Aprovechar los recursos del planeta y reciclar es una de las máximas de los procesos productivos actuales. Reciclamos el vidrio, los plásticos, el aluminio, el hierro, el acero, el cobre… ¿Y la fibra de carbono? No. Uno de los materiales composite más caros no se recicla…
Por suerte parece ser que las cosas van a cambiar porque en la empresa Georgia Tech han descubierto un método que permite aprovechar tanto la fibra de carbono como la resina epoxídica en la que se encuentra encerrada. Simplemente sumergen la pieza de epoxi –con la fibra de carbono embebida– dentro de un recipiente con alcohol. El alcohol disuelve la resina y no corrompe la fibra de carbono. Luego solo queda separar ambos productos fácilmente por decantación, y se pueden volver a aprovechar ambos materiales.
La fibra de carbono es uno de los componentes más utilizados actualmente tanto en el mundo de la automoción como en el de la aeronáutica.