Gracias a la tecnología, dispositivos como los sensores que incorporan los monos con sistema Airbag nos permiten conocer al detalle los movimientos del piloto en cada momento. Tan pronto se activa el dispositivo, la actividad del piloto en pista queda registrada. Así sucedió en el caso de Jorge Lorenzo y su caída durante la segunda sesión libre del jueves, situación que quedaba plasmada al detalle a través de los sensores de su mono Alpinestars.
El sistema detectaba la situación de caída de forma instantánea, desplegando el airbag en sólo 0.220 segundos después de la pérdida inicial de control, momento en el que Jorge salía disparado por los aires. El primer contacto del cuerpo de Lorenzo sobre el asfalto de Assen, el de mayor virulencia, se registraba en el brazo izquierdo (momento en el que sufría la rotura de clavícula). El impacto se producía 0.605 segundos después de que el airbag se desplegara, siguiendo de forma casi consecutiva varios impactos en ambos hombros y la zona de la espalda.