Prueba Harley-Davidson Low Rider S: Bad Boy

Prueba Harley-Davidson Low Rider S: Bad Boy

Con el aspecto de una chopper de otros tiempos, asiento bajo y manillar alto, su estética está inspirada en un ambiente callejero que sigue cautivando. La Harley-Davidson Low Rider S de esta prueba es una Harley con carácter que combina un motor brillante con un comportamiento dinámico sorprendente.

La historia de Harley-Davidson sigue siendo apasionante y parece que no deja de escribirse. Independientemente de su reciente aterrizaje en las motos eléctricas, es interesante como todo lo que sigue significando una Harley continúa inspirando, emocionando y atrapando, generación tras generación.

Buen ejemplo de todo ello es esta nueva Low Rider S que combina con acierto el aspecto de la típica moto del Bad Boy de turno, con un comportamiento sorprendente gracias a las buenas prestaciones de su generoso motor Milwaukee Eight 114 de 1.868 c.c., en combinación con una buena parte ciclo.

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Los amantes de esta Low Rider S son en su mayoría seguidores de Sons of Anarchy, serie creada por Kurt Shutter ambientada en una localidad ficticia del norte de California. Jackson Jax Teller es su protagonista y pertenece a una banda de moteros denominada SAMCRO (Sons of Anarchy Motorcycle Club Redwood Original). Se trata de un clan en el que algunos son excombatientes de Vietnam, que se dedican a diferentes trapicheos.

Sus Harley-Davidson son todas ellas motos modificadas y, por ejemplo, la de Jax es una Super Glide de 2003 que se comercializó entre 1998 y 2003. La pequeña cúpula de la moto de Jax, el asiento y, entre otros detalles, el doble disco de freno se reflejan en la Low Rider S.

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Si en los años setenta la Harley-Davidson marcó tendencia gracias entre otras cosas a la influencia de una película como Easy Rider (1969), resulta que, en 2020, H-D todavía conserva la de inspirar a seguidores a través de los nuevos formatos de TV como pueda ser Netflix. Esa es parte de la magia de la casa de Milwaukee: sigue cautivando.

Aquí en España el perfil de usuario de esta Low Rider S corresponde a tipos de entre 20 y 35 años que, en muchos casos, según nos comentaron en el más veterano concesionario Harley-Davidson de Barcelona, se sienten identificados con ese aire un tanto gamberro. Más allá de si te gusta o no este estilo de moto, es innegable que Harley-Davidson sigue teniendo ese magnetismo que la hace sencillamente diferente.

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Ahora es una softail

Integrada en la familia Softail, desaparecida la familia Dyna, esta versión S de la Low Rider tiene ese aspecto chopper combinado con cierto aire sport. Recibe mejoras en chasis y suspensiones y es más deportiva con el gran y potente motor Milwaukee Eight 114 en lugar del 107.

Sorprende el tren delantero con una horquilla invertida con barras de 43 mm y el frontal con su pequeña cúpula con el faro integrado, herencia de la desaparecida familia Dyna. También destaca una frenada de lujo con un doble disco en lugar del simple de la versión base.

Cromáticamente el negro mate está muy presente en motor, tapas y cuadro de instrumentos sobre el depósito, que aloja los dos relojes de velocímetro y tacómetro. No faltan cromados y pulidos creando un conjunto realmente atractivo, que se diferencia de la versión de 2017, que tenía más cromados.

Las llantas de fundición de aluminio con los brazos pulidos son algunos detalles, como el faro delantero y también trasero de led, que me gustaron. Por cierto, cuando recogimos la moto nos la entregaron con una funda para el filtro del aire que sirve para cubrirlo en caso de lluvia. Curioso, ¿no?

Con respecto a los relojes, creo que la visibilidad no es la ideal, aunque estéticamente me gustan, y es que ir montados sobre el depósito de combustible tiene su historia. En la WLA militar que se utilizó en la Segunda Guerra Mundial y de la que se fabricaron 90.000 unidades llevaba la instrumentación en ese lugar. El bicilíndrico Milwaukee-Eight de 114 pulgadas cúbicas o lo que es lo mismo, de 1.868 c.c. rinde unos buenos 93 CV a 5.020 rpm, monta cuatro válvulas por cilindro y no falta un doble eje de equilibrado que mitiga las vibraciones.

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Sí es cierto que esta versión S es casi 4.000 € más cara que la versión estándar con el motor 107 –con 7 CV menos–, pero es verdad que el motor grande de 114 le sienta muy bien a esta versión, puesto que su par motor y respuesta especialmente en marchas largas es sin duda mucho más contundente. Con respuesta a partir de las 1.500 rpm es realmente agradable y permite una conducción en la que se puede aprovechar toda su musculatura sin ninguna necesidad de llegar al corte de encendido más allá de las 5.000 rpm.

Además, el nivel de vibraciones es razonable y en líneas generales creo que con este bicilíndrico de 114 pulgadas se consigue un buen equilibrio entre sensaciones y prestaciones, sin perder la esencia, el alma, de las motos de Milwaukee. Si a ello le añadimos una frenada superior, lo cierto es que esta versión S marca su propio territorio.

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Un aspecto que me gustó es que, a pesar de que las estriberas sobresalen bastante en parado y en más de una ocasión tropiezas con ellas circulando, gracias a su posición me hizo olvidarme por completo de aquella sensación de no poder inclinar con naturalidad porque rozaban el asfalto. Ok, estamos de acuerdo que esto no es una deportiva, pero también creo que lo estaremos en que es más cómodo y lógico poder disfrutar de una conducción alegre sin limitaciones en las inclinadas…

Es esta una moto baja y larga, con un aire desenfadado en el que el manillar tipo motocross –de doble altura– va montado sobre unas torretas. La dirección es ahora más cerrada, con un ángulo de 28º en lugar de 30º y con la parte trasera rígida con un monoamortiguador regulable (hidráulico) y horquilla invertida.

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La verdad es que se consigue un conjunto que dinámicamente me sorprendió, a pesar de que en orden de marcha supera los 300 kg. El neumático trasero de 180” montado en la llanta de 16” encaja en el conjunto y no puedo negar que esta Harley-Davidson Low Rider S me sacó más de una sonrisa durante el poco tiempo que pude disfrutarla.

No estoy acostumbrado a tan buenas sensaciones con las manos en alto y los pies adelantados, pero elevados a la altura de los escapes con silenciosos Shotgun. Y lo cierto es que me sentí cómodo adoptando cierto aire gamberro entre comillas y se me despertó ese inevitable instinto que me sigue entrando por las venas de irme a hacer kilómetros en dirección a ninguna parte…

Destaca un consumo más que razonable, que puede estar sobre los 5,5 litros a los 100 kilómetros y nos permite hacer tiradas de más de 300 kilómetros en función de la ruta y de tu rimo de viaje. Inicialmente se sirve con asiento individual y hay que tener en cuenta que no se puede montar uno individual para el pasajero, sino que tendrás que optar por un doble asiento para compartir tu Low Rider S. Aunque posiblemente es una moto para disfrutar en solitario y en cierto modo tomarte la licencia de sentirte un poco bad boy…

Cómo va en…

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Ciudad: La altura de asiento es muy baja, y eso facilita las maniobras, pero requiere poner atención.

Carretera: Una agradable sorpresa, puesto que, además de un propulsor con buen tacto y prestaciones brillantes, en cuanto a parte ciclo se desenvuelve bien pese a sus limitaciones por concepto, es estable y tiene una buena frenada.

Autopista: Lógicamente su protección aerodinámica no es buena, pero sí que es mejor que en otras motos de este estilo. Su posición de conducción, respuesta y relativo confort invitan a las largas distancias.

Lo que más nos gusta y lo que menos

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Solo+: Su personalidad, carácter, estética y sensaciones como aceleración. La parte ciclo es superior a la de la media en este tipo de motos.

Solo-: Maniobrar en parado una moto de 310 kg requiere atención. La escasa altura libre al suelo, también.

Ficha técnica

Motor tipo: 2 cil V45º, 4T, Aire, 8V, OHV

Diámetro x carrera: 102 x 114 mm

Cilindrada: 1.868 c.c.

Potencia máxima: 69 kW (93 CV) a 5.020 rpm

Par motor máxima: 150 Nm a 3.000 rpm

Emisiones CO2: 129 g/km

Relación de compresión: 10,5:1

Alimentación: Inyección ESPFI

Cambio: 6 velocidades

Embrague: Multidisco en baño de aceite

Transmisión secundaria: Cadena sellada

Tipo chasis: Doble cuna en acero

Geometría de dirección: 28º/145 mm

Basculante: Doble brazo de acero

Suspensión delantera: Horquilla invertida Showa SDBV

Suspensión posterior: Monoamortiguador sin bieletas con pomo de regulación

Freno delantero: 2 discos con pinzas Brembo de 4 pistones y ABS

Freno trasero: Disco con pinza de simple pistón y ABS

Neumáticos: 110/90 x 19” y 180/70 x 16”

Largo total: 2.355 mm

Altura máxima: N.d.

Anchura máxima: N.d.

Distancia ejes: 1.615 mm

Altura asiento: 690 mm

Peso -llenos-: 308 kg (295 kg en seco)

Depósito: 18,9 litros

Consumo medio: 5,6 l/100 km

Autonomía teórica: 310 km

Carnet: A

Precio: 21.600 €

Garantía oficial: 5 años

Importador: Harley Davidson España

Equipamiento de serie

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Llave remota

Reloj horario

Odómetro parcial doble

Indicador temperatura del refrigerante

Indicador de nivel de gasolina

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Indicador de velocidad insertada

Faro led

Estriberas conductor con goma

ABS

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