De entrada hemos de decir que nuestras botas Alpinestars no tienen 1.000 km -lo habitual cuando realizamos pruebas de equipamiento- sino unos 10.000 o más, y seguimos con ellas, ya que presentan muy buen aspecto y siguen manteniendo sus cualidades prácticamente intactas: son muy cómodas, abrigan y son impermeables. Obviamente la piel presenta rozaduras, tras todos esos kilómetros y años de uso, pero no están rotas y presentan muy buen aspecto.
Las botas están reforzadas en la puntera y tobillos, con una inserción flexible en el empeine para mayor comodidad. El cierre es lateral, por la parte interior, con cremallera y solapa con velcro. Además en el talón dispone de un reflectante de seguridad.
Hace años que utilizamos estas botas y de momento seguiremos usándolas, porque es de lo mejor que hemos probado en términos de confort, prestaciones y durabilidad. Absolutamente recomendables, como el resto de botas turísticas de esta marca.