Y es que Rocket Supreme desarrolla y customiza sus creaciones exclusivamente en fibra de carbono, un material que, debido a su alta resistencia y bajo peso, es muy apreciado por la industria aeroespacial.
Su experimentado equipo de trabajo, con más de 20 años de experiencia diseñando y creando vehículos, ofrece la posibilidad a sus clientes de que creen su moto a su medida y se involucra a su gusto en el proceso de creación, desde dejarse aconsejar qué moto sería la más idónea para las especificaciones del cliente hasta traer su propia moto, sea del estilo que sea, para que sirva de base de la customización.
O también puede adquirir los dos modelos propios de la casa, la Little Joe II y su antecesora, la biplaza Big Joe I, que recibe su nombre de la cápsula usada en la primera misión de vuelo del Proyecto Mercury en Cabo Cañaveral.
Viendo el interés por los lanzamientos espaciales, no es de extrañar que “Monkey Sam”, el mono que ejerció la labor de “piloto” de pruebas en un vuelo del Little Joe II, sea el héroe de Rocket Supreme como anuncian en su web. Los clientes pueden estar tranquilos, el mono Sam fue recuperado sano y a salvo por un buque de la Marina estadoudinense.
En este caso se ha partido de una Honda Shadow para, tras un largo proceso de ocho meses de arduo trabajo, dar vida a la Little Joe II, una preparación de estilo café racer que combina con maestría lo moderno con lo clásico.
Al construir artesanalmente toda la carrocería de la moto en fibra de carbono, depósito, tapas laterales, colín… se ha conseguido reducir el peso en un significativo 38% en comparación con si se hubieran empleado piezas de metal, lo que la deja en un peso de tan solo 158 kilos.
Además del empleo de la fibra de carbono se ha tenido mucho cuidado en la elección de sus accesorios; retrovisores, depósitos de líquidos de frenos, kit de estriberas y el soporte portamatrículas son de la marca italiana Rizoma y están mecanizados en ligero aluminio.
La parte trasera es la que ha recibido más modificaciones, al elevar el subchasis hasta que el colín y el asiento monoplaza quedan a la altura del depósito de 12 litros de capacidad, todo un acierto visual que, combinado con los semimanillares y faro redondo, le dan un aire café racer. Igual de café racer resulta su postura de conducción, con las piernas atrasadas y los brazos extendidos, preparados para disfrutar de las sensaciones que nos otorga su relación peso-potencia. Un detalle muy importante a tener en cuenta es que todas las preparaciones Rocket Supreme, incluidos los accesorios Rizoma, están homologadas para pasar la ITV.