Los peligros de "olvidar" la ITV

Los peligros de

Si hay un trámite polémico y engorroso, ese es el de la ITV. Es cierto que cumplir con ella redunda en la seguridad de todos, pero no por ello deja de ser menos enojoso y en ocasiones puede llegar a ser complicado y frustrante. Pero el peligro de circular sin ITV es mayor de lo que piensas.

Puede que por todo eso, el absentismo entre los propietarios de motocicletas a la hora de pasarlo se ha incrementado enormemente en los últimos años. De hecho, el número que no cumplen con la inspección correspondiente es el más elevado de entre todos los tipos de vehículos.

Según los últimos datos de la DGT, un 43% de las motocicletas no han realizado la ITV correspondiente y un 58% en el caso de los ciclomotores.

Además, si tenemos en cuenta que el 49% del parque español son motocicletas matriculadas antes de 2006 - una antigüedad superior a los 15 años – nos encontramos con un panorama bastante desalentador. Así el común denominador que circula por nuestras calles es una moto vieja y sin ningún tipo de control sobre su estado mecánico real.

El peligro de circular sin ITV, quedar al descubierto

Una consecuencia derivada de esta situación y en la que pocas veces pensamos es que en la mayoría de ocasiones, en caso de accidente y sin la ITV al día, el seguro no cubre los daños personales.

Pero no sólo eso, también podemos añadir como consecuencias negativas a esa carencia de ITV en regla, los problemas legales a los que se puede enfrentar el usuario de una moto, ya que en ese caso el seguro no va a cubrir los daños sufridos en la motocicleta y, en función del tipo de póliza y de la causa del accidente, tampoco los gastos jurídicos.

Actualmente, al pasar la ITV se comprueba que el vehículo disponga del seguro en vigor, sin embargo, a la hora de renovar una póliza de seguro para una moto, las entidades aseguradoras no controlan si ha pasado la última ITV. Un agujero en el sistema.

Aunque hay otros métodos que ya funcionan para reducir el número de vehículos sin ITV en vigor. Sin ir más lejos, la DGT vigila el número de matrícula desde 2014 a través de cámaras, postes y radares; una información que cruza con los datos que le envían las estaciones de ITV.

Las compañías de seguros se amparan en los datos extraídos de informes como el de la DGT “Las principales cifras de la Siniestralidad Vial España 2019”. Según este estudio la media de motos implicadas en accidentes con víctimas en vías interurbanas sin tener la ITV vigente fue de un 10%, siendo de un 12% esta incidencia en las motocicletas de mayor antigüedad (más de 25 años).

Obligatoria desde 1987, la ITV en motocicletas deben pasarse a partir del cuarto año de su primera matriculación y cada dos años a partir de ese momento.

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Comprobaciones

¿Y qué se supone que nos revisan? Pues desde el número de bastidor a la correcta legibilidad de la matrícula; que los neumáticos estén en buen estado (dibujo con una profundidad mínima de 1,6 mm) y que coincidan con los que aparecen en la ficha técnica; que funcione correctamente el sistema de alumbrado, que los retrovisores y otros elementos, como el tubo de escape, estén homologados y sean los que figuran en la tarjeta del vehículo.

También revisarán las manetas, el carenado, el manillar, las suspensiones, frenos, posibles fugas de aceite o gasolina, la transmisión y realizarán las pruebas de emisiones y test de ruidos.

El trámite es obligatorio y como siempre en estos casos hay que pasar por caja. Aquí la que manda es la cilindrada, que nos marcará el precio final de la ITV. La tarifa media para una motocicleta es de unos 20 €, aunque las diferencias pueden ser escandalosas en función de la comunidad e incluso de la localidad con precios que pueden oscilar entre los 17,56 € de Valencia a los 43,24 € en las Baleares. Cuestión de suerte.

Y aquí nadie se escapa, incluso las últimas en llegar, las eléctricas, han cumplir con el trámite. En este caso se les realiza la misma inspección que a una motocicleta con motor de combustión, aunque evidentemente quedan exentas de las pruebas de emisiones y ruido. Por otro lado, se comprueban los elementos accesibles de instalación y las baterías.

También los benjamines de la casa han de cumplir con la ITV, en los ciclomotores se comprueba que no excedan de 45 km/h y el resto de la inspección se ajusta a verificar que cumplen con los estándares de seguridad bajo los que fueron homologados. Tendrán que pasar la ITV a partir del tercer año de su matriculación y después, cada dos años. El precio será similar al de las motocicletas que no llegan a los 125 c.c.

Finalmente, si estás pensando en obviar tan engorroso trámite y jugártela, circulando a la aventura, ten en cuenta que en caso de pillarte in fraganti, las consecuencias son bastante dolorosas para el bolsillo. ¡Y ojo al dato!, incluso si tienes el vehículo guardado y fuera de uso, tienes la obligación de pasar la ITV.

Resumen de las sanciones

- ITV caducada. Circular con el vehículo, o tenerlo estacionado en un garaje o en la calle sin tener la ITV al día, conlleva una sanción de 200 € y la obligación inmediata de superar la inspección.

- ITV desfavorable. Circular con la moto pese a que se le detectaron defectos graves genera una multa de 200 €. En este supuesto, el titular está obligado a reparar los defectos y volver a pasar la inspección en un máximo de 2 meses.

- ITV negativa. Circular con una moto a la que se le han detectado defectos muy graves conlleva una sanción de 500 €. En este caso, el vehículo no está autorizado a abandonar la estación ITV por medios propios, sino que debe hacerlo transportado por una grúa hasta un taller y volver, con los problemas subsanados, a la ITV en el plazo de 2 meses.

Así que ya lo sabes,  el peligro de circular sin ITV no solo está en circular con un vehículo en mal estado, también acecha si no estás al día con la obligación de pasar el trámite.

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