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Prueba Pirelli Diablo Rosso IV: para hacer muchas, muchas curvas

Todo se complicó el año pasado, cuando debíamos asistir a la presentación mundial de los nuevos Pirelli Diablo Rosso IV: en plena pandemia, para llegar hasta Cerdeña (sede de la prueba) debíamos recorrer media Europa y pillar hasta cuatro vuelos distintos (y otros tantos para volver). Finalmente y a pocos días del evento, una nueva oleada de Covid hizo que se suspendiera definitivamente.

Pirelli decidió, con buen tino, enviarnos un juego de sus nuevos Diablo Rosso IV para que los pudiésemos probar en profundidad y en todos los ámbitos, y así lo hicimos.

Nuevos, nuevos…

La marca italiana ha querido definir más sus Rosso IV, dirigiéndolos a los usuarios de motos de carretera (sean deportivas, naked o crossover) que quieren disfrutar de una conducción deportiva en carreteras de curvas, esas que muchos hacemos durante el fin de semana, pero sin excluir la posibilidad de viajar. Pero estos no son unos neumáticos para ruteros: para eso ya existen los Angel GT II. Repetimos: los Diablo Rosso IV son para hacer curvas a nivel deportivo.

A nivel puramente técnico, el Rosso IV presenta varios cambios. En el caso del delantero, usa dos compuestos diferentes repartidos en tres áreas o zonas. La central es más dura y contiene un 100% de sílice, que aúna durabilidad y rápido calentamiento. En los laterales encontramos una mezcla más blanda, de sílice y black carbon, que consigue un mayor agarre.

Tanto el delantero como el trasero cuentan con dos tipos de compuestos, repartidos en tres zonas, excepto en las medidas de 190 y 200 (derecha).

En el trasero encontramos una solución similar de tres zonas hasta la medida de 180, pero usando ahora un bicompuesto actualizado y mejorado con el sistema Cap&Base. En el caso de los 190 y 200 hay tres compuestos repartidos en cinco zonas.

Los compuestos laterales del trasero han sido desarrollados específicamente para el Pirelli Diablo Rosso IV para ofrecer un rápido calentamiento y un agarre a toda prueba.

La estructura es ahora más rígida y el perfil también ha cambiado, inspirado en los Pirelli de SBK. Ahora la parte central tiene un perfil más angulado, que permite unas inclinaciones más rápidas. En los laterales se ha suavizado para tener más goma en contacto con el suelo en las inclinaciones.

También el dibujo ha variado con respecto al Rosso III y en las zonas de los laterales son slick, sin dibujo. Así, en las máximas inclinaciones se tiene el máximo de goma en el suelo.

Pirelli Diablo Rosso IV

Y así van

El problema que nos encontramos muchas veces al probar neumáticos nuevos es la dificultad en poder compararlos con otros distintos en una misma moto. Así que optamos por montarlos en una moto (en este caso, una trail asfáltica o ‘crossover’) en la que antes había montados unos neumáticos más ruteros.

De este modo pudimos comprobar que hay un mundo entre unos y otros. Los primeros (de otra marca de la que no diremos el nombre) eran unos buenos neumáticos de carretera, de buen comportamiento en seco y en mojado y bastante direccionales, estables, pero bastante lentos a la hora de inclinar y en los cambios de dirección. El agarre en inclinación máxima era aceptable.

Con los Pirelli la sensación es radicalmente distinta: la agilidad es mucho mayor y el esfuerzo, tanto para inclinar como en los propios cambios de dirección, es mucho menor. No están muy lejos de los Corsa IV en este aspecto.

La estabilidad en inclinación es muy elevada. La moto no se mueve ni en curvas de alta velocidad, no oscila, sin duda por su carcasa, más rígida que antes. La sensación de agarre a máxima inclinación es también muy alta. En los 200 km que realizamos en nuestra prueba, sobre diferentes tipos de asfaltos, el agarre en inclinación siempre fue perfecto. La única vez que deslizó un poco de atrás fue al pisar un poco de tierra en el interior de una curva. Frenando también mantienen la estabilidad, incluso estando inclinados.

Sobre suelo mojado el agarre es decente, pero inferior al de unos neumáticos más ruteros, como es lógico. No se puede brillar al 100% en cada unos de los ámbitos, pero repetimos que es suficiente y si nos pilla la lluvia podremos seguir nuestra ruta sin que eso signifique un drama. Hay que tener especialmente ojo al pisar rayas blancas mojadas.

En una crossover

Es un neumático deportivo de carretera, y eso hay que tenerlo en cuenta, para bien y para mal… Si se montan unos Diablo IV en una ‘crossover’, hay que tener claro que sobre tierra no funcionan y el agarre es mínimo, tanto por el dibujo como por el perfil. Si bajamos las presiones ayudará, pero entonces corremos el riesgo de tener un pinchazo. En resumen: la tierra, mejor verla de lejos.

Del mismo modo, suponemos que el kilometraje que se pueda realizar con los Pirelli Diablo Rosso IV será bastante inferior al que realice con unos Angel GT II y superior al de los nuevos Rosso Corsa IV. Y es que los nuevos Rosso IV están a medio camino entre ambos, pero algo más cerca de estos últimos que de los primeros.

En todo caso, son de un excelente comportamiento en carreteras de todo tipo, ofreciendo siempre mucha estabilidad y agarre a toda prueba.

Medidas

Delanteros:
110/70 R 17 M/C 54 H TL
110/70 ZR 17 M/C 58W TL
120/60 ZR 17 M/C (W) TL
120/70 ZR 17 M/C (58W) TL
120/70 ZR 17 M/C (58W) TL (C)
140/70 R 17 M/C 66 H TL
Traseros:
150/60 R 17 M/C 66 H TL
150/60 ZR 17 M/C 66W TL
160/60 ZR 17 M/C (69W) TL
180/55 ZR 17 M/C (73W) TL
180/55 ZR 17 M/C (73W) TL (C)
190/50 ZR 17 M/C (73W) TL (3 comp.)
190/55 ZR 17 M/C (75W) TL (3 comp.)
200/55 ZR 17 M/C (78W) TL (3 comp.)
200/60 ZR 17 M/C (80W) TL (3 comp.)

 

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