Prueba en ruta Moto Guzzi V85 TT: Placer y equilibrio

Prueba en ruta Moto Guzzi V85 TT: Placer y equilibrio

La nueva Moto Guzzi V85 TT es la última de las motos italianas salida de la fábrica de Mandello di Lario. Una trail equilibrada y fácil de conducir que invita a irse de ruta y disfrutar del placer de conducción de una de las mejores Moto Guzzi de la historia.

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Las trail están de moda. La facilidad de conducción, estética y polivalencia son algunos de sus argumentos. Y de grandes trail, en Moto Guzzi tienen una larga experiencia.

Además de que este estilo de motos son un éxito reflejado en las listas de ventas de los últimos años, no podemos olvidarnos del protagonismo que tiene la estética de los años setenta y del aroma a las motos tipo scrambler.

Para Moto Guzzi, recuperar el look de los años setenta y aplicarlo a su novísima V85 TT no ha sido complicado. Mientras que algunos fabricantes se empeñan en darles un aire retro a su producto, en Moto Guzzi lo han tenido más fácil. Con la base y tecnología de última generación de esta V85 TT, aplicar ese aire neoclásico ha sido tan sencillo como inspirarse en su propia historia.

¿Qué mejor que improvisar una ruta para disfrutar de esta época del año con una moto como la V85 TT, que invita como pocas a viajar por todo tipo de carreteras? Pues dicho y hecho. Saliendo de Barcelona nos marcamos como objetivo recorrer unos 800 kilómetros en menos de dos días.

Nos interesaba conocer el comportamiento de la nueva V85 TT en diferentes tipos de carreteras y marcar una ruta que os puede ser útil si tenéis un par de días por delante.

Por supuesto, nuestra ruta es solo una propuesta que puede tener muchísimas variantes, pero en líneas generales nuestra idea era desde Barcelona ir en dirección a Francia por el Pirineo para, tras hacer noche, viajar hasta Colliure, una encantadora población costera del Sur de Francia conocida, entre otras cosas, por ser zona de buenos vinos y porque allí pasó sus últimos días el poeta Antonio Machado.

Esta era la idea, pero las posibilidades… Infinitas. ¿Entrar a Francia por Viella? ¿Andorra?, ¿Puigcerdà? ¿La Jonquera?...

Un regalo para los sentidos

Como decidimos hacer algo diferente, nos fuimos a inspirar en dirección a Lleida. Así que empezamos nuestra ruta en dirección al oeste y tratamos de escoger carreteras poco habituales incluso para los ruteros y rincones desconocidos.

Desde Barcelona saltamos hasta Agramunt por la A-2 (gratuita), para hacer los primeros kilómetros a modo de toma de contacto. Los campos en esta época del año son un regalo para la vista y desde esta población a pies del río Sió y famosa por sus turrones, nos fuimos a buscar el pantano de Camarasa, pasando por la carretera que cruza Montgai.

A algunos Montgai les resultará familiar: allí se disputaron algunas pruebas del Campeonato del Mundo de Motocross… ¿Camarasa? Pues sí. Hasta este famoso embalse de Camarasa, en La Noguera. Menos conocida es la Reserva Natural de Montgai, con su embalse y el paso del río Segre. Un rincón fantástico por el que vale la pena desviarse y hacer apenas 5 kilómetros que nos llevan a este punto donde el río Segre continúa al sur en dirección a Balaguer.

Sant Llorenç de Mongai y sus acantilados tiene un riquísimo patrimonio arqueológico, además de un restaurante fantástico (no te perderás, solo hay uno…) donde degustar un arroz con vistas al embalse.

De vuelta a Camarasa, saltamos por una carretera solitaria (Cubells) hacia Artesa de Segre, con la idea de ir en dirección al norte, hacia La Cerdanya, pasando la Seu de Urgell. Es decir, que entraríamos en el Alt Urgell por el Coll de Nargó.

Hasta aquí hicimos todo tipo de trazados, por los que la V85 TT nos demostró buenas maneras. Fueron carreteras más bien rápidas a la espera de tramos muy revirados que nos esperaban más adelante…

En el primero de nuestra ruta descubrimos una moto confortable que invitaba a largas distancias, especialmente si se equipaba con las maletas laterales de aluminio.

La pantalla TFT ofrece mucha información práctica en las largas distancias (consumo, temperatura, rpm, reloj horario, marcha insertada), y lo cierto es que resulta bastante confortable.

Su transmisión final por cardán ni se nota. La cúpula tiene una protección un poco justa si mides 1,80 m y superas los 130 km/h, pero en líneas generales es cómoda, consume poco, tiene una gran autonomía gracias a su depósito de 23 litros de capacidad y las suspensiones hacen bien su trabajo.

Con la V85 TT, sobre las 5.000 rpm y sin llegar a los 130 km/hora de marcador, se puede ir al fin del mundo…

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La Cerdanya

Cuando llegas a La Cerdanya, el aire es más fresco y limpio. El verde empieza a inundar el paisaje en esta región donde nos sigue acompañando el río Segre.

En el centro de los Pirineos hay un montón de pueblos que merecen ser visitados. Eso pensamos cuando nos dirigíamos a Puigcerdà y decidimos meternos en las entrañas de esta región visitando Meranges. Desde aquí se puede llegar al lago de Mainiu, que está a 2.250 metros de altura, acariciando la frontera francesa…

No hace falta insistir sobre la cantidad de posibles rutas que desde Puigcerdà se pueden hacer, pero en nuestro caso teníamos un objetivo muy claro: La Collada de Tosses. Un conocido puerto de montaña que une La Cerdanya con el Ripollés.

Un espacio donde la N-260 entre la sierra del Cadí y las montañas de la Vall de Núria. Hasta Ripoll es uno de los puertos de montaña más bonitos de Catalunya. Un escenario perfecto para disfrutar de la V85 TT.

Cientos de curvas en este caso de bajada (de Puigcerdà a Ripoll) con buen piso, donde la V85 TT se mostró manejable, estable y fácil de conducir entre otras cosas debido a su bajo centro de gravedad.

La precisión del sistema de acelerador electrónico (ride by wire) y las mejoras en el bicilíndrico transversal que le han inyectado una dosis de alegría en la zona alta, además de conservar una generosa progresividad, encajan con armonía en el chasis (nuevo) y el conjunto de suspensiones regulables.

Además, el cambio ha ganado en precisión. Con el nuevo bastidor y conjunto de suspensiones, la entrada en las curvas es muy natural y la respuesta del bicilíndrico a la salida, suave y a la vez contundente.

Seguimos nuestra ruta en dirección a Camprodón, donde hicimos noche, con un total de 416 km en el cuerpo y solo un repostaje cuando llevábamos 379 km.

La V85 TT nos dio un consumo de 4,6 litros a los 100 kilómetros. Es decir que en función del peso y la conducción, se pueden superar los 400 kilómetros. Nada mal para una trail de estética neoclásica y aire de scrambler.

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En dirección a Francia

Camprodón es un lugar encantador que, entre otras cosas, sorprende por las casas señoriales propias de los primeros aristocráticos veraneantes que llegaban de Barcelona.

Desde aquí nos dirigimos a Molló, dejando la opción más habitual de ir a Setcases, para entrar en Francia por el Col D'Ares y seguir disfrutando de la V85 TT en carreteras reviradas. Es decir que iniciamos nuestra ruta en busca del mar Mediterráneo.

La ruta en dirección a Colliure es muy atractiva, pero hay que pasar por un buen número de pequeños pueblos que ralentizan el ritmo de viaje. Es el peaje obligatorio para saltar hasta Le Bolou, pasando por Amélie les Bains y después dirigirnos a Colliure, que era uno de nuestros objetivos.

Situado al sur del Languedoc-Rousillon, el castillo real, a orillas del mar, tuvo cuatro etapas de construcción, la primera en el año 673. En el siglo XIII llegarían Los Templarios, los reyes de Mallorca, los Hamburgo (siglos XV-XVI) y los Borbones en el siglo XVII que hicieron una gran ampliación.

Desde Colliure, la carretera de la costa que nos lleva a la antigua frontera de Portbou es una gozada, muy revirada, con el mar de fondo. Merece la pena disfrutar y hacer alguna parada para observar el paisaje.

Dejando Francia a nuestras espaldas, seguimos dibujando curvas para desde Roses ir hasta Sant Feliu por la vía rápida, antes de volver a curvear con la confortable V85 TT hasta Tossa y desde allí bajar a Barcelona.

En definitiva, esta es solo una de las muchas rutas que se pueden hacer en un par de días con una trail como la nueva Moto Guzzi V85 TT, que te brinda un buen confort, consumo ajustado, una buena manejabilidad, y todo aderezado con ese buen sabor del clásico bicilíndrico de Mandello del Lario.

Solo+: Su facilidad de conducción, buena respuesta del clásico bicilíndrico italiano, en combinación con una parte ciclo equilibrada, hacen de esta V85 TT una de las más atractivas trail/asfalto de su cilindrada. Su precio es interesante.

Solo-: La protección aerodinámica es un poco justa.

El viaje al detalle

1 etapa (416 kilómetros): Barcelona-Agramunt-Camarasa-Artesa de Segre-Ponts-Oliana-Coll de Nargó-La Seu d'Urgell- Puigcerdà-Ribes de Fresser-RipollSant Joan de les Abadesses-Camprodón.

2 etapa (394 kilómetros): Camprodón-Molló-Col D'Ares-Coll de la Guilla-Prats de Mollo la Preste-Le Tech-Can Partère-Amélie Les Bains-Le Bolou-Sant Genís-Colliure-Banyuls sur Mer-Portbou-Colera-Port de la Selva-Roses-Girona-Quart-Cassà de la Selva-Santa Cristina d'Aro-Sant Feliu de Guíxols-Tossa de Mar-Blanes-Mataró-Barcelona.

Lugares de interés

Sant Llorenç de Mongai: Sus acantilados, donde acuden aficionados a la escalada, tiene un riquísimo patrimonio arqueológico. El embalse y el paso del río Segre. Un rincón fantástico por el que vale la pena desviarse y hacer apenas 5 kilómetros que nos llevan a este punto donde el río Segre continúa al sur en dirección a Balaguer.

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Meranges: A solo unos 15 km de Puigcerdà, desde aquí se puede llegar al lago de Mainiu, que está a 2.250 metros de altura acariciando la frontera francesa.

Camprodón: Está en el corazón del Pirineo oriental, asentada en la confluencia del río Ter y el Ritort. Una de sus imágenes más conocidas es el denominado Pont Nou, que data de 1.315 y cruza el río Ritort.

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Colliure (Francia): Situado al sur del Languedoc-Rousillon y presidido por su castillo real, a orillas del mar. Con cuatro etapas de construcción, la primera en el año 673. No hay que dejar de darse un paseo por las callejuelas del antiguo barrio marinero, patrimonio artístico o, por supuesto, disfrutar de sus vinos y gastronomía, que bien merecen una parada.

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Sant Feliu de Guíxols: En el Baix Empordà, un rincón donde conocer la Costa Brava o disfrutar de su gastronomía. Aquí empieza la mítica carretera de las 365 curvas que llega a Tossa de Mar. Son 23 kilómetros bien asfaltados, con varios miradores donde contemplar lo mejor de la Costa Brava y sus calas.

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