El Superprestigio Dirt-Track que desde Solo Moto estamos preparando para empezar el año de la mejor forma posible cuenta con todos los ingredientes para convertirse en el mayor espectáculo que puede dar el mundo de la moto en nuestro país: un formato de competición de éxito contrastado, el dirt-track; la mejor olla de presión de nuestro país, el Palau Sant Jordi; la mejor afición a la moto del mundo, animada por los clubs de fans; y la vianda más selecta, tres campeones del mundo encabezando una larga lista de pilotos mundialistas y especialistas en la especialidad.
Sobre el Sant Jordi y sobre la afición poco hay que decir. Todos sabemos qué es capaz de albergar el pabellón de la montaña olímpica y de qué sois capaces vosotros, aficionados anónimos y clubs de fans.
De lo que sí que tenemos mucho que hablar es sobre el dirt-track, un espectáculo prácticamente inédito en nuestro país pero con gran solera en Estados Unidos. De lo que podréis ver en Barcelona, avanzaros que habrá dos categorías, además de la de Superprestigio, donde correrán los mundialistas. Serán Open, abierta a pilotos con experiencia y palmarés deportivo seleccionados por R.P.M. Racing y el Moto Club Segre, y Júnior, donde correrán pilotos menores de 18 por invitación de la organización.
Para encontrar los inicios del dirt-track debemos remontarnos a Estados Unidos de principios del siglo XX, donde los mejores pilotos de la época luchaban por sustanciosos premios encima de grandes peraltes de madera que formaban las pistas ovales. Las carreras se celebraban en el sentido inverso al de las agujas del reloj, y duraban unos tres minutos.
El éxito de público de estas competiciones de gladiadores motorizados era tremendo, pero una serie de desgracias sobre las peligrosas pistas de madera acabó con estas carreras, que pasaron a disputarse sobre óvalos de ceniza de una milla (1.608 m) o media milla (804 m), que podían incluir algún salto en las rectas.
Así, hasta que en 1954 empezó a disputarse el primer campeonato nacional.
Actualmente las competiciones de dirt-track siguen llenando estadios en EE.UU., se celebran sobre tierra batida y los pilotos de esta modalidad son a menudo más populares que los que triunfan fuera del país en los GGPP. La mayoría de los pilotos americanos han practicado en algún momento de su vida deportiva carreras de dirt-track.
En casa…
En nuestro país, la tradición del dirt-track es escasa y nace precisamente de Solo Moto, cuando en 1981 organizamos la primera competición de la especialidad en el Canódromo Diagonal, con la mayoría de los pilotos nacionales de off-road. También se celebró el Dirt-Track Solo Moto en Torelló. A pesar del grandísimo éxito de público, esta modalidad no empezó a andar por sí sola y no regresó de forma relevante hasta que, de nuevo desde Solo Moto, se celebró en 1991 el primer Dirt-Track en el Palau Sant Jordi.
Actualmente se celebran carreras de dirt-track en Catalunya en circuitos de cuarto de milla con éxito notable de público pero con escasa repercusión en los medios.