BMW sabe que el concepto GS es el que más adeptos tiene de toda su gama de motocicletas. Este concepto se basa en una de las categorías más polivalentes que hay en el mundo de las dos ruedas, el trail. Es inevitable, pues, hacer referencia al modelo que más satisfacciones ha dado a la marca bávara estos últimos años, la R 1200 GS.
Siguiendo el mismo espíritu aventurero, la nueva F 800 GS nace en el momento en el que la marca alemana se encuentra en una fase de expansión de toda su gama. Gracias a ello esta nueva GS aprovecha las últimas creaciones tecnológicas de la casa para abandonar el motor boxer y sumarse al concepto bicilíndrico paralelo, ya visto en la F 800 S.
Escenario inigualable
Para poder probar esta nueva trail, BMW nos invitó a un escenario inigualable, Durban, Sudáfrica, en el que encontraríamos multitud de carreteras y pistas de tierra, además de paradisíacos paisajes.
El primer contacto lo tendríamos en carreteras asfaltadas de diferentes calidades (¡siempre conduciendo por la izquierda, claro!). En ellas se pudo poner a prueba la nobleza de su bastidor multitubular de acero. Éste, junto con una horquilla invertida con barras de 45 mm sin posibilidad de reglaje -pero con muy buen taraje- y un monoamortiguador trasero directamente anclado al basculante, convencieron ampliamente en su uso más rutero.
Con esta moto se puede negociar la entrada a los virajes con buena estabilidad, incluso a ritmos alegres de 120-140 km/h tumbando en las curvas de ángulo abierto con plena seguridad; solamente los estribos rozando en el asfalto recordaban que se trata de una moto trail. Las llantas de 21 pulgadas la delantera y 17 la trasera facilitan cambiar de dirección la GS sin apenas esfuerzo, y con el amplio manillar se controla el tren delantero al milímetro.
Después de algunas sesiones fotográficas y muchos kilómetros por piso firme, nos adentramos en pistas de tierra. En África, el color de su tierra es tan vivo como la mirada de los centenares de niños que salen a nuestro paso para saludarnos.
En esos caminos nos quedó clara una cosa: esta trail se defiende igual de bien en asfalto que en pistas de tierra. La capacidad de tracción que transmite el motor a la rueda trasera es realmente dosificable, gracias en parte a una transmisión por cadena más recomendable en uso off-road que la correa del modelo F 800 S, completamente asfáltica.
(Más información en Solo Moto número 1654)