¿Cómo se le ocurrio a Stephen Hunter eñ RiderScan? Mientras meditaba a la hora de la cena sobre lo ocurrido en la carretera, en la cocina de su casa, miró hacia una sartén colgada y al observar la reflexión de su imagen en formato panorámico, como si de un gran angular se tratara, se dio cuenta de que podía ver todo lo que había tras de él. Y entonces se preguntó: pasará lo mismo si la llevo a mi moto.
Dicho y hecho. Bajó al garaje y puso dicha sartén sobre el depósito de su moto. Pues bien, certificó para su sorpresa y alegría que realmente funcionaba bien como espejo panorámico.
Así fue como nació el RiderScan o “el aniquilador de los ángulos muertos”, como Hunter lo llama. No en vano, situado en la parte central delantera de nuestra moto, tal y como vemos en la foto, ofrece una visión de lo que ocurre a nuestras espaldas sin puntos muertos; una visión de 180 grados.
Su precio, 39,99 libras, unos 47 euros al cambio.