La entrada en vigor de la Euro 5 ha obligado a todas las marcas a actualizar aquellos modelos que continuarán en catálogo a partir de este 2021. Ese es el caso del más pequeño de la familia Yamaha, el D’Elight 125, que se adapta a la nueva normativa de emisiones y al mismo tiempo aprovecha para mejorar su imagen y equipamiento.
Lo cierto es que los scooters urbanos están viviendo un buen momento ahora que la gente se ha dado cuenta de que son uno de los mejores medios de transporte individual a los que podemos optar para mantener a raya el maldito virus. Es por eso por lo que las marcas tienen claro que ahora, más que nunca, es el momento de cuidar su gama de entrada, sus vehículos de iniciación. Es el momento de mimar aquellos productos que no están tan pensados para el ocio como para la funcionalidad diaria. En este caso, en Yamaha esa filosofía está representada por toda la gama que ellos mismos denominan Urban Mobility (Tricity 125/300, Nmax y D’elight), y de todos ellos el D’elight 125 es el que mejor representa la filosofía del “menos es más”. Es un scooter de corte clásico y cargado de cualidades muy enfocadas precisamente a eso, a ser muy práctico en los desplazamientos urbanos.
Imagen D’elight, imagen atemporal
Actualmente existen en el mercado muchos scooters de los que denominamos neo-retro, incluso algunas marcas basan toda su gama en esta tipología, como Royal Alloy o Lambretta. Y es que el diseño clásico tiene la gran ventaja de que nunca pasa de moda. Yamaha, consciente de ello, añadió en 2015 el D’Elight 125 a su catálogo, y entonces lucía una imagen muy vintage. Sin embargo, en 2018, con la entrada en vigor de la Euro 4, se actualizó para mostrar una imagen algo más moderna. Ahora, precisamente con la entrada en vigor de la siguiente normativa de emisiones, Yamaha se podría decir que ha dado un paso atrás para volver al corte estético retro de sus inicios. Los cambios más significativos respecto a la versión 2018 los encontramos en la parte delantera, con un manillar más estilizado y un faro en la parte central casi redondo y con un cerco cromado a su alrededor. El escudo frontal también cambia. No se ha vuelto a la ‘corbata’ central de la primera versión, que simulaba una parrilla, ahora muestra una imagen más ‘limpia’, con unos embellecedores cromados en los flancos y los intermitentes formando parte de estos. Por lo demás, el resto se mantienen más o menos igual, tanto la carrocería de los cuartos traseros como el asiento, llantas y tubo de escape.
Con Start-Stop
El motor Euro5 que da vida al nuevo D’elight es de la nueva generación Blue Core. Se trata de un monocilíndrico de refrigeración por aire y con 4 válvulas en culata. Es un motor sencillo, en el que no se ha buscado sacarle el máximo rendimiento si no fiabilidad. Sin embargo, los 8,4 CV de potencia máxima que ofrece se muestran más que suficiente para moverse entre el tráfico urbano. La relación automática está diseñada para primar las aceleraciones. Desde parado la velocidad sube con soltura hasta alcanzar los 80 km/h, a partir de esa velocidad ya no empuja tanto y le cuesta superar los 100 km/h, aunque lo hace cuando se estira. Se puede hacer extrarradio, pero su hábitat natural son las calles. Ya no solo por el motor, si no también por la parte ciclo.
En esta versión se ha incluido por primera vez en un scooter de la marca un sistema de Start-Stop. Este, lo que hace es para el motor cada vez que paramos en un semáforo. Para activarlo tenemos un botón en el manillar y para que empiece a funcionar necesita que el motor supere los 70 grados de temperatura y que no detecte que la batería tiene poca carga. Su funcionamiento es muy parecido a los empleados por Honda y Piaggio en algunos de sus modelos de 125 c.c. No se utiliza ningún motor de arranque para poner en marcha el motor, si no que el propio alternador, que está fijado en el eje del cigüeñal, es el encargado de hacerlo. Eso hace que no se oiga absolutamente nada cuando el motor se pone en marcha, ni cuando lo hacemos con el botón de arranque ni cuando salimos del semáforo tras haber actuado el Start-Stop. Aunque este sistema está más pensado para evitar emisiones mientras estamos parados, lo cierto es que también supone un ligero ahorro de combustible. Yamaha anuncia un consumo de 1,8 litros a los 100 km. Esa cifra, si tenemos en cuenta que el depósito es de 5,5 litros, debería proporcionar una autonomía teórica de unos 300 kilómetros. Deberemos constatar cuando dispongamos de una unidad de pruebas en nuestra redacción que esa cifra de consumo es factible en un uso cotidiano, pero, aunque aumentase hasta los 2,2 litros estaríamos hablando todavía de 250 kilómetros de autonomía, lo que es igualmente impresionante.
Sencillo pero cumplidor
El hecho de que sea un scooter claramente urbano lo determina el carácter del motor pero también su parte ciclo. Al estar pensado para moverse entre el tráfico se ha decidido utilizar llantas de pequeño diámetro para lograr agilidad. De hecho, el eje posterior monta llanta de 10”, una medida que pocos scooters del mercado usan ya. Esta, en combinación con la delantera de 12” logra un equilibrio perfecto entre agilidad y estabilidad; un conjunto que le otorga al D’elight 125 la cualidad de ser un scooter fácil de conducir. Tan solo pesa 101 kg, que se han tratado de repartir con soluciones como situar el depósito de gasolina en la parte baja del contraescudo. Y el asiento, aunque está situado a 800 mm del suelo y eso puede parecer mucho, tiene rebajados los laterales de manera que nos permite hacer pie en los semáforos perfectamente. De hecho, es un scooter muy cómodo, con una gran plataforma plana que permite un buen apoyo de los pies y con una buena distancia entre el contraescudo y nuestras rodillas; nada que ver con la última versión del Yamaha Cygnus que recuerdo. El manillar es tirando a estrecho y está un poco bajo, características que permiten una posición natural de los brazos.
Es un scooter muy cómodo pero, puestos a pedir, me gustaría que el asiento fuese todavía más plano, pues cuando te sientas se nota una ligera inclinación hacia delante. No es que sea molesto, pero estoy convencido de que si fuese más plano resultaría todavía más cómodo. Eso sí, seguramente eso obligaría a sacrificar parte del espació que esconde: un cofre de 33 litros en el que podremos dejar un casco integral sin problemas y algún objeto más.
Ciudadano ejemplar
Como decimos, el D’elight es un scooter pensado para la ciudad y, como tal, no precisa de grandes elementos en la parte ciclo. Aun así, no puede faltar el preceptivo freno de disco en el tren delantero. No es muy grande, pues la medida de la llanta no lo permite, pero sí bastante efectivo. Una cosa que no termino de entender, y no me refiero solo al D’elight, es que un scooter que se fabrica en la actualidad monte un freno de tambor, aunque sea en el tren trasero. Desconozco la diferencia en los costes entre un tambor y un freno de disco, pero creo que merece la pena el esfuerzo económico; por un tema de imagen/marketing pero, sobre todo, porque un disco apenas tiene mantenimiento (no se tiene que tensar) y porque frena mejor. En este sentido, decir que en el caso del D’elight no hemos notado una carencia en cuanto a potencia de frenada, aunque tampoco es un portento. Además, dispone del sistema combinado UBS (Unified Brake System) que nos ayuda a repartir la frenada aunque actuemos sobre una sola leva del manillar.
Donde sí hemos encontrado un punto débil es en las suspensiones, sobre todo en el tren delantero. Son muy blandas y apenas se nota trabajar el paso de hidráulico. Es como si solo tuviese muelle. Por un lado, eso hace que sean unas suspensiones cómodas cuando el piso está más o menos en buen estado. Sin embargo, cuando nos encontramos con un asfalto roto o con una calle adoquinada el problema es que ambas suspensiones, pero sobre todo la delantera, rebota demasiado y eso hace que resulte ciertamente incómodo. Este sí sería un punto a mejorar en el D’elight.
Aprobado
En términos generales hay que decir que el Yamaha D’elight 125 en su versión 2021 merece un aprobado. Es un scooter que sirve exactamente para lo que está diseñado, la movilidad urbana. No le pidas más, pues su motor está pensado para ser económico y para responder sobre todo en la parte baja, en las aceleraciones. Es cómodo, tanto para movernos en solitario como a dúo. Práctico y funcional gracias a la gran capacidad de su cofre, al diáfano espacio de la plataforma y a su bajo peso, apenas 100 kilos.
No es un scooter con grandes lujos, pues no es full led (solo la luz de posición es led) ni ABS, y de los pocos guiños a la tecnología se los encontramos en la inyección electrónica y poco más. Es por eso por lo que los 2.749 euros de su precio pueden parecer demasiado por acercarlo tanto al precio de otros scooter con mayor equipamiento. Sin embargo, la baza que juega Yamaha con el D’elight es que se presenta como uno de esos scooter que a poco que lo cuides podría durarte toda la vida.
A favor
La funcionalidad es sin duda su mejor faceta. Un gran cofre bajo el asiento, acompañado de la plataforma plana y el gancho portabolsas lo convierten en un scooter muy práctico para la movilidad urbana.
En contra
No ha terminado de convencernos la respuesta de la suspensión delantera, pues apenas se nota que trabaje en hidráulico. Circulando por un terreno liso no hay problema, pero cuando el piso está en mal estado…
Guía equipamiento Yamaha D’elight
- Capacidad cofre 1 casco integral
- Apertura cofre Botón contraescudo
- Luz de cortesía No
- Guantera No
- Toma de corriente/USB No
- Plataforma plana Sí
- Gancho portabolsas Sí
- Parrilla portabultos No
- Indicador gasolina Digital
- Reloj horario Digital
- Caballete Central y lateral
- Full led No
- Estriberas pasajero Abatibles
- Asas pasajero Sí
- Amortiguador ajustable No





Ficha técnica Yamaha D’elight 125
Motor tipo 2 cilindros 4T Aire SOHC 4V
Diámetro x carrera 52,4 x 57,9 mm
Cilindrada 125 c.c.
Relación compresión 10,2:1
Potencia máxima 6,2 kW (8,4 CV) a 7.000 rpm
Par motor máxima 9,8 Nm (1,0 kgm) a 5.000 rpm
Relación Peso/potencia 12 kg/CV
Alimentación Inyección electrónica
Arranque Motor eléctrico
Encendido Electrónico digital TCI
Cambio Variador automático CVT
Embrague Automático centrífugo en seco
Transmisión secundaria Por correa trapezoidal
Tipo chasis Tubo de acero y chapa estampada
Geometría de dirección N.d.
Basculante Grupo motopropulsor oscilante
Suspensión delantera Horquilla telescópica con 81 mm de recorrido, sin ajustes.
Suspensión posterior Amortiguador lateral con 68 mm de carrera, sin ajustes
Freno delantero Disco de 220 mm y pinza de simple pistón, frenada combinada (UBS)
Freno trasero Tambor monoleva de 190 mm
Neumáticos 90/90 x 12” y 100/90 x 10”
Largo total 1.805 mm
Altura máxima 1.160 mm
Anchura máxima 685 mm
Distancia ejes 1.275 mm
Altura asiento 800 mm
Peso en seco 101 kg
Consumo medio 1,8 l/100km
Depósito gasolina 5,5 litros
Autonomía teórica 305 km
Precio 2.749 euros
Garantía oficial 2 años (ampliable a 5 años)
Importador Yamaha Motor España, S.A.
Teléfono 935 576 000
Website www.yamaha-motor.eu/es
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