Minoritarios hace algo más de dos décadas, en la actualidad los motores tricilíndricos son muy populares y marcas como Triumph, Yamaha o MV Agusta los montan en sus motos.
Los tricilíndricos en línea son compactos y ligeros, y cuentan con una entrega de potencia realmente uniforme y útil.
Sin embargo, lo que no es tan común es un motor tricilíndrico radial. Los motores radiales son muy habituales en mundo de la aviación, pero nada en el de las motos, aunque hace poco vimos una rareza eléctrica y radial.
Pero resulta que Ride Motion es un fabricante australiano de motores de aviación, y ha usado un tricilíndrico radial para montar en su propia moto, la Ride Motion LFO (“Low Flight Object”, Objeto que Vuela Bajo).
Lo ha montado en un chasis de MV Agusta Brutale, muy modificado por el especialista en chasis Kennedy Motorcycle para acoger el voluminoso motor de tres cilindros radiales, refrigerado por aire y 2.100 c.c., que entrega la bestial potencia de 240 CV. Montar el enorme motor longitudinalmente en el chasis italiano ha requerido rehacerlo casi por completo. De hecho, el chasis en sí es nuevo, manteniendo el subchasis, la horquilla y basculante.
Curiosos los anclajes del motor al chasis, muy artesanales.
Este gran tamaño del motor hace que la distancia entre ejes sea considerable, algo que tampoco va mal para una moto que busca la velocidad y estabilidad en recta y no agilidad para curvas.
Porque a todo eso, la Ride Motion LFO y su motor tricilíndrico radial, una vez terminada, competirá en la Semana de la Velocidad de Bonneville, la conocida Bonneville Speedweek, con la intención de batir varios récords de velocidad. Será en septiembre de este año.