Peugeot Metropolis 400i: Un nuevo mundo

Está claro. Cuando una marca como Peugeot lanza un scooter de tres ruedas, no piensa en los moteros tradicionales como target principal. Y es que teniendo como tiene una extensa lista de clientes cocheros, estaba cantado que este Metropolis iba dirigido exclusivamente a ellos. Y, en teoría, parte con ventaja. Y es que ¿qué conductor de coche sin carnet de moto no sueña con el Metropolis? Con tres ruedas, comodidades casi de coche, sensación de moto, equipamiento y diseño de lujo cercanos a los de un automóvil de la marca… ¡y lo puedes ver y tocar en tu concesionario de coches de toda la vida! Buena jugada.

Lo primero que recordamos al subirnos al Metropolis es su tamaño, da la sensación de ser realmente largo (2.152 mm), aunque no demasiado ancho y, gracias al sistema antitilting que bloquea el cuadrilátero anterior, nada pesado (256 kilos en orden de marcha). Lógicamente la dirección no gira con la misma facilidad que un scooter convencional, notaremos una mayor resistencia y, aunque no costará demasiado, su dirección no es tan ágil.

El DTW –el sistema de dirección de dos ruedas delanteras, Dual Tilting Wheels– da la sensación de ser un poco más lento de reacciones que los sistemas de la competencia, opone cierta resistencia en la entrada en curva y, una vez en ella, le cuesta un poco cerrar el giro. Por ello lo más aconsejable es tomarse sobre todo las cosas con calma, dejar a un lado nuestro chip de motorista y cargar el software de conductor de coche. El Metropolis requiere una trazada suave, sin prisas, y ganando los grados de inclinación con progresividad, olvidaos de atacar el vértice de la curva a muerte, debemos confiar en su gran estabilidad y dejar que su dirección haga el trabajo a su ritmo. También deberemos evitar en la medida de lo posible los baches o socavones, la dirección se vuelve muy brusca al pasar sobre ellos.

Su estructura delantera de paralelogramo deformable con ruedas independientes (con dos amortiguadores de inercia para las vibraciones y uno convencional para llevar a cabo las labores de suspensión) es el quid de la cuestión, la clave del éxito o el fracaso.

Por ciudad nos encontraremos ante un vehículo muy práctico, cómodo y seguro, gracias al sistema antitilting que bloquea el cuadrilátero delantero en parado. Ni siquiera será necesario apoyar los pies en los semáforos (lo podremos activar segundos antes de quedarnos parados), haciéndonos sentir prácticamente sobre un coche. Su facilidad para girar entre coches es limitada por su tamaño, pero no para pasar zigzagueando en línea recta entre ellos. Su escudo no es excesivamente ancho, así que únicamente deberemos estar pendientes de los retrovisores cuando pasemos.

Por lo demás, se trata de un scooter convencional, sofisticado tecnológicamente hablando, pero nada fuera de lo común en cuanto a comportamiento. En lo referente a suspensión, detrás echa mano de un par de amortiguadores muy confortables y eficaces, que se aposentan sobre un neumático y una llanta de 140/70 x 14 pulgadas. Al contar con dos ruedas, delante, no son necesarias unas llantas de tanto diámetro, por lo que con unas medidas de 120/70 x 12 pulgadas para cada una de ellas tendremos más que suficiente.

Otro de los sistemas incorporados que queríamos volver a probar era la frenada SBC (Syncro Braking Concept) que gobiernan los dos discos anteriores de 200 mm y el posterior de 240 mm. Hay que reconocer que éste es un mecanismo extraño si lo miramos desde el punto de vista de un motorista, pero eficaz y fácil si lo hacemos desde la visión de un conductor acostumbrado al coche. El motivo es que SBC es muy intrusivo; de hecho, da igual si accionamos una de las manetas o el pedal de freno, el resultado va a ser siempre el mismo. Eso sí, con sólo uno de ellos es suficiente (al apretar uno, los demás pierden tacto), pues el mismo mecanismo se las arregla para repartir y compensar la frenada entre los tres discos dependiendo de la presión que ejerzamos.

En cuanto al motor, equipa el nuevo y sofisticado monocilíndrico 4T LC SOHC 4V de Peugeot. No sólo posee una potencia más que aceptable de 37,2 CV, sino que, además, aprovecha cada caballo de forma magnífica y en casi absoluto silencio y con total suavidad.

Tiene una arrancada buenísima, desde parado sale lanzado y su transmisión funciona con gran finura. Su desarrollo final está muy compensado, ya que al mismo tiempo que permite unos buenos bajos y medios, hace que el motor se estire hasta alcanzar una velocidad final considerable.

En cuanto a consumo, tenemos un poco de todo, como siempre, dependerá de lo cuidadosos que seamos con el mando del gas. L media que nosotros sacamos de 4,4 l a los 100 km puede que sea un poco elevada, pero en ella entran grandes recorridos por ciudad y, la mayoría del tiempo, acelerando fuerte para averiguar de lo que era capaz. A pesar de ello, la autonomía conseguida arroja una media de unos 300 kilómetros.

El scooter tres ruedas francés es ya una realidad, la marca del león ha echado mano de su tremendo potencial tecnológico (con ayuda de la sección auto) y de su particular estilo de hacer las cosas para dar forma a un vehículo muy exclusivo y de alta calidad. Como ellos mismos han declarado en muchas ocasiones, va dirigido a un público tan exigente como el del coche, por ello su equipamiento de serie integra sofisticaciones del tipo sistema Smart Key (sin llave y con detector de proximidad), el de luz diurna de leds, sensor de presión de los neumáticos, ordenador de a bordo, freno de parking eléctrico, doble habitáculo de carga (cabe un integral en cada uno ellos)… ¡A todo lujo!

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...