El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el nombramiento de Pere Navarro como director general de la DGT.
Vuelve de esta forma el más polémico de los directores que ha tenido jamás el ente que se encarga de la seguridad vial en España. Vuelve el impulsor del carnet por puntos, de la reforma del código penal, del sistema progresivo de permisos de motos, del cambio de 14 a 15 años en la edad mínima para conducir ciclomotores y de otras muchas medidas que en su momento a nadie dejaron indiferente.
El regreso de Navarro se produce, curiosamente, justo cuando hace 12 años de la entrada en vigor del carné por puntos, la mayor de las medidas que implantó y que tuvo un efecto espectacular en la reducción de los accidentes entre los años 2004 y 2013.
Los descensos en la siniestralidad, sin embargo, se han reducido en los últimos años, así que es muy probable que Navarro planee cambios. Reforzar las sanciones en los conductores que se han mostrado más reincidentes, elevar la bonificación para los "buenos conductores" o atacar el uso del teléfono son algunas de las medidas que su entorno apunta, pero que habrá que concretar.
En su anterior mandato, la política de Navarro tuvo dos grandes ejes al márgen del permiso por puntos y la reforma del código penal. Los radares y las motos.
En cuanto a los radares, con él se inició la multiplicación de los radares, hecho que le llevó a ver como su política de seguridad vial era acusada de forma constante de recaudatoria. Sus sucesores han seguido esta misma línea, y de él se espera ahora que ponga el foco en las carreteras secundarias, cuyo límite quere reducir a 90 km/h.
En cuanto a las motos, él fue el que diseño el sistema de premisos actual, con un acceso progresivo a las motos de alta cilindrada, él fue el que subió el límite de edad para conducir ciclomotores de 14 a 15 años y él fue el que puso en el centro del huracán, con la táctica de atizar constantemente la polémica, a los motoristas. De su época son las grandes manifestaciones moteras que reunían en Madrid a centenares de miles de motos. Qué recuerdos...
El escenario ha cambiado respecto al 2004
Si bien es cierto que en los ocho años que Pere Navarro estuvo al frente de la DGT los muertos en accidentes de tráfico descendieron un 62% y que desde que abandonó el organismo la caída se limitó al 12% y, de hecho, desde 2013 ha habido ligeros repuntes, los escenarios no son comparables y lograr resultados equiparables a los que consiguió entonces le resultará ahora más complicado.
Cuando Navarro aterrizó cada día morían en España una media de 15 personas, pero no había un debate social relevante al respecto. Siempre polémico, Navarro supo poner la seguridad vial en el centro del debate público.
En el tema de las motos, con frases tan dolorosas como que "el problema de los accidentes de motos es un problema de país de ricos". Esto, mientras nuestros compañeros y amigos perdían la vida contra los guardarraíles.
Declaraciones de este estilo, junto con un aumento sin precedentes del control, la represión del infractor y el castigo, con la reforma legal que convirtió en delitos los comportamientos más graves al volante, hicieron que nadie del país fuera ajeno a la Seguridad Vial y que Navarro sea el más popular, o impopular, de los directores que ha tenido la DGT.
Ahora, su reto será romper el suelo de las 1.700 víctimas anuales por accidentes de tráfico.
Veremos qué nos tiene preparado en esta segunda etapa al frente de la DGT el señor Navarro, al que, a pesar de todo, hemos hechado de menos. Intentaremos entrevistarle pronto.