Probando la Bultaco Brinco con un dakariano

No cada día se tiene la ocasión de probar un nuevo concepto de vehículo, y menos cuando este nuevo concepto ha sido diseñado y fabricado con un único objetivo, la diversión.

Sí, es la tercera ocasión que esta palabra aparece en tan poco texto, pero es inevitable. En adelante, entendiendo que ya ha quedado el tema claro, intentaré evitarla.

El escenario para la prueba no podía ser mejor. Después de mostrarnos la factoría donde se ensamblan las Brinco en Montmeló, Gerald Poellmann, presidente de Bultaco, y Alessandro Bifano, del departamento de marketing y comunicación, nos llevaron hacia La Sorrera Bike Park de la Garriga.

Allí nos esperaba el exdakariano Marc Guasch, que tras la charla técnica nos acompañó en el primer contacto con la Brinco R, la más agresiva de las versiones de esta moto-bike. Atención al concepto, porque tiene su miga.

Decíamos al principio que definir la Brinco resulta complicado, y es que este nuevo concepto mezcla los mundos de la moto y de la bici de montaña en un equilibro nuevo que vamos a tratar de explicaros.

La primera sensación al subirte encima de la Brinco, pues, es extraña. Te permite pedalear como en una bici, pero también te permite dar gas, como una moto. Así que cuesta un poco aclararte sobre el tipo de vehículo en el que estás.

De todos modos, enseguida te familiarizas con ella, y en apenas unos minutos, la diversión no tiene límites. Es rápida, con picos de velocidad propios de una moto, pero su manejabilidad deja boquiabierto y permite hacer diabluras impoibles sino se hacen con una bici.

Así que ya sabéis, si queréis probarla, consultad en la web de Bultaco cuando es el próximo Bultaco Day.

 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...