinámicas, prácticas.

Buena autonomía. Y detalles como las luces diurnas (DRL) o las que iluminan el interior de la curva que pueden parecer un argumento de ventas de relativa importancia, pero que se agradecen cuando en la oscuridad de la noche y con más de 700 kilómetros en el cuerpo, te dispones a disfrutar de una carretera revirada para tener que llegar a destino antes de que suene el toque de queda…

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De Barcelona a Jerez

No sé cuántas veces he bajado desde Barcelona hasta Jerez en moto, pero sin duda muchas. También en coche, furgoneta, coche con remolque y una moto de carreras, avión, tren. Incluso en helicóptero teniendo que parar a repostar en Alicante…

En esta ocasión no tenía una ruta perfectamente definida y busqué algo de improvisación teniendo en cuenta que debería adaptarme, a pesar de que viajaba con autorización, a las posibles limitaciones horarias y toques de queda de las diferentes comunidades autónomas que iba a pasar, pues esta historia se escribió la primera semana del mes de noviembre con nuestro país en una situación complicada.

Con respecto a mi África Twin con DCT no voy a extenderme sobre sus características técnicas, pero sí creo que es importante, teniendo en cuenta que se trata de una prueba a de larga duración, resaltar los aspectos que como comentaba anteriormente, tienen que destacar en una GT aunque en este caso sea una Adventure dispuesta a hacer de Gran Turismo.

En primer lugar hay que recordar que esta versión Sports Adventure viene de serie con una generosa parrilla porta objetos con 10 kg. de capacidad que no está en la versión base. Por una parte, estéticamente la parte trasera de esta versión estándar es más estilizada que la de nuestra CRF-1100 L, pero por la otra tengo muy claro que en ocasiones la estética tiene que pasar a un segundo plano si se trata de poder disponer de un aspecto práctico como la parrilla porta objetos y de las asas laterales.

No solamente el posible pasajero lo agradecerá, sino que desde mi punto de vista esas vistosas asas laterales son fundamentales para poder maniobrar en parado una moto que con las maletas, es sin duda voluminosa. Recuerdo que en la primera versión de la renacida África Twin (2016) estas asas eran excesivamente anchas, sobresalían demasiado y te golpeabas el interior de la rodilla al subir o bajar. En esta última versión esto se ha solucionado. Las maletas han dado un paso adelante en esta versión en todos los sentidos. Tienen una capacidad de carga de 40 litros la derecha y 30 l. la izquierda. En la más grande entra un casco tipo modular o también un integral. El cierre es práctico, hermético, fácil. Otro paso adelante con respecto a versiones anteriores.

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El peso recomendado es de unos 6 kg. en cada una de ellas que es lo que cargué lo que sumados a los 5’2 kg. que pesa cada maleta (vacía), significa que viajé con unos 25 kg. de equipaje que se absorben bien con el modo de suspensión apropiado. Inevitablemente con las maletas para subir y bajar de la moto, que no lleva de serie caballete central, hay que poner cierta atención. ¿En marcha?, pues la verdad es que independientemente del peso añadido que siempre suponen, son silenciosas, no vibran. Se mostraron estancas y el hecho de que sean fáciles de abrir y cerrar, se agradece en nuestro “día a día” en una ruta de más de 2.500 km.

Algo que me llamo la atención es que con las suspensiones reguladas para llevar carga y viajando a buen ritmo, en ningún momento el peso de la “popa” se nota en la proa. ¡Es decir que no se aprecia esa sensación de que cuando llevas carga detrás, el tren delantero tenga tendencia a flotar, lo que se traduce en un ligero movimiento del manillar que en este caso se evita gracias a la regulación electrónica de las suspensiones…!  bien!

La verdad es que la precisión en la conducción de esta África Twin es sorprendente tanto a nivel de motor como en el trabajo de las suspensiones que trabajan con una precisión milimétrica. Equipada con unos Metzeler Karoo Street a diferencia de otras motos “pilotadas” por la electrónica, la reacción de ambos trenes en terrenos bacheados es muy natural y no se aprecia el “delate” (retraso) en la regulación instantánea que si he apreciado en algunas versiones más deportivas.

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Información

Horas y horas rodando hacen del tablero de instrumentos no sólo un buen compañero de viaje, sino en tu único compañero de viaje si como yo, no eres partidario de conectar el teléfono móvil para ir contestando llamadas sobre la marcha o escuchando tu música favorita. Esa es una opción que personalmente no me interesa.

La pantalla TFT de 6’5 pulgadas a todo color ofrece una completísima información y es táctil. Lo que sucede es que en orden de marcha no conviene y no te permite dejar la mano para pulsar la pantalla y por tanto que sea táctil es práctico en parado para elegir la configuración que desees, modo de conducción (Tour, Urban, Gravel, Off road además de dos personalizados) y demás, pero en orden de marcha hay que acceder al menú a través de los pulsadores de la piña izquierda. En un largo viaje como el mío pulse cientos de veces para ver los kilómetros que llevaba recorridos, el consumo instantáneo, lo que me quedaba para irme a dormir, los kilómetros que podía completar para repostar, la hora, temperatura ambiente etc. La verdad es que con guantes de invierno los pulsadores son demasiado minimalistas y hay que acostumbrarse para dar con la tecla apropiada. Y también es cierto que al no estar retro iluminados por la noche algunas funciones son más complicadas de localizar.

La pantalla regulable manualmente tiene una altura suficiente como para protegerte la cabeza del viento frontal, pero se queda más justo a la altura de los hombros. Las piernas quedan bien protegidas por el depósito de combustible de 24’8 litros de capacidad incluso en caso de lluvia.

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Para regular la pantalla hay que hacerlo en parado y se hace con facilidad y la única opción mejorable en esta función que fuera regulable electrónicamente.

El consumo medio después de 2.627’8 km. fue de 6’5 l. a los 100 km. lo que significa una autonomía de casi 400 km. Lógicamente la ruta y el ritmo del viaje definen este consumo, pero se pueden superar esos 400 km. En líneas generales puedo decir que el ritmo en autovía era algo superior, en función del tramo, a los 120 km/hora de marcador. En carreteras más reviradas y con el modo manual, para disfrutar de esta África Twin en versión Gran Turismo, entre las 4.000 y las 6.000 rpm el consumo aumenta, pero es en este régimen en donde se encuentra cómoda y con un “punch” casi deportivo que en más de una ocasión me hizo dibujar una sonrisa debajo del casco.

Por debajo de las 2000 vueltas tiene poca respuesta, pero a partir de este régimen el bicilíndrico saca músculo, es suave y elástico y desde mi punto de vista esta versión de 1100 c.c. en líneas generales es más redondo que la versión anterior además de que la electrónica está muy bien afinada.

Una electrónica que te facilita la vida en las frenadas como el ABS en curva poco perceptible, a no ser que tengas que frenar de golpe con la moto inclinada que es cuando demuestra su efectividad, su razón de ser…

Las suspensiones tienen un muy bien compromiso y una de las ventajas de la electrónica bien aplicada, es que sus innumerables posibilidades de regulación si quieres personalizarlas. En su setting de base se modifica en función del modo de conducción al igual que otros parámetros como el freno motor o el nivel de intervención del control de tracción que trabaja de forma más sutil que en la versión anterior.

Por lo que respecta a los modos, prácticamente me quedé todo el viaje en el modo Tour que, por cierto, en la pantalla TFT y traducido al español aparece como “Recorrido”.

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Más que un GT

Lo cierto es que la África Twin en versión CRF 1100 L me ha parecido una Trail comparable en cuanto a confort y seguridad a una GT, pero con eso “plus” que significa el tener una relación peso potencia inferior a las motos estrictamente turísticas y con un carácter sport que difícilmente se encuentra entre las GT.

Es cómoda y con ella se pueden recorrer grandes distancias con un buen nivel de confort. Sí que es cierto que, si la pantalla fuera además de alta, que lo es, un poco más ancha, ganaría en protección a la altura de los hombros. Y también es cierto es que una pequeña guantera sería bienvenida. Al margen de estos detalles se ha revelado como buena GT que además te permite en carreteras reviradas incluso sobre pisos bacheados, disfrutar de una moto que se transforma en una de las Trail más efectivas, divertidas y seguras de todos los tiempos.

¿Existe una moto para todo?. Seguiremos informando…

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La ruta

Total viaje: 2.627,8 km

Consumo medio: 15,3 km/l

Velocidad media: 99 km/h

Consumo medio: 170’9 litros

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Día 1

Empecé mi viaje por la aburrida autopista de Barcelona a Valencia con algunas prisas y la satisfacción de no tener que pagar peaje a partir de Tarragona. Me desvié por Almansa en busca de la que fue mi antigua ruta en dirección a Granada para desviarme hacia Almería. Las largas rectas de La Mancha tienen su encanto y el potaje de garbanzos que me tomé en Jumilla es de los que no se olvidan. Parada y fonda en Balerma donde me hospedé en un confortable y bien equipado bungalow del Camping Mar Azul. Muy recomendable, con casi 1000 km. en el cuerpo…

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Etapa: 931 km

Consumo medio: 15.8 l/km

Consumo total: 58.8 l

Día 2

Arranqué por autovía en dirección a Málaga y después de pasar por Marbella, me desvié hacia a Ronda. Momento de cambiar del modo automático al manual. La Serranía de Ronda es ruta de peregrinación para los moteros. Un carretero revirado con curvas amplias y bien asfaltada en algunos tramos, pero bacheada en otros, donde mi ¿GT?, demostró muy buenas maneras entre las 4.000 y las 6.000 rpm con un carácter casi deportivo. En este ambiente me gustó especialmente el funcionamiento de las suspensiones pues se adaptaban muy bien los cambios de piso. La África Twin iba sobre raíles y recuerdo una conducción, con el modo Tour, que te invita a dibujar las curvas con una milimétrica precisión en la que la Honda te pone las cosas fáciles. Ni una ligera lluvia y algo de niebla me impidieron disfrutar del placer de conducir de forma más más suave, entre 2.000 y 4.000 rpm conservando el modo sport pues en con el “Rain” me faltaba un poco de “punch”. Era día de buscar más curvas y después de comer y refugiarme de una lluvia que acabó siendo muy intensa, me adentré en la Sierra de Grazalema con el piso mojado. Una naturaleza exuberante en una zona donde se registran las lluvias más abundantes de España año atrás año, incluso en ocasiones superando a Galicia. Algún control a la entrada de los pueblos encalados de blanco y llegada a Jerez después de pasar por El Bosque y Arcos de la Frontera.

Final de etapa en un buen hotel de Jerez donde secarme, cenar y descansar. Estábamos en estado de alarma y me impacto un Jerez que recuerdo siempre alegre y con gente en la calle, triste, oscuro y solitario.

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Etapa: 440 km

Consumo medio: 16.8 l/km

Consumo total: 23’6 l

Día 3

Tocaba sesión de fotos con el incombustible Agustí Nubiola y día de trabajo en el Circuito de Jerez. Buscar un decorado en esta zona de Andalucía resulta fácil. Tras la sesión de fotos en ruta y un reportaje que hicimos en el Circuito, a las seis de la tarde me enfunde de nuevo el traje de faena para iniciar mi viaje de vuelta.

Así que me toco viajar de noche donde la luminosidad de la pantalla TFT, los faros de lead y las luces que como por arte de magia iluminan el interior de la curva en función de tu velocidad e inclinación, son argumentos propios de una GT.

Pasé la noche en Córdoba. Al día siguiente pondría rumbo en dirección al norte.

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Total: 287 km.

Consumo medio: 15.5 l/km

Consumo total: 18.3 l.

Día 4

De nuevo en la siempre más aburrida Autovía que en ocasiones inevitablemente hay que coger. Mucho viento en dirección a Manzanares y más viento antes de llegar al desvío para ir a Teruel hasta donde llegué después de una carretera rápida y divertida, perfecta para la CRF 1100 L. Para llegar hasta Alcañiz la ruta es igualmente rápida pero revirada y disfruté conduciendo en soledad. Desde Alcañiz a Fraga dejando Caspe y Mequinenza se me hizo de noche y de nuevo agradecí la iluminación en curva. Desde allí la autovía hasta Lérida y Claravalls donde hice noche antes de volver a Barcelona fue un mero trámite.

Atrás deje un recorrido de punta a punta, de Barcelona a Jerez ida y vuelta con algunas rutas alternativas, que sumaron un total 2.627`8 km con una trail (¿GT?), verdaderamente sorprendente.

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Etapa: 949’6 km

Consumo medio: 14.3 l/km

Consumo total: 64 l.

DNI de la Honda Africa Twin

Potencia: 102 cv

Carnet: A

Peso: 238 kg.

Precio: 18.500 €

SOLO +

Tacto y carácter motor

Estabilidad

Suspensiones

Electrónica

Instrumentación

Polivalencia

SOLO -

Protección hombros

Ausencia de guantera

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