Probando los Dunlop D212GP Pro y KR 106/108

Probando los Dunlop D212GP Pro y KR 106/108

John Boyd Dunlop inventó el neumático hinchado con aire en 1888 y desde entonces la marca ha mantenido un estrecho vínculo entre la competición y el desarrollo de sus productos. Ganaron sus primeras 24 Horas de Le Mans en 1924, dominaron la categoría de 500cc en el Campeonato del Mundo entre 1964-1974, con leyendas del motociclismo como Mike Hailwood, Giacomo Agostini y Phil Read; en 2008, Marco Simoncelli les sirvió en bandeja la victoria número 200 consecutiva en la categoría de 250cc y... bien, su historia de amor por las carreras continúa, porque en 2012 ganaron nada menos que 67 campeonatos a lo largo y ancho del planeta.

Alto y claro

Esta laureada historia de la marca está muy bien, pero lo que de verdad nos interesa cuando elegimos un neumático para nuestra moto deportiva es que esté a la altura de nuestras expectativas. Pues bien, estuvimos rodando todo el día en el circuito de Albacete con los D212 GP Pro y los KR 106/108 con motos de 600 y de 1.000 cc, y hay una cosa que nos quedó más que clara: las prestaciones de los D212 van más allá de lo que una moto de serie es capaz de exigir a unos neumáticos. Es decir, incluso con los D212, homologados para la calle, el piloto encuentra antes el límite impuesto por las suspensiones que por la capacidad de agarre del neumático. Hay que rodar muy pero que muy fuerte para hacer derrapar estos neumáticos, lo que significa que los nuevos Dunlop garantizan que puedes acabarte la moto sin que sientas que las gomas estén castrando tus posibilidades.

Lo más destacable de su comportamiento es el aplomo y la estabilidad del delantero en las frenadas y la neutralidad en apoyo en las curvas largas. Así pues, se ha primado la capacidad de agarre, y por ende la confianza, antes que la agilidad en los cambios de dirección.

Con el objetivo de facilitarnos las cosas, Dunlop ofrece, tanto en los D212 GP Pro como en los KR, cuatro compuestos delanteros y cinco traseros: el número más bajo está indicado para temperaturas alrededor de los 30º en circuitos con asfalto poco abrasivo (como, por ejemplo, Jerez), mientras que el número más alto está pensado para temperaturas ambientes alrededor de los 20º y asfaltos más abrasivos (por ejemplo, Valencia). El kilometraje, evidentemente, es mayor cuanto más alto es el número: el D212 GP Pro trasero número 1 permite hacer unas 10 vueltas; el 2, el 3 y el 4, unos 90 km, en circuitos de menos a más abrasivos respectivamente; mientras que el 5 permite rodar hasta 300 km. Cifras muy parecidas encontramos en las especificaciones técnicas de los KR, el slick que se usa en el CEV y con el que puedes rodar si no tienes pensado usarlo en carretera. Esta numeración sustituye a la anterior de cuatro cifras usada en los slick, que era más difícil de recordar y, por lo tanto, menos comercial.

Aunque la numeración se mantiene, no obstante, el KR 106 -delantero- y el KR 108 -trasero- siguen en perpetua evolución y desarrollo.

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Tanto en los slick como en los D212, Dunlop recomienda encarecidamente el uso de calentadores -al menos 1 hora- y el control de la presión. Ambos modelos de neumático trabajan a una presión determinada: los delanteros a 2,1 bares en frío, 2,3-2,4 después del calentador y 2,5-2,6 después de unas 2 ó 3 vueltas; los traseros a 1 bar en frío, 1,2-1,3 después del calentador y 1,4-1,5 en pista. Respetar estas presiones garantiza sacarles el máximo partido y evita un sinfín de problemas...

Tecnología

Los nuevos Dunlop se fabrican con procesos tecnológicos altamente sofisticados. La nueva generación Ntec permite el uso de las presiones tan bajas como las que acabamos de ver, con lo que es posible aumentar la huella del neumático sobre el asfalto, la capacidad de agarre. La tecnología Multi-Tread hace referencia a lo que habitualmente conocemos como bigoma, pues el compuesto de la zona central es más duro que en los laterales. La tecnología sin juntas JLB posibilita una banda de rodadura sin juntas, con los ángulos dirigidos de la banda a la carcasa, que aumenta la estabilidad en los flancos y la beneficia a alta velocidad. Además, la tecnología JLT enrolla las tiras de la banda de rodadura sin juntas y permite colocar diversos compuestos en el neumático para obtener la máxima durabilidad.

Tanto si quieres divertirte rodando en circuito sin tenerte que preocupar por los neumáticos como si aspiras a ganar carreras en cualquier competición, aquí tienes un par de buenos aliados de los que merece la pena recordar los nombres: D212 GP Pro y KR 106/108.

Texto: Antoni Guinovart Caballé

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