Antes de nada, dejar constancia de que somos perfectamente conscientes de que nuestro análisis sobre lo que pasó en Castellolí va a contentar a alguno e incomodar a casi todos. Entendemos que es normal, que es lo que toca. De la misma forma, tenemos claro que no podíamos pasar por alto estos graves acontecimientos sin analizarlos y dar nuestra opinión.
En 2010, por estas mismas fechas, Parcmotor Castellolí y el Nacional de Trial fueron noticia por estrenar un reglamento revolucionario: el Openfree. Un año después, el mismo escenario y campeonato vuelven a serlo, pero por motivos bien distintos. Cierto es que se estrenó una versión 2.0 del reglamento puesto en marcha la temporada anterior, en la que se han introducido notables cambios, pero para los libros no quedará ese hecho, sino que por primera vez en toda la historia del Campeonato de España de la especialidad fueron descalificados por exceder el tiempo todos los participantes en la categoría TR-1; es decir, los pilotos élite, los mejores del mundo.
¿Por qué se quedaron sin tiempo? ¿Les dieron demasiado poco? ¿Se lo tomaron con excesiva calma? Analicémoslo.
El caballo de batalla
En 2010, en esta misma carrera, los pilotos dispusieron de un tiempo total de 5 horas –3 horas hasta llegar a la zona 6, punto de control horario intermedio + 2 para finalizar el recorrido–; en cambio, en 2011, éste fue de 4 horas y 20 minutos –2 horas y 20 minutos hasta llegar a la zona 6, punto de control horario intermedio + 2 para finalizar el recorrido.
Por otro lado, como nos explicaron desde la Federación Española (RFME), el año pasado salían los pilotos de minuto en minuto y tenían 1 minuto y 15 segundos para realizar la zona –en lugar del minuto que marcaba el reglamento. En 2011 tuvieron minuto y medio para hacer la zona, y salían de minuto y medio en minuto y medio. Lo que no ha cambiado es que cada cuatro pilotos de una misma categoría se establece un intervalo de 6 minutos. Y entre categoría y categoría –p.ej. entre TR1 y TR2– se establece un tiempo de entre 10 y 15 minutos.
Volviendo a la diferencia de 40 minutos entre el tiempo que disponían en 2010 y 2011. Las razones esgrimidas por la organización, MC Terrassa y RFME, son las siguientes: menos pilotos este año; tiempo total similar al de las dos últimas carreras de 2010, que contaron con una participación de pilotos parecida, y, finalmente, conocimiento del reglamento. Además los pilotos, este año no podían inspeccionar las zonas el domingo, sino el sábado, una iniciativa tomada precisamente para agilizar la carrera.
Previsión fallida
Analicemos estos argumentos. En 2010 tomaron la salida 94 pilotos, mientras que esta temporada sólo 76, que se traduce en 54 minutos menos de gente pasando por las zonas –18 pilotos x 3 minutos sumando las dos pasadas.
Según la RFME, en las dos últimas citas de 2010, Peñarroya (Córdoba) y Cal Rosal (Barcelona), con un número similar de inscritos e interzona, se dejó el mismo tiempo: 4 horas y 20 minutos. En la prueba andaluza tomaron parte 48 pilotos, mientras que en la catalana 69. En Peñarroya no hubo problemas, en Cal Rosal, tampoco.
En cuanto al Openfree, los cambios introducidos este año se resumen a una forma diferente de sumar puntos. Salvo este detalle, el funcionamiento, por tanto, es idéntico que en 2010.
Lo que sí que es diferente en cuanto a reglamento es que ahora no se puede inspeccionar las zonas el mismo día de la carrera. Ha de realizarse el sábado. Precisamente para evitar demoras en carrera.
¿Qué pasó? Que algunos controles, como ha reconocido la Federación a posteriori, permitieron que los pilotos inspeccionaran también las zonas el domingo.
El tiempo para hacer una vuelta completa en Castellolí, incluidas las dos pasadas reglamentarias por zona –hay 12 zonas–, se determinó el día anterior a la carrera, estableciéndose entre 3 horas y 3 horas y media. Pero la organización lo aumentó en 50 minutos, basándose en las experiencias de Peñarroya y Cal Rosal y prescindiendo como referencia del tiempo que en 2010 Toni Bou, el vencedor, necesitó para completar el trial: 4 horas y 51 minutos.
Cúmulo de circunstancias
Explicado esto, la pregunta es por qué se formaron largas colas en las primeras zonas y los TR-1 acabaron palmando por tiempo ya en la zona 6?
Coincidieron varios factores. El primero, la particular orografía del terreno de estas primeras zonas; unas secciones que de todos modos se vienen realizando de forma ininterrumpida desde 2004.
Las zonas 1, 2 y 3 tenían un acceso y salida muy complicado, sobretodo para los pilotos menos habilidosos; léase las categorías de promoción Cadete y Júnior.
Otro problema es que a la dificultad propia de la localización de las zonas se le añadió que muchos de los cadetes y júniors eran de primer año, con lo que ello supone.
Y en tercer lugar –y seguramente el factor más decisivo como detonante de todo lo sucedido–, el formato de las dos pasadas a una sola vuelta se mostró inadecuado por la acumulación de gente que gerera. Y eso que TR-1 salió prácticamente a las ¡12 de la mañana!.
Por los factores anteriores, así como por el hecho de que algún piloto, en contra del reglamento de 2011, inspeccionó la zona, la carrera quedó lastrada ya en su primera zona y dio al traste con la previsión de tiempo de la organización.
Hay que decir que en 2010 también se formaron colas en las primeras zonas, pero nunca más de 7 u 8 pilotos. Al haber menos participantes este año, la organización pensó que no habría problemas en este sentido… pero se equivocó.
Como ha reconocido la RFME, “tener delante las categorías más lentas no ayudó a que la carrera fuera estirándose”.
¿Por qué entonces no se amplió el tiempo máximo o se cambio el control intermedio de tiempo? “Por que una vez iniciada la carrera no se podían cambiar las reglas”.
Con la carrera en marcha y con las colas de más de una hora en las primeras zonas la organización se planteó dicha solución, pero el Director de Carrera, Josep Masnou, y el Jurado de la misma decidió mantener los tiempos establecidos para no perjudicar al resto de categorías.
El papel de los pilotos
¿Hicieron bien los pilotos de TR-1? Sí, hicieron su trabajo y completaron las 12 zonas reglamentarias. Chapeau.
Pero ejerciendo de abogado del diablo, del mismo modo que se pusieron de acuerdo para hacerlas todas, también podían haberse puesto de acuerdo para ‘picarse’ una pasada o dos y recuperar tiempo. Cierto es que con el Openfree ‘picarse’ una zona es renunciar casi definitivamente a ganar, pero… Si Bou, Raga, Cabestany o Fajardo se pican una zona para ganar tiempo… ¿el resto no lo haría?
Además, en el caso de no hacerlo, el piloto que sí optara por ello sacrificaría los puntos de una zona, pero a cambio entraría en tiempo y no sería descalificado como el resto.
Esta situación estuvo apunto de producirse, pero quién amagó con hacerlo fue rápidamente frenado por sus compañeros de categoría. ¿Por qué?
Por cierto, a pesar de su descalificación todos los TR-1 mantienen intactas sus opciones al título.
En conclusión
Recapitulemos. ¿Faltó tiempo? Sí, pero con matices. ¿Actuaron bien los pilotos? De nuevo, sí, pero también con matices.
Los TR-1, con su histórica descalificación, han puesto el foco de los medios de comunicación sobre el Campeonato, para cuestionar el Openfree, un formato que es públicamente sabido que no les gusta. Sin embargo, y una vez analizados todos los factores, se puede concluir que lo sucedido en Parcmotor fue más bien un problema de formato de carrera. No de sumar 1, 3 o 5 puntos más bonificaciones.
Una de las soluciones sería reestablecer el habitual sistema de dos vueltas al recorrido para todos los pilotos, de modo que se estire más ‘el pelotón’, no haya colas y los TR2 y TR-1 dispongan de más tiempo.
Sin embargo, la RFME estudia otras tres vías: invertir el orden de las categorías, con lo que los TR-1 saldrían los primeros; dar más tiempo entre pilotos y categorías, y qué sólo los TR-1 pasen dos veces seguidas por las zonas.
De las tres, la primera es la que tiene más adeptos y números para ejecutarse ya en Ibiza, la siguiente cita.
En cualquier caso, lo sucedido en Castellolí ha dejado la clara confrontación existente entre pilotos de élite y marcas por un lado, y la RFME por el otro. Unas diferencias que por el bien del trial deberían ser limadas, solucionadas, o llámesele como quiera, lo antes posible.
(Artículo publicado en la revista Solo Moto Actual nº 1813)
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