Prueba Qooder QV3: Triple eficacia

Prueba Qooder QV3: Triple eficacia

El Qooder QV3 que hoy os presentamos en esta prueba tiene su propio ritual antes de ponerse en marcha. Hemos de comenzar colocando el pie en la plataforma que a modo de escalón nos permitirá subirnos. A continuación, y tras desbloquear la dirección con la llave, soltamos el bloqueo hidráulico del sistema de inclinación, una palanca grande situada frente a las piernas, y ya estamos listos para arrancar.

El asiento es cómodo, con buen mullido, pero resulta ancho, lo que, unido a una distancia al suelo de 810 mm, dificulta un tanto hacer pie a las tallas medias y bajas.

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La ventaja es que si mantienes el scooter frenado con ambas levas (o el pedal de la plataforma) mientras estás parado en un semáforo, este trata de mantenerse de pie gracias a que el circuito hidráulico de frenos bloquea el sistema HTS (Hydraulic Tilting System) de las suspensiones delanteras. Esto, aunque no se trata de un sistema de bloqueo como el que montan otros scooters de tres ruedas, ya que no permite mantener los pies en la plataforma durante la parada, ayuda mucho a soportar el peso en parado, relegando a un segundo plano la necesidad de hacer pie en el suelo fácilmente. A parte, aunque ya lo hemos comentado anteriormente, dispone de una palanca en el contraescudo con la que sí podremos bloquear totalmente la dirección para que el scooter se mantenga de pie sin necesidad de caballete. Eso sí, ¡ojo!, porque aunque el QV3 mantendrá su verticalidad gracias a esta palanca, hay que tener en cuenta que no estará frenado a pesar de ello.

Añadir también que el QV3 dispone de caballete central, aunque requiere de cierto esfuerzo para colocarlo, y, como en todos los 3 ruedas, es un scooter algo pesado a la hora de maniobrar en parado en virtud de su peso, y eso que se trata del más ligero de su categoría (220 kg).

La estabilidad es su fuerte

Al cobrar vida la mecánica del scooter la parte delantera se ve aquejada de cierta vibraciones, hasta que el motor sube de vueltas. Sin embargo, hay que decir que este fenómeno se atenúa bastante cuando el motor alcanza su temperatura trabajo.

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Ya en marcha lo primero que destaca es un cierto retardo entre el giro del puño del gas y la respuesta efectiva de la rueda trasera; es un pequeño intervalo muerto al que hay que acostumbrarse. Superado este inicio, el QV3 muestra un comportamiento dinámico similar a cualquier otro scooter... siempre que circulemos en línea recta.

El simpático helvético ofrece una estabilidad a prueba de todo tipo de asfaltos. Sus tres apoyos sobre el terreno obran el milagro. Pero es la confianza que transmite en curva lo que nos llevará a conocer nuevas sensaciones e incluso nos hará olvidar las habituales cautelas propias de las dos ruedas.

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El secreto

No obstante hay que tener en cuenta que, a pesar de que el sistema HTS (Hydraulic Tilting System) funciona a la perfección, requiere una pequeña reeducación de nuestras costumbres para comprender su funcionamiento.

Este sistema hidroneumático permite la inclinación simultánea de las dos ruedas del eje delantero gracias a que cuenta con dos cilindros conectados a uno central que tiene funciones de amortiguador, unidos a un paralelogramo articulado.

Una vez familiarizados ya podremos trazar los giros sin importar el estado del piso, sabedores de que el límite de inclinación es de 45°, marcado por la configuración mecánica de las suspensiones y el sistema HTS.

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El resultado es de total confianza al negociar la curva a costa de perder algo de agilidad respecto a un scooter convencional.

Las suspensiones tragan con todo sin alterar un milímetro la trazada y, en caso de frenada, la suma de tres discos –dos delanteros de 240 mm y uno trasero de 256 mm–, sumados a un sistema integral, consiguen detener al QV3 de forma más que eficiente sin necesidad de ABS. Un apunte: la leva de mano derecha solo actúa sobre los discos delanteros, mientras que la otra leva y el pedal de pie hacen trabajar al conjunto delantero y trasero.

Su mecánica es monocilíndrica, de cuatro tiempos y 346 c.c., entrega 28,9 CV, emplea una transmisión automática con variador continuo y con todo ello consigue mover con soltura los 220 kilos de peso declarados en orden de marcha.

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Callejeando por ciudad entre las filas de coches, el QV3 no acaba de sentirse cómodo, demasiado ancho; con una vía delantera de 550 mm y con un radio de giro limitado, no resulta muy ágil. Sin embargo, la estabilidad, incluso en parado, y la capacidad de carga, amén de su excelente frenada, compensan en parte esa torpeza.

En carretera consigue imprimir buen ritmo y ofrece una buena estabilidad, en tanto que la curvas requieren algo de preparación. Eso sí, una vez comienza a negociar el ángulo, el Qooder va sobre raíles. Quizás las suspensiones rebotan un poco, pero el sistema HTS trabaja muy bien y el scooter no pierde en ningún momento la compostura y ofrece una enorme confianza.

Bien equipado

La óptica delantera dispone de luces de posición led, coronadas por una pantalla ancha y oscura tras la que se resguarda un cuadro de instrumentos que dispone de dos esferas analógicas flanqueando una pantalla central digital.

Tras el escudo se observa una guantera lateral y otra central con toma de corriente y un túnel central que da paso al enorme asiento de dos niveles. Bajo el mullido se abre un generoso espacio con capacidad para un integral y un jet y el pasajero dispone de un amplio espacio y cómodas asas laterales, aparte de reposapiés retráctiles.

En definitiva, el Qooder QV3 se ha revelado como un ejemplar a tener muy en cuenta, ya que al fin y al cabo, no dijo alguien... donde ruedan dos, bien pueden rodar tres.

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Lo que más nos gusta y lo que menos…

Solo+: Destaca por su estabilidad y seguridad gracias a su doble tren delantero, una eficaz frenada integral y un hueco bajo el asiento de generoso volumen.

Solo-: Muestra un exceso de vibraciones en frío y resulta algo pesado maniobrando en parado, además requiere adaptarse a su conducción sobre todo en curvas.

Ficha técnica

Motor tipo: 1 cilindro 4T LC SOHC 4V

Diámetro x carrera: 82 x 65,6 mm

Cilindrada: 346 c.c.

Relación compresión: N.d.

Alimentación: Inyección electrónica

Arranque: Motor eléctrico

Encendido: Electrónico digital

Cambio: Variador automático CVT

Embrague: Automático centrífugo en seco

Transmisión secundaria: Por correa trapezoidal

Tipo chasis: Estructura en tubo de acero

Geometría de dirección: 35°

Basculante: Grupo motopropulsor oscilante

Suspensión delantera: Doble suspensión hidroneumática HTS

Suspensión posterior: Dos amortiguadores ajustables en precarga

Freno delantero: Doble disco de 240 mm, frenada integral

Freno trasero: Disco de 256 mm, frenada integral

Neumáticos: 110/80 x 14” y 140/70 x 15”

Largo total: 2.270 mm

Altura máxima: 1.310 mm

Anchura máxima: 840 mm

Distancia ejes: 1.560 mm

Altura asiento: 810 mm

Peso en seco: 207 kg

Potencia máxima: 28,9 CV a 7.000 rpm

Par motor máxima: 31,8 Nm a 5.500 rpm

Relación Peso/potencia: 7,1 kg / CV

Consumo medio: 4,1 l/100 km

Depósito gasolina: 13,2 litros

Autonomía teórica: 320 km

Precio: 7.970 euros

Carnet: A1/B

Garantía oficial: 2 años

Importador: Qooder, S.A.

Más información en la web de la marca.

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