Prueba Honda SH 300 Smart Top Box: Definitivo

Jordi Mondelo

Actualizado a 24/05/2020 00:00 CEST

No vamos a descubrir ahora las virtudes del SH 300 de Honda, un scooter al que cuesta mucho sacarle algún defecto; impecable en el aspecto mecánico y de parte ciclo.

Pero Honda SH 300 2019 con Smart Top Box que veréis en la prueba de hoy, mejora en seguridad y equipamiento para seguir siendo el referente de la categoría.

Ya desde la primera versión, presentada en la ciudad italiana de Nápoles en 2006, el SH 300 siempre se ha mostrado como lo que es, un scooter de gama alta, con un motor contundente en prestaciones, pero muy suave y amable en la entrega de potencia.

Un scooter cómodo de usar y muy versátil, capaz de moverse entre el tráfico urbano como pez en el agua y al mismo tiempo dejarnos disfrutar de una conducción fluida por carretera de montaña o permitirnos imprimir una velocidad de crucero suficiente para largos trayectos por autopista.

Durante estos más de diez años en el mercado, el SH 300 no ha hecho otra cosa que mejorar. Cada evolución recibida perfeccionaba la versión anterior. La última, la de 2015, elevó la excelencia de este scooter hasta la máxima expresión.

Mantiene el mismo espíritu urbanita y la misma capacidad para sacarnos de la ciudad y hacernos disfrutar en carretera, pero con un estilo estético más actual y un equipamiento acorde con las nuevas tecnologías.

Funcional

Pese a lo dicho, que tiene un extraordinario comportamiento dinámico en carretera abierta, no podemos perder de vista que el SH 300 es un scooter pensado y diseñado para moverse en ciudad.

Por eso Honda ha ido mejorando elementos tan funcionales como la capacidad de su cofre. Así, en la actual versión, podremos guardar un casco integral bajo el asiento, algo inaudito hace unos años en un scooter con llantas de 16 pulgadas.

Es un cofre más capaz y ahora equipado con una toma de corriente en su interior, aunque todavía no dispone de luz de cortesía. Otra de las mejoras que recibe respecto a versiones precedentes es el sistema de smart key (llave inteligente), un gran invento que nos permite usar el scooter sin tener que sacar la llave del bolsillo.

Precisamente en esta versión 2019, presentada en Milán en 2018, aunque no cambia ni la mecánica, ni la estética, ni la parte ciclo, una de las novedades es que el top case (de 35 litros) también se comunica con la smart key, así que con solo tener la llave cerca podremos abrir y cerrar el top case. Ojo, porque entre el cofre y el top case, el Scoopy nos permite guardar dos cascos integrales.

Un gran equipamiento

Más mejoras, que en este caso afectan a la seguridad. Nos referimos a la implantación de un equipo de luces full led (aunque los intermitentes son de filamento), con el que además de ver mejor en una conducción nocturna, también se nos verá mejor a nosotros durante el día.

Además, el equipo óptico de la parte posterior luce un diseño muy atractivo y rápidamente identificable desde lejos.

La funcionalidad para el día a día viene determinada, además de por todo lo que hemos dicho hasta ahora, por elementos como el gancho portabolsas del contraescudo, con el que aprovechar la plataforma plana, una pequeña guantera sin llave, estriberas abatibles para el pasajero, ordenador de a bordo en el tablier, amortiguadores traseros regulables en cinco posiciones de precarga de muelle y un asiento amplio y confortable para dos personas.

Además, otra novedad de esta versión 2019 es la incorporación de un sistema de control de tracción desconectable, que se agradecerá sobre todo en días lluviosos, cuando el asfalto esté mojado.

Fiable, sin puntos débiles

Es curioso, pero cada vez que me subo en un SH 300, sea de la generación que sea, tardo muy poco en tener la sensación de haber estado conduciéndolo durante toda la vida.

La parte ciclo te facilita la conducción de una manera extraordinaria. El aplomo, tanto en rectas como en curvas, que proporcionan tanto el chasis como las suspensiones, es muy alto.

Se muestra ágil y reacciona obedientemente a nuestras demandas sobre el manillar, sin extraños movimientos que nos obliguen a estar tensos.

Tal vez esa sería una buena definición: se puede conducir relajado porque te lo hace todo muy fácil y aporta un alto grado de confianza.

Para quien busca un scooter para sus desplazamientos diarios y escapaditas de fin de semana, el Honda SH 300 es, sin duda, una de las mejores opciones del mercado.

Además, con la incorporación esta temporada del Smart Top Case (sin llave) y la dotación del control de tracción, la excusa solo puede ser que el color no te guste, porque hasta estéticamente el Scoopy se ha ganado a pulso ser un icono de las calles de nuestras grandes ciudades.