La Kawasaki Ninja H2 2019 está generando muchas expectativas y por lo que os contamos hace unas semanas, sus características tienen muy buena pinta.
Pero uno de los cambios que más llaman la atención es el uso de la nueva "pintura autorreparable". ¿Qué quiere decir eso? Menudo invento sería no tener que repintar la moto tras varios rasguños... sin embargo, no protege de cualquier tipo de rayada. Te lo contamos.
La pintura de la Kawasaki está tratada con una capa adicional que incluye segmentos microscópicos que proporcionan un efecto muelle, absorbiendo el impacto (el muelle se contrae), para luego volver a recuperar su forma habitual (el muelle se expande).
Esto lo llaman "curling effect", que vendría a traducirse como efecto rizado, y que podemos ver a la derecha en el gráfico de debajo, contrastado con las capas usadas en pintura tradicional.
Permite que tras un pequeño rasguño, después de unas horas, o en algunos casos hablaríamos de días, la marca desaparezca como si nunca hubiera estado.
En el sector de la automoción ya se ha aplicado este tipo de pinturas, aunque habitualmente puede tardar semanas, mientras que, según se explica en la patente de Kawasaki acerca de esta tecnología, en algunos casos tan solo se necesitan entre 10 y 20 minutos para reparar la rayada, en temperaturas ambientales de entre 26º y 30º.
Además de todo esto, también cabe destacar que debajo de esta capa "autorreparable" hay una segunda capa de protección más dura para intentar evitar ciertas rayadas demasiado fuertes para ser reparadas por esta tecnología innovadora.
Pero como decíamos antes, no os penséis que cualquier rasguño desaparecerá como si nada. Desafortunadamente no reparará un raya provocada por una llave.