Bajo el mismo concepto, la nueva Monster 696 se renueva por completo, pero mantiene la distribución general y el estilo. El reto de Ducati al plantearse revolucionar el modelo desde cero era conseguir que, aun siendo un modelo totalmente inédito, conservase la imagen Monster característica, y, sinceramente, lo han conseguido. Ésta es la primera de muchas, la que destapa la caja de los truenos, así que poned atención.
Los grandes cambios que ha sufrido se centran en la construcción de un nuevo chasis y basculante, una renovada posición de la suspensión y un nuevo look acorde con el nuevo siglo. El motor ha sufrido ligeras modificaciones, pero sigue siendo el mismo.
Entrando en detalles, el chasis se ha desarrollado a partir del concepto que utilizan la MotoGP Desmosedici y la 1098, y es el alma que hace la moto más eficaz. Se trata de un bastidor de acero multitubular de tubos más gruesos, con pletinas en fundición de aluminio, que sujeta y abraza el motor. A éste sigue acoplándose el nuevo basculante, también de fundición de aluminio, que monta un amortiguador colocado asimétricamente, que prescinde del característico tirante destinado a regular la altura de la moto. Este amortiguador, de la marca Sachs y con regulación en precarga y extensión, actúa más inclinado y está anclado al basculante sin bieletas, aunque no pierde progresividad ni eficacia.
Ya que hablamos de suspensiones, la horquilla es una invertida Showa de 43 mm y 120 de recorrido sin controles de regulación, que proporciona un nuevo apoyo delantero y un mejorado control.
Los frenos siguen siendo una de las referencias de este modelo, que mejora el equipamiento y la eficacia del anterior. Monta dos discos delanteros de 320 mm con pinzas Brembo de anclaje radial y cuatro pistones con latiguillos metálicos. Lástima que la maneta no sea regulable, porque queda bastante alejada de lo que sería una posición óptima.
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