Prueba Scrambler Ducati Icon, renovación de un icono

Prueba Scrambler Ducati Icon, renovación de un icono
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La apuesta de Ducati por su Scrambler está funcionado y, cuatro años más tarde de su puesta en escena y ampliarse la familia, llega una versión con sustanciales mejoras para seguir marcando el camino para continuar siendo, por muchos años, un auténtico icono.

La Scrambler es un punto y aparte en la historia de Ducati. Y así va a seguir siéndolo.

Desde su nueva puesta en escena se han vendido 55.000 unidades de una moto inspirada en el concepto de la Scrambler original de los años setenta, pero que va mucho más allá que aquella moto de manillar ancho que se conducía con pantalones acampanados.

Una moto de éxito desde su puesta en escena que se creó ante la necesidad de diversificación de la marca italiana.

Para el gran público Ducati es una marca deportiva a la que se asocian valores como las prestaciones y la competición. Algo muy tecnológico, prestacional.

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Y curiosamente esos valores probablemente al usuario de Scrambler le den exactamente igual. Ellos lo que buscan es una moto con la que sentirse identificado y con muchas versiones diferentes. Una moto fácil, sin complicaciones, divertida, agradecida, cómoda, informal. Un algo más al que incorporar a su forma de vida.

La Ducati Monster, sin ser una moto deportiva, ha sido un modelo de éxito que ha marcado un antes y un después en la historia de Ducati. Pero su éxito a lo largo de su larga historia creó en Ducati una “Monsterdependencia”.

Resultaba obligado abrir nuevos caminos, poder ofrecer algo nuevo, diferente. Y así nació el concepto Scrambler recuperando la estética de la moto original de los años setenta, pero llevándolo más lejos. Tiene el espíritu de esos años, pero es capaz de ofrecer mucho más. Scrambler no es una submarca de Ducati, sino una marca con otros valores.

Resulta curioso volver la vista atrás y ver cómo aquel espíritu de la primera Scrambler se quedó por el camino cuando la marca italiana empezó a competir con sus bicilíndricas y se creó ese ADN de competición.

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Una vez superado y desbordado el éxito de la Monster, en Ducati necesitaban nuevas alternativas, y así nació la familia Scrambler, que ahora se renueva en muchos aspectos.

Estética reforzada para la Scrambler Icon

Sin modificar la estética de la familia Scrambler, parece que en Ducati lo que han buscado es reforzarla con ligeras modificaciones que parecen realzar el concepto Scrambler. Así vemos cómo la lágrima del depósito de combustible tiene ahora más relieve y gana protagonismo. Las llantas (18” delante y 17” detrás) conservan su medida, pero se han pulido los bordes de sus diez brazos.

En el motor, los cárteres son ahora en negro y las culatas pulidas. El faro delantero DRL de lead que rodea al faro heredado de la 1100 es más potente y llama la atención la cruz que hace de protector imitando el estilo años setenta cuando esta cruz se improvisaba con cinta aislante… ¡auténtica! Los intermitentes son de lead y tienen mejor presencia que los anteriores, que no estaban a la altura y eran más propios de un ciclomotor...

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El asiento es nuevo y se ha ganado confort. Este es más recto con respecto a la línea del depósito de combustible, está situado a 798 mm del suelo y bajo el mismo se ha colocado una toma USB.

El discreto cuadro de instrumentos LCD centralizado en un único reloj digital cuenta ahora con indicador de la marcha engranada y nivel de combustible, que conserva el resto de las funciones que ya conocíamos: trip, temperatura ambiente, reloj analógico, chivato reserva, temperatura presión de aceite, cuenta revoluciones, largas, punto muerto...

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¡Mucha información en muy poco espacio! Cabe destacar la preinstalación para el denominado Ducati Multimedia System, por el que podemos conectar nuestro teléfono y por tanto contestar llamadas o leer mensajes y escuchar música, entre otras funciones.

Lógicamente el motor conserva la configuración de los propulsores Ducati y, de hecho, con una cilindrada de 803 c.c., es digna herencia de los de las Ducati Monster 797.

Con respecto a estos, conservando pistones y cigüeñal se ha modificado el árbol de levas. Los protectores de escape y silencioso son nuevos. Se trata de un bicilíndrico en V a 90º desmodrómico con dos válvulas por cilindro, un sistema de inyección con un cuerpo y dos inyectores, refrigerado por aire. En esta versión Euro 4 rinde 73 CV de potencia a 8.250 rpm.

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Donde sí llegan novedades es en la adopción del sistema de frenada ABS en curva gracias a la plataforma inercial (IMU). Esto supone dar un importante paso adelante a nivel de seguridad, puesto que el sistema desarrollado conjuntamente con Bosch permite gestionar la presión del freno de forma que se evita el bloqueo no únicamente en línea recta, sino también con la moto inclinada.

Mas cosas. El embrague tiene ahora, como en la versión 1100, el mando hidráulico y se monta el mismo empujador que en la Multistrada. En el aspecto práctico esto significa varias cosas. Por una parte se puede montar una maneta regulable (antes, no). Y por otra parte se ha ganado en tacto y facilidad para localizar el punto muerto.

Cómo va la Scrambler Ducati Icon

La Scrambler es sin duda una moto original, no solo como concepto y estética, sino también dinámicamente.

La posición de conducción está claramente condicionada por un manillar muy alto, el asiento a una distancia que te permite mover la moto con facilidad y la posición de las estriberas. Quedan bien ubicadas, pero inevitablemente el motor sigue desprendiendo demasiado calor, especialmente por el costado derecho (colector). El cuadro de instrumentos es sencillo y con buen criterio ahora se ha completado (marcha engranada, nivel de gasolina), con lo que, pese a su aparente sencillez, dispone de una buena dosis de información.

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Con un depósito estrecho a la altura de las rodillas, el asiento es ahora más acertado tanto en el diseño como en el confort, y lo cierto es que al poco de circular con esta Icon uno se encuentra cómodo y con la sensación de que es una moto fácil de conducir, de controlar. Es ligera, se mueve entre curvas con facilidad y ahora ha ganado ese plus de seguridad que transmite el ABS en curva. Incluso en un asfalto rugoso o con baches de los que abundan en Italia, la Icon se encuentra a gusto.

Las suspensiones son ahora más blandas y por tanto la moto es algo más confortable, pero desde mi punto de vista el amortiguador trasero, a falta de darle más precarga, algo sencillo, es excesivamente blando. Funciona correctamente en superficies con buen piso, es decir donde nos moveremos habitualmente, pero si rizamos el rizo y conducimos en plan más deportivo sobre una zona rugosa, se queda un poco justo. No tuve la oportunidad de viajar con pasajero, pero el asiento es espacioso.

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Por las carreteras de la preciosa Toscana, descubrimos una moto muy divertida con la que incluso nos tomamos la licencia de hacer una pista cortita para descubrir una moto que sin ser de off-road puro y duro, se permite ciertas licencias, como morder el polvo…

En su hábitat más natural, entra con facilidad en las curvas y me sorprendió que, a pesar de los neumáticos (Pirelli MT-60), tienen un vistoso esculpido, transmiten buen feeling.

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La frenada es buena y delante a baja velocidad la horquilla baja rápidamente, pero en líneas generales la Scrambler sigue siendo esa moto fácil y en cierto modo rebelde, que sus creadores decidieron que fuera, y no solo en cuanto a diseño, sino también en orden de marcha.

Con el embrague mejorado, el tacto del motor es muy agradable y se mueve a gusto entre las 3.000 y las 6000 rpm. Lógicamente por concepto y posición de conducción con las manos arriba su velocidad de crucero no puede ser muy elevada, pero a 120/130 kilómetros hora, sobre la Scrambler Icon uno se encuentra a gusto, con ganas de devorar kilómetros y vivir nuevas experiencias. Una moto ideal para el día a día y también para vivir la vida y buscar aventuras con la misma intensidad y ese punto de rebeldía que transmite la versión original.

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Una moto que propusieron los hermanos Berliner, importadores de Ducati en EE.UU. en los años sesenta, con un diseño de Renzo Neri, jefe del departamento técnico, pero muy apreciado por su habilidad con el lápiz y la mesa de diseño. Y que conserva su filosofía de vida pero dando un paso adelante no solo en el aspecto tecnológico, sino al abarcar un mayor número de usuarios y ofrecer diferentes alternativas y versiones.

Llega la renovación de un icono.

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Ficha técnica de la Scrambler Ducati Icon

Motor: 2 cilindros en V a 90º 4T aire/aceite DOHC 4V Desmo.

Diámetro x carrera: 88,0 x 66,0 mm x 2.

Cilindrada: 803 c.c.

Potencia máxima: 73 CV (54 kW) a 8.250 rpm.

Par máximo: 67 Nm (6,8 kgm) a 5.750 rpm.

Compresión: 11,0:1.

Alimentación: Inyección electrónica Mikuni con cuerpos de 50 mm.

Arranque: Motor eléctrico.

Embrague: Multidisco en baño de aceite con sistema antirrebote APTC y servo, accionamiento hidráulico.

Caja cambios: De 6 relaciones.

Transmisión secundaria: Por cadena de retenes.

Geometría dirección: 24° y 112 mm de avance.

Tipo chasis: Tubular tipo Trellis en acero de sección redonda.

Basculante: Doble brazo en aluminio.

Suspensión delantera: Horquilla invertida KYB con barras de 41/150 mm, sin reglajes.

Suspensión posterior: Amortiguador KYB 150 mm directo al basculante, ajustable en precarga.

Freno delantero: 1 disco de 330 mm, bomba Brembo axial, pinza Brembo radial de 4 pistones, Bosch Cornering ABS.

Freno trasero: 1 disco 245 mm, pinza Brembo de 1 pistón.

Neumáticos: 110/80 x 18 y 180/55 x 17.

Largo total: 2.100 mm.

Altura máxima: 1.150 mm (sin retrovisores).

Distancia entre ejes: 1.445 mm.

Altura asiento: 798 mm (asiento bajo opcional: 778 mm).

Anchura máxima: 855 mm.

Peso en orden de marcha: 189 kg con dep. lleno, 179 kg en seco.

Depósito gasolina: 13,5 litros.

Precio matriculada: 9.290 euros.

Garantía oficial: 2 años (hasta 4 opcionalmente).

Importador: Ducati Ibérica

Teléfono: 96 153 93 32

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