Ya está aquí la nueva generación de la gama Z, un modelo que hace de su motor sobrealimentado con compresor, de su chasis tubular Trellis y de la proliferación de la electrónica sus grandes pilares, además de una estética radical. ¿Quieres saber cómo va? Pues sigue leyendo nuestra prueba de la Kawasaki Z H2.
Así es la novedosa Kawasaki Z H2: Superlativa. No hay nada igual. Y eso que Ducati, KTM y MV Agusta han lanzado su órdago. Porque este es el año de las supernaked. Pero ninguna como esta Kawasaki.
Puede que no sea ni la más estilizada, ni la más potente, pero su motor con compresor y su chasis tubular Trellis la hacen muy diferente al resto.
Estamos ante la reina de las Z, una naked aspiracional que tiene en ese propulsor sobrealimentado su gran razón de ser. Vamos a conocer de cerca este escaparate tecnológico con ruedas del poder de Kawasaki Heavy Industries. Y dónde mejor para esta primera toma de contacto que en un sitio como Las Vegas donde todo es desmesurado, superlativo, como la esta Z H2.
No vamos a profundizar en detalles técnicos porque lo mejor en este artículo es dar cabida a nuestras primeras sensaciones. Solo destacar su completa electrónica (control de tracción, cuatro modos de conducción –Sport, Road, Rain y User-, asistente de frenada en curva…), la pantalla de TFT a color, la conectividad con el teléfono inteligente, la presencia del control de la velocidad crucero, asistente del cambio (up&down), los nuevos Pirelli Diablo Rosso III y el intervalo entre revisiones de 12.000 kilómetros, porque el resto lo podéis ver en la ficha técnica y deducir a través de la fotos.
¡Viva Las
Vegas!
Para esta primera toma de contacto la gente de Kawasaki nos preparó tres escenarios bien diferentes para apreciar todo el potencial que atesora la Z H2.
Arrancamos la prueba en el Las Vegas Motor Speedway, en un circuito de 3,9 kilómetros de largo con 12 curvas de diferentes características configurado en esta ocasión para emular un recorrido en carretera y donde apreciar la agilidad, potencia, frenada y otros aspectos dinámicos de la Z H2 con total seguridad.
De salida no debemos olvidar que una naked no ha sido diseñada para rodar a fondo en circuito. Pero nos olvidamos. En la primera tanda apretamos como si no hubiera mañana abducidos por el jet lag.
Y la Z H2 se defendió mejor de la esperado. El motor es soberbio. Te deja extasiado, siempre lleno a cualquier régimen. El ‘chirping’ o zumbido de descarga del compresor nos acompaña siempre como cual banda sonora ya que en cuestión de sonido la Z H2 es muy discreta.
Si la respuesta a medio régimen es sensacional gracias al compresor, con el punch final te va a costar mantener la rueda delantera pegada al suelo en las primeras marchas. Porque la electrónica es algo permisiva en modo Sport y te deja disfrutar de esos 197 CV de poder, pero siempre controlados.
En la parte ciclo, el chasis Trellis y el basculante (de doble brazo y no monobrazo como el resto de la gama H2) aportan la suficiente rigidez que demanda una moto de estas características para no retorcerse cuando espoleas la caballería.
De la misma manera, la suspensión cumple con su papel. La horquilla invertida Showa tipo Big Piston es una garantía aunque en este caso el Showa elegido para el tren trasero resulta algo justito. Porque si en el circuito funcionan sin tacha, en carretera el amortiguador es algo duro para nuestro gusto.
Moraleja: si tienes una suspensión totalmente regulable como es la de la Z H2 invierte muy poco tiempo para ponerla a tu gusto. Y en cuanto a la frenada, impecable, modulable y potente cuando lo requieres con una ABS bien calibrado. Claro que en esta primera tanda ‘a fondo’ salieron a relucir sus 239 kilos de peso en todos los sentidos, pero no le puedes pedir peras al olmo, no puedes querer ir como con un ZX-10R cuando no lo es.
Todos al óvalo
Después de la primera toma de contacto en el circuito, saltamos al óvalo del Las Vegas Motor Speedway, una locura de 2,4 kilómetros de largo con una inclinación de 20 grados en las curvas y de entre 9 a 12 grados en las rectas…
No es un óvalo como podamos pensar. Aquí tienes que controlar el gas porque la fuerza centrífuga en la salida de las curvas te empuja hacia al muro. Pero como solo se vive una vez y la vida son experiencias… Pues a dar #gasalavida.
Y así es como comprobamos que la Z H2 acelera como un demonio y es capaz de llegar a los 265 km/h en quinta. Porque a fondo en el óvalo no pones sexta. Y porque a 265 km/h todo pasa muy rápido, sobre todo la idea que en un circuito normal si la moto se mueve o pasa algo sabes como intentar reaccionar, pero en un óvalo, con el muro tan cerca…
No sabemos qué deberían pensar los pilotos de la Fuerza Aérea de la base de Nellis, que no paraban de hacer vuelos rasantes sobre el óvalo como parte de sus maniobras, viendo a unos ‘chalados’ dando vueltas en moto al óvalo.
Lo cierto es que acabamos con el cuello dolorido, pero con la grata sensación de haber ‘abierto a fondo como nunca’ y encima los Pirelli aguantaron como unos campeones, porque el estrés al que sometes tanto a la moto como al neumático en una prueba así es supino.
Al día siguiente la ruta por el Valle del Fuego resultó espectacular. Espectacular por las vistas porque circulamos dentro de los límites legales.
En este escenario, la Z H2 es una moto ‘amiga’, cómoda, dulce de conducir, ágil en los cambios de dirección y con un motor lleno que siempre te lo pone fácil.
La guinda de la experiencia fue circular por las calles de los alrededores de Las Vegas hasta volver el Motor Speedway con tiempo para reflexionar sobre esta Z H2, una moto única en su especie.
Sí, hay otras, pero ninguna como ella con su chasis tubular, con su motor con compresor de 197 CV…
Solo queda saber el precio oficial, que ahora está de oferta a 17.350 euros, con un año de seguro incluido.
Como va la Kawasaki Z H2
En ciudad: Cómoda gracias a su posición de conducción, un usuario de 1,75 hace pie con facilidad en parado. Con buenos bajos y un modo Rain por si eres de ‘gatillo fácil’.
En carretera: Con un motor tan lleno como divertido disfrutarás de sus 197 CV gracias a la electrónica. Noble en los cambios de dirección y aplomada.
En autopista: Te aburrirás, huye de ellas si puedes. Va fina como la seda y a velocidades legales irás todo el rato con el testigo de conducción ‘Eco’ encendido.
En circuito: No es su hábitat natural, pero podrás descubrir todo su potencial en una rodada sin olvidar que se trata de una naked de 239 kilos.
Solo+: El motor, sin dudas, suave pero tremendamente potente junto a una completa electrónica. La parte ciclo resulta equilibrada.
Solo-: Sobre gustos no hay nada escrito pero el frontal del ‘Sugomi design’ de la Z H2 resulta muy radical y el sonido del motor algo discreto.
Hablamos con
el padre de la criatura
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de conversar con Koji Ito, el Project Manager de la Z H2, un simpático ingeniero japonés al que al final lo pusimos en un aprieto.
¿Por qué han utilizado un basculante de doble brazo y no monobrazo como el resto de la gama H2?
En este caso
necesitábamos una mayor rigidez torsional para lograr una mejor manejabidad. De
ahí que nos basáramos en el basculante de la ZX-10RR, que es similar pero no el
mismo.
¿Cuál fue el principal problema con el que se encontraron con el diseño de la moto?
Para crear la
Z H2 partimos del motor y de la toma de aire del sistema de alimentación.
Después vino todo lo demás. Y el principal problema nos lo dio precisamente la
toma de aire porque una cosa es lo que necesitaban los ingenieros y otra lo que
decían desde el departamento de diseño.
¿Veremos algún motor más pequeño sobrealimentado?
(Sonríe). Es
secreto, lo siento. Pero el motor ‘supercharged’ es una buena solución en temas
de potencia, menos consumo y medioambiental. Puede ser nuestra opción. (n.d.r:
al buen entendedor…).
Ficha técnica
Motor tipo: 4 cil en línea, LC, DOHC
Diámetro x carrera: 76.0 x 55.0 mm
Cilindrada: 998 c.c.
Potencia máxima: 197 CV a 11.000 rpm
Par motor máxima: 137 Nm a 8.500 rpm
Relación de compresión 11,2:1
Alimentación: Inyección, Kawasaki Supercharger
Cambio: 6 velocidades
Embrague: Multidisco en aceite, asistido y antirrebote
Transmisión secundaria: Cadena sellada
Tipo chasis: Tubular Trellis de acero
Geometría de dirección: 29º y 104 mm
Basculante: Doble brazo en aluminio
Suspensión delantera: Horquilla invertida Showa SFF-BP multirregulable con barras de 43 mm
Suspensión posterior: Monoamortiguador Showa regulable en precarga y rebote
Freno delantero: Dos discos de 320 mm, pinzas Brembo monobloque de 4 pistones y anclaje radial, Cornering ABS
Freno trasero: Disco con pinza de un pistón, Cornering ABS
Neumáticos: 120/70 17 y 190/50 17
Largo total: 2.085 mm
Altura máxima: 1.130 mm
Anchura máxima: 810 mm
Distancia ejes: 1.455 mm
Altura asiento: 830 mm
Peso -llenos-: 239 kilos
Depósito: 19 litros
Consumo medio: 7,8 litros
Autonomía teórica: 245 kilómetros
Precio: No disponible
Garantía oficial: 2 años
Importador: Kawasaki Motors Europe
Equipamiento
V: disponible R: no disponible O: opcional
Instrumentación digital LCD R
Instrumentación digital TFT V
Bluetooth V
Llave remota R
Reloj horario V
Odómetro parcial doble V
Indicador temperatura del refrigerante V
Indicador temperatura ambiente V
Indicador de nivel de gasolina V
Warning V
Ordenador de a bordo V
Cronómetro V
Indicador de velocidad insertada V
Avisador de régimen máximo V
Antirrobo electrónico V
Ride by wire V
Control de tracción V
Curvas de potencia R
Modos de conducción V
Faro led V
Suspensiones de ajuste eléctrico R
Suspensiones semiactivas R
Sensor presión neumáticos R
Quickshifter V
Embrague antirrebote V
Pantalla regulable R
Manillar regulable V
Asiento piloto regulable R
Asientos separados V
Respaldo R
Regulación maneta embrague V
Regulación maneta freno V
Estriberas regulables R
Estriberas conductor con goma R
Estriberas pasajero con goma R
Asas para pasajero R
Guanteras R
Hueco para antirrobo R
Hueco para el casco R
Toma USB/12V R
Puños calefactables R
Maletas R
Top case R
Caballete central R
Amortiguador dirección R
ABS R
Cornering ABS V
Freno combinado R
Galería de fotos de la Kawasaki Z H2
