Pocos fabricantes tienen la solera y experiencia de Piaggio cuando se trata de la producción de scooters al más alto nivel. La firma italiana es toda una profesional innovando, sus creaciones van más allá de los convencionalismos, lo que le ha permitido ser en más de una ocasión una marca. La verdad es que domina a la perfección el mundo del scooter, y es una de las más importantes y especializadas, a escala europea, en la fabricación de los ruedas altas, donde ha llevado a cabo grandes proyectos que han desencadenado en el nacimiento de familias míticas como la que la firma de Pontedera nos presentó en Valencia.
Nos referimos a los Liberty, que han sido y son los ruedas altas con mayor éxito de la marca italiana. Puede que no sean los más grandes, ni potentes, pero ello no ha sido un impedimento para que, desde el año 1997, se hayan vendido prácticamente un millón de unidades entre las diferentes cilindradas y versiones aparecidas.
Está claro que el concepto Liberty sigue teniendo pegada incluso 19 años después de su lanzamiento. La idea de un ruedas altas compacto, ligero y manejable, perfecto para desenvolverse por ciudad, tiene el mismo sentido hoy que el día de su nacimiento. Pero es obvio que los tiempos cambian, y, tal y como está hoy la vida, las exigencias aumentan. El práctico y resultón Liberty de antaño ha dejado paso a esta lujosa y elegante versión repleta de buenos detalles y con una calidad de acabados bastante mejorada.
Llama la atención su robusta apariencia, que transmite una palpable sensación de calidad que, como siempre en Piaggio, se consigue mediante la utilización de un amplio abanico de materiales, un genial manejo de las texturas y las coloraciones, rematando todo ello con unas cuantas piezas cromadas; eso sí, siempre con buen gusto y sin estridencias, y, para estar al día, llamativas guías led para las luces de posición –solo en el 125 cc– y el piloto posterior.
Actualmente es un scooter igual de compacto, pero con una ergonomía más trabajada y con una habitabilidad un poco mejor –se mantiene la plataforma plana y el asiento crece–, para recibir cómodamente a usuarios de mayor talla. Por supuesto, el incremento en su nivel ha repercutido en todos los sentidos; ahora, una sabia recolocación de la batería a la parte trasera le ha permitido ganar un 30 % más de espacio en el cofre –aunque sigue sin caber un integral–, recibe el cuadro de instrumentos de la Vespa Primavera –con su pantalla LCD de ajustada información–, apertura eléctrica de contacto, guantera de gran capacidad, gancho y todos esos lujos a los que ya nos tenían acostumbrados sus antecesores, que, por supuesto, no podían faltar en esta edición.
Mejor comportamiento
Una de las exigencias que Piaggio tenía muy claras es que el nuevo Liberty debía seguir siendo un scooter muy manejable y agradable de conducir, objetivo que, como hemos podido comprobar, han conseguido ampliamente. Para ello se ha partido prácticamente de cero, y se ha dado forma a un nuevo bastidor multitubular mucho más resistente a las fuerzas de torsión, una llanta anterior que pasa de las 15 pulgadas anteriores a las 16 actuales y, como en los scooters de mayor tamaño y potencia, un brazo basculante que aporta mayor rigidez al tren trasero. La verdad es que sigue siendo un scooter muy ágil, fácilmente gobernable y que transmite una agradable sensación de ligereza.
La llanta de 16 aporta solidez y precisión al eje anterior, mientras que las suspensiones, un conjunto muy similar al utilizado en versiones anteriores, responden bastante bien en zonas bacheadas y sobre asfalto desgastado.
Tomando un papel protagonista, en la parte ciclo se incorpora por primera vez en la familia un sistema de ABS de una sola vía, ya que con la intención de contener costes, Piaggio mantiene su confianza en la combinación entre un disco delantero de 240 mm con pinza Nissin de dos pistones delante y un tambor monoleva de 140 mm detrás, para dar forma a su sistema de frenada. Este, en conjunto, responde de forma bastante efectiva, con potencia de sobras y buen tacto delante y la habitual imprecisión del tambor detrás; sobre todo, no debemos olvidarnos que el ABS no ejerce ninguna influencia sobre la rueda trasera y que, por tanto, esta se puede llegar a bloquear.
Junto con el ABS, el nuevo motor es una de las partes fundamentales del nuevo Liberty. Se trata de un monocilíndrico 4T aire SOHC 3V representante de la nueva generación de motores italianos denominados iGET, que prometen una mejora muy importante en lo que respecta a las entregas de potencia –10,8 CV– y par –3,1 Nm–, en la reducción de consumos y rumorosidad y, por supuesto, en una relación más respetuosa con el medio ambiente.
La verdad es que, aunque la ruta realizada en la presentación no fue demasiado extensa, en este primer contacto el nuevo Liberty dejó unas muy buenas sensaciones: la menor rumorosidad es obvia y, realmente, ahora es un scooter mucho más suave y agradable de funcionamiento. El tacto del acelerador ha mejorado muchísimo, la respuesta no nos pareció mucho más fulgurante que antes, ya que sin duda necesitamos una prueba más a fondo para confirmarlo. De todos modos, las prestaciones son buenas, la potencia es consistente y llegar a los 80 km/h no le cuesta demasiado esfuerzo.
Así es el nuevo Piaggio Liberty 125 que, además, también estará disponible en la versión S con algunos cambios estéticos y coloraciones exclusivas y en otra de 50 cc. Por primera vez en mucho tiempo, el precio de las unidades del octavo de litro ascenderán por encima de los 2.000 euros, concretamente hasta los 2.449 euros, un incremento significativo que, sin duda, muchos otros rivales tendrán que dar para adaptarse a las próximas normativas.
Te recomendamos