La charla, moderada por el propio organizador, Gustavo J. Cuervo, estuvo presidida por Mariano Parellada, presidente del Club Turismoto, organizador de Pingüinos, acompañado de los periodistas Augusto Moreno de Carlos, Marcel Barrilero, David G. de Navarrete y yo mismo, que en compañía de motoristas venidos de diversos puntos de España, pudimos preguntar cuál era la situación actual de la concentración y cómo se había llegado a este punto.
Dos horas de charla dieron tiempo para mucho, lo que es imposible de reproducir en este espacio, por lo que paso a relatar los aspectos más importantes de cuanto se habló.
Para empezar y disipar cualquier duda que pudiera quedar, Pingüinos 2015 no se celebrará. Las continuas denuncias de Ecologistas en Acción e Izquierda Unida, unidas a la tibieza con que los técnicos municipales de Valladolid han defendido la posibilidad de poder realizar la concentración en los nuevos terrenos ofrecidos por el propio ayuntamiento (la antigua hípica militar y una parcela anexa del Pinar de Antequera), han permitido que el tiempo fuese pasando hasta llegar a una fechas en las que ya es del todo imposible organizar un evento de la magnitud y las características que la concentración de Pingüinos supone.
Aunque las obras de adecuación de los terrenos comenzaron el pasado día 4 de diciembre y, al parecer, los técnicos han encontrado la fórmula para que la concentración se pueda celebrar, todos los trabajos, acuerdos, licencias, concesiones, etc., se están realizando ya con vistas a la concentración de Pingüinos 2016, para la que ya se han abierto las preinscripciones en la página web del Club Turismoto: lapinguinos.org. Antes de abril de 2015 habrán de estar firmados los acuerdos por los que el club obtendrá los permisos para organizar la concentración durante un importante número de años.
Un tema que también se trató es el de la idea de muchos motoristas de acudir a Valladolid aun cuando la concentración no se celebre. A este respecto, el presidente del Moto Club Turismoto se mantuvo al margen y respetó la decisión de lo que cada cual quiera hacer, aunque haciendo hincapié en que el club no organizará ningún tipo de actividad paralela como desfiles, charlas, recorridos o manifestación alguna, ya que es la voluntad del club no desvirtuar lo que la concentración es y no desea ofrecer sucedáneos.
A este respecto, mi valoración personal es la de recomendar a los motoristas que no acudan a Valladolid durante el fin de semana en el que se tendría que celebrar la concentración. Esta opinión está basada en otra de las circunstancias que han colaborado para que se llegue a esta suspensión, y es el flojo (o nulo) apoyo de las asociaciones de hosteleros, hoteleros y resto de los comerciantes de Valladolid, que siendo los principales beneficiarios del dinero que los motoristas nos gastamos durante el fin de semana de la concentración (más de cuatro millones de euros según un estudio independiente encargado por el ayuntamiento), no han presionado en absoluto a sus representantes legales para que hiciesen lo posible para que se celebrase.
Apalancados en el inmovilismo y confiados en que el maná les llueva del cielo sin hacer nada, como hasta ahora, esperan que la inercia nos lleve a acudir a Valladolid de cualquier manera; en mi opinión, sin embargo, es el momento de llamar a esos hoteles para anular reservas: “Voy a Valladolid si hay Pingüinos, si no, no”. Desde luego que tengo absoluto respeto a la decisión que tome cada uno, pero creo que es el momento de dejar que nos echen de menos este año, quizás de esta manera valoren más en años venideros lo que nuestra presencia aporta.
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